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Paul AloneCantante

“La música es una carrera muy larga y cada paso que das te sirve para aprender”

El artista navarro Paul Alone, en continuo movimiento y en constante crecimiento, presenta su primer álbum, ‘Y yo qué sé?’, en Zentral. La cita es el domingo 21 de mayo.

“La música es una carrera muy larga y cada paso que das te sirve para aprender”Cedida

La música siempre estuvo en su vida, pero se hizo profesional por casualidad.

–Justo, eso es. Voy a empezar por la conclusión de todo lo que he sacado en todos estos años: lo importante es hacer y que la vida te lleve. Y ahora te explico el proceso: de pequeño quería ser arquitecto porque me gustaban los edificios; cuando era más mayor, cogí una cámara, empecé a hacer fotos y quise ser fotógrafo; luego descubrí que la cámara podía hacer vídeos y me fui a estudiar cine; y allí, estudiando cine, me puse a tocar la guitarra y pensé: “pues igual es la música”. Toqué todos los palos, no elegí ser músico. Probé un montón de cosas y encontré una que, hasta hoy, dura. 

Es un músico autodidacta. 

–Ser autodidacta, para mí, tiene dos ventajas. La primera, que te hace único, porque no sigues el camino de todos, no aprendes lo que está establecido. Y por otro lado, ser autodidacta es el éxito del aprendizaje, porque aprendes porque quieres, no porque estés obligado a hacerlo. Te mueve la curiosidad. 

Empezó cantando en inglés y luego se pasó al castellano. Imagino que la conexión será ahora mayor. 

–Muchísimo mayor. Es lo que dices: yo cantaba en inglés para no conectar. Me daba vergüenza exponerme. Al final me atreví y es verdad que se nota mucha diferencia.

Ha participado en dos programas televisivos, ‘La voz’ y ‘Dúos increíbles’. ¿Qué le han aportado?

–En todas partes se aprende. El mundo de la música está rodeado por mil situaciones: cámaras, estudios, componer, tocar en directo… Tienes que saber desenvolverte en todas ellas, y todo lo que sirva para aprender, me gusta. También te digo que, para mí, son dos puntos más en el camino. “Ahora toca aprender tele”. Pues vamos a aprender. Muy buena experiencia.

Tiene fama de que le gusta ir a su aire. ¿Cómo se desenvolvió en esos programas?

–Me suele dar igual. Hay una frase que me encanta: “Vengo a enseñar lo que he aprendido y lo que me falta por aprender”. Cuando subo y hago algo, lo hago lo mejor que sé. Si hay algo que sale mal, quizás es que no sé tanto. Igual tengo que meter más horas ensayando. Cuando actúo en el programa, lo hago lo mejor que puedo. Si luego me echan, igual es que tengo que seguir aprendiendo. La música es una carrera muy larga y cada paso que das te sirve para aprender. Conectar con la gente es un trabajo complicado. 

Su estilo es difícil de clasificar. Yo diría que tiene una raíz rockera, pero mezclada con otros estilos, como por ejemplo la rumba. 

–No tengo un estilo definido, y creo que esa es la magia. Un día me despierto rockero y al día siguiente me acuesto flamenco perdido, y al día siguiente te hago una balada super triste, o una rumba super alegre… Encasillarme en un género concreto me agobiaría. Y me gusta investigar.

¿Y cómo es eso de que se enganchó a la rumba en Londres?

–Fue como reenamorarte de tu ex. De pequeño yo tenía dos discos: Sin noticias de Holanda, de Melendi, y Voces de ultrarumba, de Estopa. En Londres yo trabajaba de camarero y no me daba para ir de discotecas. Conocí a una chica de Córdoba y nos montábamos fiestas en el piso: poníamos música, vino… Ella ponía mucha rumba, Los Delinqüentes y cosas así. Ahí me picó la avispa. Yo venía del rock, pero quise probar y encontré una fusión guay ahí.

“No tengo un estilo definido, y creo que esa es la magia. Un día me despierto rockero y al día siguiente me acuesto flamenco perdido”

Terminó su gira anterior justo antes de haber sacado el disco. 

–Voy sacando canciones, y de repente elijo doce y las meto en un disco. Mi carrera no es convencional, pero eso me gusta, porque me permite ir sacando singles distintos, y en la gira voy cantando las canciones que voy sacando. La gente que viene sabe que va a encontrarse la fiesta de antes más lo nuevo. En esta nueva gira vamos a tocar el disco, los singles nuevos que han salido desde entonces y algunas canciones que tenemos escritas y todavía no hemos subido a redes. Está muy bien, porque es un termómetro, ves las reacciones del público. 

Antes era frecuente estrenar canciones en directo, pero casi todos los grupos dejaron de hacerlo porque ahora, con los móviles, las grabarían y las subirían a Internet antes de ser publicadas de manera oficial. ¿Eso no le da miedo?

–No. Me harían un favor. Si suben una canción nueva y se vuelve viral, ya sabemos que hay que grabar esa canción, porque ha gustado. A veces tocamos cuatro canciones nuevas y luego solo grabamos dos. Para eso, las redes tienen cosas muy positivas.

Ha estado también en México, y le ha ido muy bien por allí. ¿Cómo surgió ese viaje?

–En un concierto en Barcelona, a mi percusionista le robaron una caja y unos platillos. Era material caro, mucha pasta. Yo le dije: “¿qué prefieres, que te ayude con el dinero o que te invite a un viaje por América?”. Eligió el viaje. Y ya que íbamos, decidimos tocar. La oficina nos buscó algún concierto en México. Ese primer viaje fue sin querer y acabó convirtiéndose en parte de la gira. La experiencia fue tan buena que hemos vuelto ahora, en abril.

En la letra de 'Quería' dice que hace “cancioncillas que baila toda su ciudad”. ¿Qué siente al tocar en Pamplona?

–Toqué el año pasado en Rockolletcion y lo vendimos todo. Fue increíble. Iba con un miedo de horror por tocar en casa. Te hace ilusión, pero te impone mucho respeto. El recibimiento fue tan bueno… La gente estaba muy arriba, hubo mucha energía, que eso siempre es bueno, porque te retroalimenta. El de Pamplona fue uno de los mejores conciertos de la gira. Iba con mucho miedo, pero salió todo genial. Mi manager de gira también es de Pamplona, y a la salida nos mirábamos y no nos lo creíamos. Fue muy bonito y la letra de Quería hablaba de ese concierto de la Rockollection.

Ahora vuelve a Zentral, que tiene bastante más aforo. 

–La de veces que he estado en esa sala mirando al escenario y pensando en cuándo podría tocar yo ahí… Me hace mucha ilusión.