La Filmoteca de Navarra proyectará este jueves, 1 de junio, a partir de las 19.30 horas tres cortometrajes de realizadores/as navarras/os. Se trata de Yegua, de Javier Celay; de Mama, de Maite Astiz e Ibon Landa, y de 10 watts bakarrik, de Oier Fuentes. Los tres trabajos han sido beneficiarios de las ayudas Generazinema que concede el departamento de Cultura del Ejecutivo foral.

“Me gusta contar historias que pongan en un dilema al público. Estamos en una sociedad que, a pesar de mostrarse muy tolerante y moderna, en realidad, cuando le planteas relatos que no son A o B, se cortocircuita”, dice Javier Celay sobre Yegua. El cortometraje presenta a Jaime, un ganadero que acaba de adquirir una yegua con la que quiere criar y hacer crecer la manada. Sin embargo, al poco tiempo el animal cae enfermo con una infección en una de sus patas que parece irreversible. Sara, la veterinaria del valle, le aconseja el sacrificio. Una situación desalentadora que complica la situación de Jaime, ya de por sí difícil en casa con su mujer dependiente desde hace años. 

El dilema moral atraviesa en todo momento Yegua, protagonizada por Karra Elejalde. “Contacté con él, le hice llegar el guión, le gustó y me confirmó su participación”, indica el director, que reunió a un equipo de 40 personas para rodar, en septiembre del año pasado, en el municipio de Leoz, concretamente en Iratxeta, Artariain y Amunarrizketa. El resto del reparto lo conforman Natalie Pinot, Natalia Huarte, Amaranta Osorio, Xabier Perurena y Bruno Ciordia. “Todos ellos tienen mucho bagaje en la interpretación e hicieron que la historia creciera”, añade Celay, que a la hora de dirigir ha apostado por “mostrar la crudeza sin filtros”. Para ello, ha recurrido a realizar “varios planos secuencia que enfatizaban la acción sin necesidad de manipulación con el montaje”. Uno de esos planos, de tres minutos de duración requirió hasta cuatro horas de planificación, además de un maquillaje muy específico “y unos movimientos de cámara nada fáciles de conjugar junto con una acción trepidante entre Karra, Natalie y Amaranta”. Pero “gracias a Alba Albero y a Amaia Miró, en maquillaje; a David Mendizabal, en la dirección de fotografía, y a la interpretación, el plano quedó tan bien que meses después todos fueron nominados a los Premios Fugaz”, los más importantes del ámbito del cortometraje español. Finalmente, el pasado 7 de mayo lo obtuvo Karra Elejalde como mejor actor.

Premios y festivales

Ionan Aisa, David Mendizabal, Amaia Miró, Alba Alberto, Javier Celay y Raquel Domínguez, en una entrega de premios. Cedida

Hasta la fecha, y desde que se estrenara el 15 de marzo en el Festival de Málaga, Yegua ha logrado 8 premios de mejor cortometraje, dirección y mejor actor en certámenes como el de Saldaña, Berja, Sorihuela de Guadalimar, Villarobledo. La película también obtuvo varias selecciones calificadoras para los Goya y una para los Oscar, y ha participado en una veintena de citas estatales e internacionales, lo que, sin duda, es un acicate para afrontar nuevos trabajos. 

Trayectoria

Así lo cree Javier Celay, que, después de dos décadas de trabajo en diferentes ámbitos de la comunicación, el arte y el cine, ahora mismo está muy centrado en este último, tanto desde el punto de vista creativo como docente. Hasta la fecha ha realizado otros tres cortometrajes, Agustín, Fucsia y Txori Maitea, así como videoclips, documentales y trabajos publicitarios, y ahora prepara otro corto para septiembre de este año y el guión de un largo. También una escuela de cine, pero esa ya es otra historia que seguro que también dará que hablar.

TAMBIÉN EN LA FILMOTECA

  • ‘Mama’. Pamplona, Septiembre de 2018. Max, un adolescente de dieciséis años, intenta conseguir pruebas para convencer a su madre que Amador, su nueva pareja, no es quien dice ser. Junto a sus dos mejores amigos, Salva y Zero, forman un grupo de amigos inseparables dispuestos a todo con tal de ayudar a su amigo. Dirigen Maite Astiz e Ibon Landa.
  • ‘10 watts bakarrik’. De Oier Fuentes. “Un día me dijeron que hace años, hubo en el pueblo de al lado una emisora que servía para comunicarse con los jóvenes del pueblo que emigraban en busca de trabajo hacia montañas lejanas”.