La presidenta María Chivite, encargada de entregar el premio entre aplausos a Dolores Redondo, destacó este sábado, en la entrega del premio Príncipe de Viana de la Cultura 2023, “el poder inestimable” de la escritora para “crear lectores y ser puerta de entrada de muchas personas al mundo de la literatura”, en un discurso lleno de referencias históricas y llamamientos al entendimiento.

Chivite comenzó su intervención con un resumen de la historia del Principado de Viana, fundado por el rey Carlos III, “quien no sabía que con ello daba inicio a un juego de tronos con unos giros, traiciones y tragedias a la altura de una auténtica novela”. “Las cesiones entre la historia y la ficción son continuas, la propia realidad necesita épica para ser recordada”, manifestó, enfatizando “la apuesta imaginativa que Dolores Redondo hace por Navarra, que mezcla fábula y realidad, creando un universo de ficción reconocible, aderezado con una tierra identificable en sus costumbres, paisajes y gentes”. 

“Sus historias han supuesto una carta de presentación para Navarra”, continuó, “un camino que, entrando por Baztan, ha permitido que miles de visitantes de todo el mundo lleguen a la Comunidad foral”. Además, resaltó el papel protagonista de las mujeres en las obras de la escritora, “mujeres poliédricas, empoderadas, personajes complejos y completos, que lejos de paternalismos, resultan de inspiración para lectoras de todas las edades”. 

A la gran protagonista de la jornada la definió como “una de las firmas fundamentales de la narrativa española actual”. “Tiene un poder inestimable, la habilidad de crear lectores. Escribe las novelas que muchos de nosotros y de nosotras queremos leer”, dijo, a la vez que destacó que sus obras son la puerta de entrada de muchas personas al universo de la literatura: “Ha sido capaz de fomentar la lectura mucho más que cualquier campaña institucional”. Por eso, animó a la escritora a que siga “contando al mundo cómo es Navarra y fomentando el interés por la lectura”.

En un retorno a las referencias históricas, recordó a Carlos III el Noble como “el monarca de la concordia y la integración”, que el 8 de septiembre de 1423 “selló el Privilegio de la Unión de Pamplona, que supuso la instauración de un marco común para la diversidad que representaban los tres burgos”. 

En ese sentido, Chivite reivindicó la diversidad como “la auténtica naturaleza de nuestro viejo reino” y puso en valor “nuestra historia, nuestra cultura y nuestra voluntad de seguir unidos como pueblo”. “Nuestra comunidad ha sustentado sus relaciones en el pacto” y el diálogo “ha marcado la diferencia en Navarra desde incluso antes que Carlos III derribara las murallas”. “Escuchemos a la historia”, pidió.

Trayendo a colación la última novela de Dolores Redondo, Esperando al diluvio, ambientada en las históricas inundaciones de Bilbao de hace 40 años, asumió que “los fenómenos meteorológicos extremos son un buen punto de anclaje histórico para una novela porque son extraordinarios y quedan marcados en la memoria colectiva”. Así, lamentó que “la sucesión de inundaciones, incendios, olas de calor y sequías que sufrimos hoy en día hace que se confundan en nuestra memoria”.

Por eso, destacó que la adaptación al cambio climático “es uno de los retos presentes que debemos afrontar como sociedad”. Igualmente, subrayó que “tenemos que prepararnos para las enormes transformaciones que se vislumbran en el horizonte y hay que hacerlo unidos”

“Nos separan muchas cosas, tantas diferencias como las que podemos encontrar entre el Valle de Baztan y esta ciudad de Viana”, reconoció, y por eso pidió a la ciudadanía que “no nos dejemos llevar por la polarización, celebremos nuestra diversidad centrándonos en lo que nos une, porque seguro los vínculos serán mayores que lo que nos separa”.