La editorial Txalaparta cumple 35 años y estrena nueva sede con librería en pleno casco antiguo de Iruñea. En el número 63 de la calle Mayor se ubican las nuevas instalaciones, inauguradas este viernes 22 de septiembre por la mañana en muy buena compañía.

Cerca de un centenar de personas de "la comunidad" de Txalaparta han arropado al equipo de la editorial, que en esta nueva etapa que se inicia ahora lo componen siete trabajadores y trabajadoras: Mikel Buldain, coordinador; Garazi Arrula y Ane Eslava, editoras; Alberto Olana y Hodei Aranguren, del área de Administración; Iñigo Fernández, responsable de Marketing; y Goretti Tirapu, que se encargará de llevar la tienda que abre ya al público, de lunes a viernes en horario de 9.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas.

En las instalaciones, que cuentan con librería, oficinas, un pequeño almacén y patio, se encuentra todo el fondo de la editorial, así como libros de otros muchos sellos. El nuevo espacio "también nos permitirá organizar diferentes iniciativas, como presentaciones, charlas o mesas redondas, que sirvan para seguir impulsando el pensamiento crítico y el debate", comentan desde Txalaparta.

Una comunidad desde las alianzas

En sus 35 años de actividad, la editorial ha publicado más de 1.500 títulos, tanto en euskera como en castellano; ensayo político, temas sociales, literatura infantil y juvenil, crónicas históricas, narrativa local e internacional, libro ilustrado y cómic... Txalaparta ha conformado un extenso, rico y diverso catálogo de calidad de autores y autoras de todo el mundo, clásicos y contemporáneos.

"Y esto lo hemos podido hacer gracias a la comunidad que sostiene el proyecto", aseguran los trabajadores y trabajadoras de la editorial, agradecidos a personas y "alianzas" que han sido claves.

En la inauguración del espacio cultural de Txalaparta se ha bailado un aurresku en memoria de "las personas de la comunidad de la editorial que ya no están". Iban Aguinaga

En el acto de inauguración de su nueva sede y librería en Iruñea, que ha contado con un aurresku y un emotivo vídeo que ha recorrido hitos y títulos de la trayectoria de la editorial, el equipo de Txalaparta, con el fundador Jose Mari Esparza Zabalegi como figura clave, ha estado arropado por amigos, amigas y representantes de instituciones navarras: del Ayuntamiento de Pamplona, Elma Saiz (portavoz del Grupo Socialista) y Maider Beloki (EH Bildu); del Parlamento de Navarra, María Solana (Geroa Bai) y Adolfo Araiz (EH Bildu); en representación de la Euskal Editoreen Elkartea / Asociación de Editores en Lengua Vasca, Ana Urrestarazu; de Editargi - Asociación de Editoriales Independientes de Navarra, su presidente Aritz Otazu; la directora del Servicio de Bibliotecas de la Comunidad foral, Asun Maestro; el presidente de la Fundación Elkar, Joxemari Sors; la directora del periódico Berria, Amagoia Mujika, y el director del diario Gara, Iñaki Soto, entre otros.

Editar, sembrar conocimiento y memoria

El coordinador de Txalaparta, Mikel Buldain, ha recordado cómo en 1984 un grupo de amigos de Tafalla se volcó en la recuperación de la memoria histórica de su pueblo. "Fundaron la Asociación Altaffaylla y comenzaron a editar". Y editar, ha dicho, "es difundir, y difundir es sembrar conocimiento, memoria y conciencia".

"Del éxito de Navarra 1936, de la esperanza al terror surgió el germen de Txalaparta", ha recordado Buldain, remarcando junto con la editora Garazi Arrula los pilares que han marcado la trayectoria de la editorial en todo este tiempo: "el pensamiento crítico, la defensa del libro como una forma de comunicación, el internacionalismo y el asociacionismo".

Esa es "la columna vertebral" del catálogo y las bases desde las cuales se ha realizado la labor de "rescatar y dignificar la memoria de quienes lucharon porque era posible crear otro mundo, más justo", han recalcado.

Nuevo rumbo para seguir ampliando el mismo horizonte

Tras más de tres décadas en Tafalla trabajando por "una edición independiente y comprometida", Txalaparta inicia ahora un nuevo capítulo en su historia, y lo hace en el corazón de Euskal Herria, en una nueva sede que, asegura el equipo de la editorial, "nos permite seguir cerca de nuestra comunidad y ofrecerle un nuevo punto de encuentro".

"Como proyecto popular, aspiramos a ser promotores de la cultura, y, en este sentido, buscamos estar cerca de otros agentes sociales, políticos y culturales que apuesten por un mundo justo y solidario, para cultivar sinergias y vías de colaboración", destacan.

Este nuevo punto de inflexión en la historia de Txalaparta sigue, por lo tanto, "el rumbo que la editorial ha tenido desde su fundación: difundir la creación literaria que ayude a transformar la realidad, que fomente la solidaridad entre los pueblos y vele la memoria histórica, que abra caminos hacia la diversidad, hacia las utopías... Todo ello, cuidando la red que nos sostiene: los lectores y lectoras", concluye el equipo de la editorial.