En un año de intensa actividad en el Navarra Arena, especialmente en lo que a música se refiere, este sábado visita Pamplona Manuel Carrasco. El onubense está en plena gira de presentación de su último álbum, Corazón y flecha, con el que cierra una trilogía que había iniciado con sus dos trabajos anteriores, Bailar al viento (2015) y La cruz del mapa (2018).

En su nuevo disco, Carrasco ha optado por una producción más minimalista y se sitúa a mitad de camino entre los sonidos contemporáneos, que los hay, y otros más clásicos, que también abundan. El título, según explicó el propio autor, hace referencia a las flechas que le salen del corazón, como las que les lanza a la tierra en la que nació (Y soy),a su hijo pequeño (el niño se llama Manuel y la canción, Coquito), o a su propia infancia (Ayer noche), cuando dio sus primeros pasos en el mundo de la música cantando fandangos en el bar de su pueblo. Musicalmente, el álbum se mueve en los parámetros habituales que han marcado la carrera del cantautor, ese pop de vetas románticas y épicas, aunque también ofrece algunas sorpresas, como el aria de ópera con el que comienza (un extracto de Un bel di vedremo, de Madame Butterfly de Giacomo Puccini ) o la rumba funk (Eres).

Corazón y flecha fue publicado en diciembre del año pasado y se situó en lo más alto de la lista de ventas, lugar en el que permaneció durante varias semanas.

Y es que la carrera de Manuel Carrasco, que en un principio parecía que iba a estar marcada por el número dos (quedó segundo en la segunda edición de Operación Triunfo, celebrada en el año 2002), finalmente se define mejor con el número uno. En una época en la que ya no se venden copias en formato físico, el de Huelva no ha tenido problemas para alcanzar, de momento, el disco de platino (40.000 ejemplares) con su última referencia. Sus anteriores lanzamientos se han movido siempre en cifras similares (o incluso mayores, pues al comienzo de su carrera se vendían bastantes más discos que ahora), por lo que se ha convertido en uno de los artistas nacionales más importantes de los últimos lustros.

Su relevancia queda patente también en sus conciertos, celebrados todos ellos en recintos enormes y ante audiencias multitudinarias. Entre sus mayores logros, destacan los dos llenazos que registró en el estadio de La Cartuja de Sevilla, los pasados días 2 y 3 de junio, en los que congregó a más de 140.000 personas, agotando las entradas en ambas citas. Ese fue el inicio de la gira con la que visita Pamplona y que se titula, como su disco, Corazón y flecha.

Cuentan las crónicas de actuaciones anteriores que está ofreciendo dos horas largas de espectáculo lleno de sorpresas, tanto musicales (con un repaso a sus temas más significativos y alguna versión inesperada), como de escenografía (que nadie se pierda el arranque del show, porque, según dicen, es de lo más impactante). Los baños de masas continuarán hasta el año que viene, cuando ofrecerá su último concierto de esta gira en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.