Artea Oinez: el arte como lenguaje universal

Josu Reparaz destacó que la preparación de la exposición, en la que las Ikastolas de Navarra trabajan año tras año llevando a cabo la selección de artistas y pensando en los temas que se tratarán, es un momento muy ilusionante. Un momento que terminó ayer con la inauguración de la muestra. Sin embargo, en palabras del director, “lo más importante comienza cuando estas salas se llenen de visitantes que van a poder encontrar temas y obras diversas con las que van a conectar”. Para ayudar con la comprensión de las piezas expuestas, se ha preparado una guía divulgativa tanto en euskera como en castellano que se dejará a disposición de los visitantes. 

Concebida como un encuentro entre diversas expresiones artísticas, en Artea Oinez convergen las obras de 83 artistas vasco-navarros, que dan vida a un diálogo visual que atraviesa diferentes disciplinas como la pintura, la escultura, la fotografía y las instalaciones. Una conversación en la que cada creador aporta su voz única y su perspectiva del mundo a través de diferentes disciplinas artísticas. Entre los participantes se encuentran nombres destacados como Carlos Irijalba, Dora Salazar, Celia Eslava, Koko Rico, Begoña Zubero o Xabier Agirre. Los artistas, además, exploran una amplia gama de materiales, desde el aluminio y el acero hasta la cera, el óleo y la porcelana. Esta variedad ofrece al público una visión de conjunto del arte.

Reparaz destacó específicamente el carácter variado de la muestra. “Es una exposición tejida de diversidad en todos los sentidos” que recoge obras de artistas consagrados y de creadores totalmente noveles. “Este cruce de generaciones es muy importante en esta exposición”, destacó el director, que resaltó que se van a poder observar obras de autores de la talla de Néstor Basterretxea o de Vicente Larrea. “Artistas que han sido el gérmen de las nuevas generaciones y que con sus cambios temáticos y estilísticos han influido en la evolución de las ártes plásticas”, explicó, a lo que añadió que “conviven de modo armónico obras creadas en muy diferentes momentos”. La más antigua es del navarro Pello Azketa y data del año 1982, mientras que otras han sido acabadas este mismo año, creadas específicamente para la exposición. Dos de ellas tienen por tema la guerra, una es un paisaje de Ucrania y la otra, de Ángela Moreno, muestra una imagen de Gaza. Asimismo, según explicó Reparaz, dos obras tienen que ver con el euskera, una de ellas, de Eugenio Ortiz, es un trabajo en torno a la primera frase impresa en esta lengua que se conoce, un texto que aparece en el libro Pantagruel de François Rabelais.

Tal como explicó Reparaz, entre los artistas presentes en la muestra, predominan escultores y pintores. Entre las obras expuestas, se pueden encontrar esculturas, fotografías, collages, pinturas, dibujos, grabados o instalaciones. Además, varios de los artistas participantes han expuesto sus obras en la última edición de ARCO. “Para muchos de ellos, esta exposición ha pasado a tener un nuevo nombre, la llaman el ARCO txiki de Euskal Herria”, bromeó Reparaz.

Asimismo, se destacó que los temas que tratan las obras de la muestra se corresponden con los objetivos de la Federación de Ikastolas: el euskera visto como una lengua viva y no como un fósil, el feminismo y la igualdad y la naturaleza como un campo de reivindicación y como una manera de apelar al sentido crítico y a la responsabilidad de la población en el contexto del cambio climático.

En esta edición, la muestra rinde homenaje a Miren Doiz (Pamplona, 1980), una destacada artista navarra cuya obra desafía los límites de lo pictórico. Con una trayectoria internacionalmente reconocida, Doiz ha sabido combinar elementos figurativos con abstracciones, generando una conversación visual que invita al espectador a cuestionar su percepción de la realidad. Con una producción que abarca la pintura, la instalación y la fotografía sobre lienzos tan variados y poco convencionales como edificios o autobuses, Doiz ha expuesto en diversas partes del mundo y cuenta con obras en colecciones importantes como el Museo de Navarra y la Colección de Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Iruña.

La participación de Miren Doiz en Artea Oinez se remonta a 2014, año desde el que sus obras siempre han estado presentes. En esta ocasión, su pieza ocupa un lugar central en la exposición, destacando su contribución única al panorama artístico contemporáneo.