El proyecto Coturnix, una iniciativa de ciencia ciudadana para el seguimiento y la gestión sostenible de la codorniz, ha puesto en marcha el Método Específico para el Seguimiento de la Codorniz Común (SEC), desarrollado por la Universidad de Barcelona, con el propósito de realizar estimaciones más precisas sobre el tamaño real de las poblaciones de esta especie. Desde la primavera del 2023, el método se está ejecutando en Navarra, Extremadura y Castilla y León, aunque el objetivo es expandir esta metodología por todo el país, a través de la creación de diversos grupos de trabajo en las distintas comunidades autónomas.
Como se recuerda, Coturnix nació en el año 2019 para evaluar el estado de conservación de esta ave galliforme en España. Con la financiación de Mutuasport y la colaboración de la Fundación Artemisan y la Real Federación Española de Caza, pretende también profundizar en aspectos clave de su biología y ecología, aspectos esenciales para promover y establecer una gestión y caza sostenible de sus poblaciones. El proyecto persigue cuatro grandes metas: monitorizar las poblaciones de codorniz común en España; recopilar datos sobre su aprovechamiento cinegético; determinar su estatus poblacional a partir del análisis de muestras biológicas de alas; y precisar el origen, la distribución y la supervivencia de las codornices anilladas a partir de los individuos recuperados mediante su caza.
Tal y como explica el doctor Eduardo Laguna, coordinador del proyecto, la codorniz común es una especie muy compleja de monitorizar, debido a sus características eco-etológicas, a su complejo sistema socio-sexual y a su carácter migratorio. Se trata de una especie muy difícil de observar y que prácticamente solo puede detectarse a través del canto característico de los machos. A su vez, estos machos no se encuentran atados a las zonas reproductoras, ya que la mayoría están en constante movimiento, al buscar tanto a hembras para aparearse, como hábitats adecuados. De hecho, estudios previos han reportado una tasa de renovación de alrededor del 95% de los machos presentes en una zona en menos de 15 días. Por otro lado, cabe resaltar que, a principios de verano, los individuos jóvenesnacidos a principios de la primaverapueden incorporarse a los contingentes reproductoresese mismo año, lo que implica que elnúmero de individuos detectados en una localidaden un momento dado puede depender dela fecha, de la idoneidad del hábitat en ese instante o de la disponibilidad de hembras.
Todo lo anterior conlleva que, para una correcta monitorización de la especie, se requiera demétodos específicos, que acarreanun mayor esfuerzo que los programas de seguimiento de avescomunes instaurados en Europa. En este sentido, el SECes un método que consiste en detectar, censar, capturar y anillar amachos cantores en lugares concretos, mediante la utilización de un reclamo digital de hembra. Como exponen desde la Fundación Artemisan, es un sistema que requiere de una gran constancia, ya que se ejecuta cada siete días desde que comienzana escucharse las primeras codornices en la zona de estudio (lo que se asocia al inicio de lareproducción), hasta que se produce la cosecha del cereal y, por tanto, se pierde el hábitatóptimo para la presencia de la codorniz.
El SEC aporta información sobre la presencia y abundancia de la codorniz y, a medio y largo plazo, sobre su tendencia en lasdistintas zonas de estudio. Asimismo, con su empleo se busca extraer el valor de densidad de los machos célibes en cada jornada en la que se utilice el método. Una vez analizados los datos, se podrá conocer la evolución de estos machos célibes a lo largo de la temporada de reproducción, determinar la composición de edad de los machos e identificar el inicio y la temporalidad de la reproducción.
Para llevar a cabo este método, se debe seleccionar una zona de estudio con un hábitat adecuado para lapresencia de la codorniz. Tras ello, se realiza un diseño, en el que se reúnen diez puntos deescucha, que se encuentran separados entre 750 y 1.000metros entre sí, dependiendo de la orografía, de tal manera que se asegura que las codornices presentes en puntos distintos nose pueden atraer con el uso del reclamo.Un punto crítico al que los investigadores prestan mucha atención es el momento de la llegada de las primeras codornices. Tras la detección de lallegada de las aves, cada siete días se visitan esos diez puntos y, en cada uno de ellos, seprocede al censo (con el uso de reclamo), captura (con red horizontal) y anillamiento de losindividuos capturados, para,además de los beneficios del anillamiento, asegurar que se puedan identificar posibles recapturas del mismo individuo en las próximas visitas a la zonade estudio.
El protocolo del SEC consiste en escuchar durante dos o tres minutos en cada uno de los diez puntos. Si los machos cantan espontáneamente, se sitúan sobre un mapa todos los individuos detectados(solo los que cantan a una distancia menor de 300metros del punto de escucha) y se captura elmayor número posible de ellos con la ayuda de un reclamo electrónico y una red horizontal. Si losmachos no cantan espontáneamente,se emite el reclamo de una hembra, para activar el canto de los machos. En este punto, si los machos responden al reclamo, se registra su posición en el mapa y se procede a su captura. Si no, se vuelve a emitir el reclamo de hembra dos o tres veces más, con pausas deescucha cada 30 segundos.
Además de registrar el número de machos censados, en cada punto de escucha serecogen varios parámetros morfométricos de los individuos capturados y anillados (longituddel ala y del tarso, peso, diámetro de la cloaca, grasa, etc.), a la vez que se determinan el sexo y la edad de los individuos a partir de la coloración, la forma de la garganta y el patrón de muda.
Para conocer la evolución de las poblaciones de codorniz común durante el períodoreproductor en Navarra, se seleccionaron dos zonas de estudio. La primera se encuentra en la cuenca de Pamplona, en una zona de transición entre un ambiente atlántico y otromediterráneo, caracterizada por la presencia de cultivos de secano, principalmente cereal. Las egunda zona se sitúa en el valle del río Aragón, en una zona de regadío intensivo. Alberto Artázcoz, anillador experto con más de 30 años de experiencia en el estudio de la avifauna ycolaborador experto del proyecto Coturnix, se encargó del diseño de los puntos de escucha en ambas zonas de estudio y de la ejecución de las distintas jornadas del SEC. El período de monitorización en la Comunidad foral se alargó el año pasado entre mediados de abril y julio, con un total de 27 jornadas del SEC entre las dos zonas de estudio. En la cuenca de Pamplona se censaron 120machos cantores, en tanto que se capturaron y anillaron 30 individuos. En la zona del valle del río Aragón, se censaron 104 codornices y se anillaron 34 individuos. En ambos lugares, lapresenciade machos jóvenes se registró a finales de mayo.
Seguimiento de la codorniz
Métodos poco eficaces. Hasta el momento, el uso de métodos pasivos de monitorización de codorniz, como el programa de Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras(SACRE), se ha demostrado poco eficaz, al infravalorar el tamaño de las poblaciones, lo que puede llevar a la toma de decisiones incorrectas en su gestión.
Colaboración institucional. Se están estableciendo vías de colaboración con administraciones públicas, con el objetivo de compartir información y aumentar, de ese modo, los datos recabados. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por ejemplo, ya ha apostado por la SEC.
Amplio apoyo. En el proyecto Coturnix colaboran las federaciones de caza autonómicas, como la de Navarra, así como más de 5.000 cazadores de toda España, que están llevando a cabo el seguimiento y la recogida de muestras biológicas.