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Unas rutas teatralizadas darán a conocer a 10 mujeres de la historia de Pamplona

'Memoria Eszenikoa' arranca el martes 3 de septiembre en euskera y a finales de mes ofrecerá recorridos también en castellano

Unas rutas teatralizadas darán a conocer a 10 mujeres de la historia de PamplonaIban Aguinaga

Se agotaron las entradas enseguida. “Eso significa que este es un proyecto necesario”, apunta Garazi San Martín, productora, directora e intérprete de Memoria Eszenikoa, iniciativa teatral que recorrerá varios rincones del Casco Viejo pamplonés poniendo el foco en las historias de diez mujeres de la ciudad que ejercieron distintos oficios y que fueron completamente invisibilizadas. Las dos primeras visitas de esta ruta escénica tendrán lugar el martes 3 y el miércoles 4 de septiembre en euskera. Probablemente, a finales de septiembre se harán también en castellano, incorporando a María Araiz.

El personaje más antiguo es del siglo XI, pero la mayor parte de ellas vivieron en la primera mitad del siglo XX”, explica Maia Ansa, también impulsora y actriz de esta propuesta que se ha acabado de poner en pie durante una residencia de dos meses en la Escuela Navarra de Teatro. La inspiración fueron las visitas guiadas que la historiadora feminista Ana Díez de Ure comenzó hace 25 años en torno a diversas figuras femeninas de Pamplona. “Las hacía con Silvia Fernández”, recuerda la gestora cultural, que hace unos años pensó que “sería muy bonito hacer un proyecto teatral sobre estas mujeres”, comenta. Así, les pasó todo su material a las actrices, “y nosotras hicimos una selección”, escogiendo a “aquellas que queríamos representar”, profundizando en ellas y generando una dramaturgia que, en muchos casos, se apoya en frases de documentos reales

Ninguna de las promotoras de Memoria Eszenikoa quiere desvelar los nombres de las protagonistas de esta ruta que arranca en la plaza de Santa María la Real, continúa por la calle de la Merced, Catedral, plazuela de San José, Portal de Francia, el Archivo Real y el Zacatín y Mercado de Santo Domingo. “Preferimos que las personas que asistan las descubran en el momento”, dice Ansa, que añade: “Hemos querido poner énfasis en las mujeres que fueron represaliadas y silenciadas, y que se organizaban para apoyarse”.

Reivindicar una genealogía

Y es que este proyecto teatral pretende recuperar “esa geneaología que nos pertenece”. “Necesitamos conocerlas; durante mucho tiempo se nos han negado esos referentes”, y ahora se trata de ponerles carne, piel, voz, gestos, ojos... “El objetivo es hacer un ejercicio de memoria que nos parece justo”, indica Ansa. Garazi San Martín coincide: “A las personas que vivimos en Pamplona nos falta parte de nuestra historia”, y, cuando investigas como hemos hecho nosotras, descubres que aquí ha habido mujeres con grandes logros”. 

Esta propuesta también es una “herencia” que Ana Díez de Ure ha legado a estas profesionales de las artes escénicas, “que alumbran arte a partir de la Historia”, señala la experta. “Así podemos conocer la evolución histórica de las mujeres en la ciudad; cómo hemos estado reprimidas y cómo se han ido creando espacios de resistencia, lugares de encuentro y alianzas de apoyo mutuo”, continúa.

90 minutos

La suma de las distintas escenas alcanza una duración aproximada de hora y media y, aunque son independientes unas de las otras, “hemos querido darle una coherencia al conjunto”, de ahí que la dramaturgia y la estética cuenten con elementos comunes. El vestuario, por ejemplo, es de Alicia Otaegui, que ha apostado por unas piezas simples y versátiles que “en unas escenas juegan un papel y en otras, otro”. No hay que olvidar que las actrices tienen que cambiar de personaje entre escenas, mezclándose, además, con los viandantes que cruzan las calles como cualquier otro día. “Para nosotras ha sido un viaje que nos ha sorprendido todo el rato. Estas mujeres nos interpelan, nos conmueven y constituyen todo lo que somos hoy en día. Este recorrido no va a dejar indiferente a nadie”. Y, como indica Díez de Ure, quizá también se “resignifiquen los espacios” y, en adelante, haya rincones de la ciudad que cobren otro sentido.