“Queríamos hacer algo diferente, una historia ficticia que hablase de algo real”
Jo & Swiss Knife tienen nuevo álbum, ‘La saga’, un ambicioso proyecto conceptual que mezcla música y cine. Este sábado lo estrenarán en la casa de cultura de Burlada
¿De dónde nace la idea de grabar un disco conceptual?
–(Aritz) La idea viene de intentar hacer algo diferente, de salirnos de lo que parece que está estipulado para los grupos, que es grabar un disco, sacar un single, un videoclip y hacer una gira. Entendimos que en estos tiempos de consumo ultra rápido, una manera de generar interés podía ser contar una historia fragmentada.
–(Jose) Nos gusta meternos en berenjenales, hacer las cosas a nuestra manera. Llevamos casi tres años dándole vueltas, pensando un guion que reflejase nuestras personalidades, una historia ficticia sobre envidias, rencores y sobre cómo nos pisamos unos a otros.
Envidias, rencores... ¿esos serían, junto a la vanidad, los temas centrales del disco?
–(J) Sí. A veces parece que para sobrevivir en este mundo tenemos que pisar a los que están a nuestra altura, es así en todos los estratos de la sociedad.
En ‘El pacto’ se menciona un cruce de caminos, imagino que estará relacionado con la leyenda de Robert Johnson, que se dice que vendió su alma al diablo para alcanzar el éxito en la música.
–(J) Sí, hay varias referencias de ese estilo y esa para nosotros es clarísima. Toda la historia habla de ese pacto por el éxito fácil y rápido. La historia de Robert Johnson, vendiendo su alma al diablo en el cruce de caminos, es como muy romántica para la gente de la música.
–(A) Es como lo de estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros. Con tal de tener éxito, de tener reconocimiento, de que la gente te siga o de vender, en este mundo de la música, como en cualquier otro ámbito, lo que prima es perder tus principios.
¿Y dónde nace esa ambición? ¿Del propio músico, o de elementos externos como las discográficas, a las que aluden en la hoja de promo?
–(J) Es la pescadilla que se muerde la cola. Vivimos en un mundo en el que tenemos que ser exitosos. Esta industria siempre ha funcionado así: alguien tiene que apostar por ti y tiene que extraer todo lo que pueda de ti; en el momento en el que no le funcionas, te deja de lado. Las dos cosas se retroalimentan.
¿Qué precio estarían dispuestos a pagar para alcanzar el éxito?
–(A) La respuesta lógica sería nada, pero la respuesta real, con nuestra realidad, nuestra avaricia y nuestras pretensiones, tendría un precio, porque somos parte de esta sociedad y estamos contaminados por ella. Pero deberíamos deconstruirnos en ese aspecto y que la respuesta fuese nada. Prefiero no pensarlo, porque tengo pinta de ser bastante barato (risas).
–(J) En realidad, lo que sacrificamos es nuestro tiempo y nuestro esfuerzo. Le dedicamos la vida a esto. A veces parece imposible, pero hasta que no te metes no sabes cuánto te puede absorber, hay mucho trabajo subterráneo detrás. ¿Qué haríamos por la fama rápida? Hasta que no te ponen el maletín delante, no sabes la respuesta.
En este disco han cambiado de idioma para las letras, pasando del inglés al español. ¿A qué se ha debido?
–(J) Es algo que habíamos valorado desde el principio. Por la música que hacemos, entendíamos que quedaba mejor en inglés. También pensamos en incluir el euskera, porque es una música folk, rural… En castellano no terminábamos de sentirnos satisfechos. Ha habido pruebas y hasta ahora no lo habíamos desarrollado.
–(A) También tiene que ver con el hecho de que queríamos contar una historia. Queríamos hacerlo con imágenes, pero también con los textos. Nos daba miedo que no sonase natural, pero en cuanto nos pusimos, nos resultó sencillo. Además, le hemos cogido el gusto a expresar las cosas como hablamos normalmente, sin utilizar un tono demasiado poético, sino más llano.
Entiendo que el público lo habrá aceptado bien, porque ahora entenderá mejor el mensaje de las letras.
–(J) Sí, el feedback está siendo muy positivo, por lo que dices y porque ahora la gente puede cantar las canciones en los conciertos. Hasta ahora hacía más “nanana”, pero ahora se las saben.
–(A) También nos comentan las letras, lo que entienden ellos, lo que les sugiere… Es muy interesante. Lo que más nos preocupaba era que no sonase forzado, pero la gente nos dice que le suela natural.
Musicalmente, siguen fieles a la americana.
–(J) Sí. Igual en este disco hemos metido alguna guitarra eléctrica más que puede tirar hacia el country rock, el más acelerado, el que se puede bailar.
–(A) El más golfo.
–(J) Son los estilos que nos gustan, seguimos con ellos.
Han rodado seis vídeo clips que cuentan una historia conjunta.
–(J) Queríamos hacer algo diferente, crear una historia que es ficticia, pero que habla de algo real, lo que decíamos antes de las avaricias y demás. Hicimos varios intentos de guion hasta que dimos con una historia que nos convenciese. Queríamos que tuviese acción, una persecución, tiros, sangre… Un poco tarantinesco. Nos pusimos en manos de Iker Lanz y nos entendió muy bien.
–(A) Hay un montón de guiños a series y pelis que nos gustan.
En las tomas falsas que incluyen al final de cada uno de ellos se ve que se lo han pasado muy bien, pero habrán tenido que invertir mucho esfuerzo, personal y económico, para rodar tantos vídeo clips. Lo normal suele ser uno o dos por disco…
–(J) Claro. Las tomas falsas muestran el lado divertido, pero para llegar ahí te has tenido que comer muchas horas de diseño, de guion… Mucho trabajo. Ha funcionado, pero ha habido momentos críticos y cansancio.
–(A) La inversión económica ha sido muy grande. Hubiese sido mayor todavía si hubiésemos recurrido a una productora más grande y eso nos hubiese permitido delegar. Como no lo hemos hecho, hemos estado encima de todo y también la implicación emocional ha sido más alta.
En la presentación de Burlada van a mezclar música y cine. ¿Cómo será?
–(J) Haremos la proyección de todos los capítulos seguidos, y estrenaremos el que falta. Haremos la música en directo, que es un reto para nosotros. Eso es un embolado, porque tenemos que ir perfectamente sincronizados con el vídeo. Es una manera diferente de presentarlo. Va a ser en modo cine, con el público sentado… Habrá también un pequeño coloquio y seguramente terminaremos tocando más canciones.
–(A) Eso es. Habrá que hacer un poco de juerga, que para eso estamos aquí.
¿Han probado alguna vez este formato, o la de Burlada será la primera?
–(J) Es la primera vez y puede que la única, no sé si lo repetiremos.
–(A) Si algún ayuntamiento nos lo pide, o alguna casa de cultura, igual lo hacemos, pero en principio esta es la presentación y será la única vez que lo hagamos así. Luego ya haremos conciertos de los de siempre, de los de privar y bailar.