Tras narrar una historia de crímenes en el Bilbao de las riadas de 1983, la escritora guipuzcoana afincada en Cintruénigo Dolores Redondo (Donostia, 1969) regresa a Navarra con su nueva novela, Las que no duermen NASH, a la venta desde hoy, miércoles 13 de noviembre. Curiosamente, este volumen sería el segundo de una saga que comenzó con Esperando al diluvio, según acaba de anunciar la autora, y que sumará cuatro títulos en total bajo la credencial de Los Valles Tranquilos, en referencia a Baztan y a Malerreka.
En esta nueva historia de ficción, aunque basada en hechos reales, la escritora utiliza la Sima de Legarrea, en Gaztelu (Donamaria), como punto de partida de una trama que, como ya es habitual en su trabajo, se construye a base de retazos de realidad, crímenes, mitos y leyendas. "La zona te lo da”, comentó el martes 11 de noviembre durante una visita promocional con prensa de dentro y fuera de Navarra. Sin embargo, Redondo se aleja de los acontecimientos que sí sucedieron en este lugar “por respeto” y porque Las que duermen es “una ficción”, insistió.
Cabe recordar que el Gobierno foral declaró la Sima de Legarrea Lugar de Memoria Histórica de Navarra en 2020, cuatro años después de que un equipo de Aranzadi liderado por Paco Etxeberria y Lourdes Herrasti descubriera y exhumara los restos de Juana Josefa Goñi Sagardia y de seis de sus siete hijos, desaparecidos desde agosto de 1936, cuando, como se ha podido demostrar a posteriori y tras la investigación, fueron arrojados a la grieta por los vecinos de casi todas las casas de la zona, a excepción de tres. El motivo se desconoce. Hay quienes hablan de que la madre no acudía a la iglesia y, por tanto, sus hijos tampoco; otros mencionan pequeños hurtos que se produjeron en los pueblos cercanos y que cansaron a sus habitantes, y también están los que creen que Goñi practicaba la antigua religión, o, lo que es lo mismo, los ritos ancestrales propios del pueblo vasco. Si fuera así, “estaríamos ante la última ejecución por brujería de todo el país”, afirmó Dolores Redondo.
Durante el recorrido por las localizaciones de la novela, la escritora incidió en que ha querido poner distancia con los “terribles” sucesos acaecidos en este emplazamiento, de los se han escrito numerosos artículos de prensa y trabajos científicos, además de libros como las sucesivas ediciones de La Sima, de Jose Mari Esparza.
Redondo tuvo noticia de estos hechos a través de la periodista Alicia del Castillo, de Doneztebe, que en 2016 asistió a la exhumación de los restos de la familia. “Vinieron vecinos de Gaztelu que quisieron estar presentes para acompañar a la familia, que también estuvo”, y porque, de alguna manera, querían “romper con el pasado”. Y es que, lo sucedido marcó tanto a los habitantes de la zona que incluso “una vecina de Gaztelu dejó un nicho pagado en el cementerio de Gaztelu para enterrar a la familia si aparecía”, agregó la periodista, que quiso reconocer a Elixabet Badiola, vecina de Donamaria que en 2014 publicó Glicinia rota, la primera novela en torno a este caso.
Comprendiendo que se trata de un tema “sensible” y que hay expectación en Malerreka y Baztan por saber qué historia ha contado, Redondo reiteró que su novela no es un true crime. “He construido una ficción sobre una injusticia terrible”, subrayó. A partir de este punto, ha inventado otros crímenes, algunos cometidos hace 400 años y otros en marzo de 2020, concretamente en los días previos a la declaración del Estado de Alarma a causa de la pandemia.
Nash Elizondo
El cadáver de una joven desaparecida hace tres años aparece en la Sima de Legarrea, donde lo encuentran el equipo de antropólogos y arqueólogos encabezado por Nash Elizondo, el nuevo personaje protagonista creado por la autora. Se trata de una psicóloga forense cuyo nombre obedece a las siglas del código que determina la causa de una muerte: natural, accidental, suicidio u homicidio. Decidida y valiente, la profesora de la Universidad del País Vasco descubrirá qué hay detrás del crimen de la adolescente y qué se escondía bajo su cadáver. Y lo hará con la colaboración de Amaia Salazar, entre otras.