El año pasado, León Benavente pasó por Pamplona con la gira de su décimo aniversario y ahora regresa con disco nuevo. Siempre en la carretera…
Cuando estuvimos haciendo esa gira, era una situación extraña. No somos un grupo aficionado a mirar atrás, siempre preferimos tocar las canciones nuevas, nos ilusiona más el futuro que el pasado. El año pasado estábamos haciendo las dos cosas: estábamos con la gira conmemorativa, pero ya habíamos empezado a trabajar en este disco nuevo. Ahora ya estamos metidos solo en lo nuevo, llevamos año y medio trabajando en él.
Estos aniversarios suelen prestarse a hacer puntos de inflexión en las carreras de los grupos, pero, en el caso de León Benavente, el nuevo disco sigue la evolución de mezclar rock y electrónica.
Es verdad que llevábamos un par de discos jugando con este acercamiento del rock a la electrónica, pero yo creo que sí que hay una diferencia. De entrada, hemos contacto con un productor externo y eso es un cambio parea nosotros. Creo que en este disco hemos logrado de verdad nuestro objetivo, y no solo hablo de la opinión de los cinco; cuando vino Cristina Martínez (de El Columpio Asesino) al estudio, nos dijo que por fin lo habíamos logrado. Este proceso de investigación lleva un tiempo y este era el momento de sacar este disco. También es un disco más vital que Era; un disco corto, directo… eso se está notando mucho en directo.
¿Podríamos decir que es una versión mejorada de los trabajos anteriores?
Más que una versión mejorada, es una consecución total del objetivo. Cada disco tiene lo suyo; algunos necesitan que pase un tiempo para saber qué nos está contando exactamente. Yo creo que Era se entenderá mejor cuando se vea la trayectoria del grupo. Eso es lo bonito, sobre todo, de los grupos duraderos: ver toda la evolución, los lugares por donde ha ido pasando. No creo que haya discos mejores ni peores, todos son necesarios. Eso sí, este último disco es buenísimo (risas).
Decía que han contado con un productor externo, Martí Perarnau. Nunca lo habían hecho. ¿Les ha gustado la experiencia?
Era algo que tenía que pasar, estábamos predestinados a trabajar juntos. Martí es muy fan de la banda y nosotros somos muy admiradores de su trabajo, tanto de sus proyectos como de las producciones que había hecho. Para él era un reto, porque somos un grupo que siempre ha tenido las ideas muy claras: llevamos cuatro discos auto producidos, llevamos mucho tiempo trabajando juntos… No tiene que ser fácil, pero él encajó muy bien a nivel técnico y psicológico. Nos abrió un camino. Ves cómo otra persona entiende tus canciones y eso es muy enriquecedor.
También han cambiado de estudio: los anteriores los habían grabado en el estudio que Edu Baos (bajista de León Benavente) tiene en Aragón, y este lo han grabado en el que usted tiene en Galicia. Entiendo que es importante hacerlo en casa, teniendo todo el tiempo del mundo para investigar, probar cosas…
Sí, totalmente. Nos encanta grabar en otros estudios; la canción que hicimos el año pasado, para el aniversario, la hicimos en Estudio 1, en Madrid. Esa canción requería ese tipo de sonido. Para este disco buscábamos una mezcla entre rock y electrónica, un sonido sintético. En un estudio nuestro tenemos mucho más tiempo para hacer ese trabajo de orfebrería, de ir construyendo canciones a partir de sonidos… Que cada canción sea importante y dedicarle su tiempo. Las canciones acaban reflejando el lugar en el que son grabadas, yo creo que se nota algo especial.
Las letras mantienen su tono habitual: algunas son más reflexivas, otras más críticas… pero todas suelen tener bastante humor, ¿no?
Sí. Quiero pensar que no pasa desapercibido. Ya desde el título del disco, desde esa imagen que la gente tiene del grupo, cuatro tíos maduros, medio serios… Hay mucha gravedad. Las temáticas que tratamos tienen cierta solemnidad. Cuando pasa eso, nos gusta jugar con el humor y la ironía, sin llegar al sarcasmo. No enfocar los temas desde el ángulo más evidente. Creo que no hay nada peor que la solemnidad y la evidencia.
En el disco colabora una navarra ilustre, Cristina de El Columpio Asesino, y no es la primera vez que lo hace. ¿De dónde les viene la relación?
De hace muchos años, antes de montar León Benavente. Yo conocí a Cristina en un festival, cuando yo sacaba discos en solitario, que me dejó un teclado. Los cuatro León Benavente hemos tenido mucha relación con El Columpio Asesino desde antes de montar el grupo. Y desde que estamos como León Benavente, creo que hay algo estilístico que tenemos en común, una conexión de actitud. Es uno de los grupos que más me gusta de por aquí. Son una buena inspiración, ha sido una suerte cruzarnos con ellos. Además, una de las canciones más importantes de nuestro repertorio la hacemos con Cristina (se refiere a Ser brigada, NdR), y eso también une. Cuando hicimos esta canción, Su verso, pensamos que quedaría muy bien la voz de Cristina, porque tenía un rollo muy Pixies.
La gira empezó hace unas semanas. ¿Qué tal les está yendo?
Sinceramente, creemos que esta es la mejor gira que hemos hecho hasta la fecha. Siempre nos gusta cambiar, y en esta gira ha habido cambios: tenemos una nueva disposición en el escenario; creamos un nuevo espacio escénico, digamos. En el repertorio están incluidas todas las canciones del nuevo disco, cosa que nos encanta hacer. Están siendo conciertos muy exigentes, con muchísima energía. Llevamos cuatro o cinco y estamos encantados.
En todos estos años, Pamplona no ha faltado en ninguna de sus giras.
Siempre, en cada gira ha sido así. Seguimos apostando por empezar las giras en las salas, es un tejido que hay que cuidar. Creo que es importante para ver en qué posición está el grupo realmente. Si te recorres las salas de este país ves cuánta gente sigue ahí. Zentral siempre ha sido una parada en el camino, es una sala que suena de puta madre, con un escenario maravilloso, siempre hay lugar para sorpresas… Tenemos muchas ganas.