La propuesta de grabados y litografías de Solana estará en el Gustavo de Maeztu hasta el 2 de febrero.Javier Arizaleta
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Esa es también la misión de los 26 grabados que pueden verse en Estella (de los 28 en total que creó) y de las cuatro de las siete litografías que Solana realizó. Una técnica que descubrió en la Escuela de Artes Gráficas de Madrid en 1918 y a la que iría volviendo posteriormente como una asignatura pendiente que reflejar con aguatinta y punta seca, como las rescatadas por Adolfo Rupérez y Juan Hidalgo a partir de las planchas originales que el artista dejó perfectamente acabadas pero sin ver la luz, antes de morir: como máscaras de carnaval que el público podrá descubrir en el futuro. Una experiencia que se puede vivir de manera exclusiva en Estella-Lizarra hasta el dos de febrero en el Museo Gustavo de Maeztu, otro pintor coetáneo con el que tuvo muchos paralelismos “ambos fueron escritores, se apasionaron por los grabados y las figuras humanas de sus obras poseen mucha rotundidad”.
Retratos. Casi todas las estampas de Solana remiten a un modelo pintado y en muchas ocasiones este mismo modelo está previamente descrito en su trabajo de escritor.
Amoral. Solana se vale de varios instrumentos como por ejemplo las máscaras, para tratar de expresar diversos aspectos de la existencia, pero a la manera de Goya no transmite ningún juicio moral, simplemente nos presenta este mundo, para que nosotros como curiosos espectadores de la vida, lo contemplemos o valoremos.