¿Cómo nace la idea de estos conciertos de aniversario?

De una forma muy sencilla. En octubre de 2024 se cumplieron treinta años de la formación de Skalariak, que fue el inicio de mi carrera. Quería celebrarlo de una forma especial, buscando los orígenes y con gente que me ha acompañado en todo este tiempo.

En 1994, en Navarra, el ska no era en absoluto mayoritario…

En Iruña y en Nafarroa en general, se escuchaba más rock, heavy, punk, rock urbano… Como decíamos en la canción, “Iruña es heavy metal”. En Euskal Herría, lo que quedaba de ska era lo que había dejado el rock radical vasco. En el estado español también quedaba lejos, aunque sí había bandas más cercanas a lo que queríamos montar: en Madrid estaba Malarians, en Cataluña Doctor Calypso o Skatalá… Incluso en Europa estaba la tercera ola del ska con grupos como The Busters. En Estados Unidos también había bandas californianas, pero en Navarra no, la verdad. Lo que queríamos hacer Skalariak era llenar ese vacío.

A pesar de ello, el crecimiento de Skalariak fue bastante rápido, ¿no?

Sí, cuando llevábamos solo doce conciertos, GOR se interesó por nosotros y grabamos nuestro primer álbum. Realmente, no había una pretensión de llegar tan lejos. La pretensión inicial era expandir esta música y este movimiento, el mensaje anti racista y anti fascista. Queríamos letras de denuncia, pero que la música fuese festiva. Yo tenía un programa en la radio libre Zarata Irratia, colaborábamos en el fanzine Black and White, que era de música ska y jamaicana y tenía repercusión estatal e internacional. Organizábamos conciertos, fiestas de ska… Éramos militantes de esta música. Al final acabamos montando una banda; empezamos mi hermano Peio y yo; mi otro hermano, Pablo, se sumó al saxo y se fue apuntando gente que teníamos alrededor. Empezamos de cero, sin saber tocar ningún instrumento y con pocas pretensiones.

Y en ese ascenso, ¿hubo algún punto de inflexión que les hiciera notar que el grupo estaba creciendo más de lo esperado?

Sí, con el segundo disco, que hubo un cambio de formación importante. Fue un momento bastante relevante. El disco tenía canciones que tuvieron mucha repercusión, como Solo vivir, que llegó a número 1 en algunas radios. Salimos a tocar fuera de Navarra, por el Estado, por Europa… Tampoco fue un boom muy rápido; fuimos creando una base y el camino fue ascendente, pero paulatino.

“La pretensión inicial era expandir el mensaje anti racista y anti fascista; queríamos letras de denuncia, música que fuese festiva”

Con el paso de los años, hubo bastantes cambios de formación. ¿Ese fue uno de los motivos para poner punto y final a Skalariak?

Sí, hubo muchos cambios de formación. Al final, del primer disco solo quedábamos Javiero, mi hermano Pablo y yo. Mi hermano Peio seguía componiendo conmigo, pero no venía a los directos, había dejado la batería. Grabamos un último disco en directo, Ska Republic, y decidimos hacer un parón que en principio iba a ser por un tiempo. En esos momentos hacíamos giras bastante extensas, íbamos a Latinoamérica. Peio, que era con el que había empezado el grupo, lo había dejado. La gente quería tomarse un descanso después de tantos años juntos. Yo veía que ya no había la misma emoción en el proyecto, por eso decidimos parar. Yo quería hacer un proyecto diferente, que fue The Kluba, y cada uno tenía su propia mirada.

Menciona las salidas a Latinoamérica, y las giras también pasaban por Europa. Entiendo que en aquellos tiempos, con Internet prácticamente en pañales, no sería fácil que un grupo independiente se organizase para tocar en tantos países. ¿Cómo lo hacían?

En Latinoamérica tampoco hicimos tanto, creo que fuimos un par de veces a México, una vez a Chile y otra a Costa Rica. A Europa sí que íbamos mucho, sobre todo centro Europa. Suiza era nuestro bastión, hacíamos festivales grandes, salas… Tuvimos mucha repercusión. Tuvimos nuestra primera web en 1997, la hizo mi hermano Peio y fue una de las primeras de un grupo del Estado. Ahí veíamos que teníamos seguidores en México y otros países de Latinoamérica. Antes de Internet, la comunicación era lenta, pero muy fluida. Yo intercambiaba fanzines y música con gente de cualquier país. Había una red importante de seguidores de esta música por todo el mundo. Nosotros éramos parte de esta red y eso nos permitía salir fuera. Luego, el boom de Internet lo agilizó todo mucho más.

¿Y cómo funcionaba el grupo en esos países?

Hubo momentos en los que éramos más conocidos en Suiza que en Iruña. Recuerdo estar en el balcón del hotel donde estábamos hospedados y ver chavales que iban al colegio con camisetas de Skalariak. Ahí flipé. ¿Qué está pasando aquí? En México también prendió con bastante rapidez la mecha Skalariak, pero es que había una base, se estaba cociendo algo desde antes de que llegásemos nosotros.

Prueba de ello es que el anuncio de estos conciertos de aniversario se ha hecho en una rueda de prensa en México, y que allí se celebrará uno de los dos conciertos; el otro será en Barcelona. ¿Por qué estas dos ciudades? ¿Habrá más?

La historia de Skalari30ak fue creciendo. Inicialmente iba a ser un único concierto conmemorativo. Hablé con Peio y quiso participar. Yo quería que todos los que han participado de esta historia estuviesen representados. Hablé con Hiart, que es su mujer y fue teclista de Skalariak, y también se apuntó. Luisillo, Javiero… Hemos armado un set con la formación original del grupo. También habrá cosas de The Kubla, ese proyecto experimental en el que quise fusionar el ska y el rockabilly. También estará la Rude Band, mi banda actual. Será un resumen de estos 30 años de carrera con todas las bandas en las que he estado. Son catorce músicos, no es fácil desplazarnos. Inicialmente íbamos a hacer solo Barcelona, que es una ciudad que históricamente ha apoyado mucho el proyecto Skalari, y hemos decidido hacer también México, un punto al otro lado del charco donde también tenemos muchos seguidores. La idea es hacer dos conciertos únicos con todos estos músicos, que no es fácil.

Cuando se anunciaron estos conciertos, en diciembre, todavía no había terminado la gira de su último disco con la Rude Band…

Efectivamente. Se juntó el final de la gira Radical Park con la Rude Band, lo último que hice fue Latinoamérica, El Salvador, Costa Rica y México y el último concierto en Madrid, que se agotaron las entradas con un par de meses de antelación. Eso coincidió con la preparación de Skalari30ak, que ha tenido una respuesta mucho más masiva de lo que esperábamos. Cuando lo anunciamos, se colapsó la web para la venta de entradas y hemos tenido que cambiar el lugar en México por otro de más aforo. No esperábamos una respuesta tan buena, la verdad.