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Miguel PovedaMúsico

“El arte no se puede enjaular, debe seguir su curso”

Miguel Poveda regresa de nuevo al manantial inagotable de la poesía de Federico García Lorca para poner música a su ‘Poema del cante jondo’. Este sábado 22 de febrero lo presentará en Baluarte

“El arte no se puede enjaular, debe seguir su curso”Javier Bergasa

Miguel Poveda presentará este sábado en Baluarte su Poema del cante jondo, con el que trae la poesía de Federico García Lorca para poner música a su repertorio.

Ya había adaptado a García Lorca con anterioridad (en ‘Enlorquecido’ y un par de sonetos en ‘Sonetos y poemas para la libertad’). ¿Por qué ha decidido regresar a él y por qué concretamente al ‘Poema de cante jondo’?

Por amor al flamenco, por la belleza de los textos de este poemario y por la gratitud que siento hacia un poeta que se implicó de manera activa con este arte, organizando el primer concurso de Cante Jondo en 1922, cuando no era la tendencia, además de dar conferencias por el mundo entero elogiando esta música.

A pesar de la relación de Lorca con el flamenco, este poemario no se escribió para ser cantado. ¿Le ha resultado fácil adaptarlo? ¿Qué es lo que más ha costado?

No ha sido fácil porque yo no quería encajonar a la fuerza los textos en estructuras muy marcadas por el cante tradicional, hasta que me empecé a quitar cadenas y a componer con libertad, aunque respetando la atmósfera del poemario y de la identidad de los cantes.

Fíjese que Lorca ha sido muy adaptado por artistas de todo tipo, pero creo que nadie le había dedicado un monográfico al ‘Cante jondo’.

Quizás en directo sí, pero no un disco completo, aunque hay poemas sueltos grabados por ahí que son joyas insuperables.

“Estoy en continua improvisación a la hora de decir estos poemas porque no siempre los siento de la misma manera”

El libro tiene cincuenta y cinco poemas y usted ha escogido doce. ¿Cuál ha sido el criterio de selección? ¿Los más fácilmente adaptables, los que más le gustaban?

Un poco de todo, los que resonaban música en mi cabeza y empezaban a dibujar ritmos que me llevaban a darle vida musical.

Algunos poemas hablan de cantaores, como Juan Breva o Silverio Franconeti. En el dedicado a este último participa el actor Juan Fernández. ¿Cómo se ha producido esta colaboración?

En este último, el texto: su grito fue terrible, lo sentí siempre susurrado en mi cabeza, nunca cantado, sin embargo las demás estrofas sí las leía en forma de seguiriya, así que estuve buscando quién recitara ese fragmento y la voz contundente de Juan Fernández era la suya, no podía ser otra. Ha sido un regalo porque es uno de nuestros mejores actores.

Usted llegó a Lorca por Camarón de la Isla, y creo que este disco lo ha grabado muy cerca de donde vivía Camarón. ¿Cómo ha sido eso?

Jesús Guerrero, el maravilloso guitarrista con quien he grabado este disco, es de San Fernando y vive allí, justo detrás de la casa en la que nació y vivió Camarón. Allí grabamos el disco completo y me sirvió de inspiración y fue casi religioso pasar cada día por su puerta donde, de forma silenciosa, le pedía que me ayudara en el proceso creativo y en la expresión artística a la hora de cantar.

Hace más de cien años, Manuel de Falla, amigo de Lorca, decía que el cante jondo estaba a punto de morir. ¿Cómo ve usted la salud del cante ahora mismo?

Yo disfruto de muchos buenos y buenas cantaoras que son emocionantes, además de eso, con grandes conocimientos de lo que es el cante tradicional y el respeto a la tradición, eso hay que celebrarlo y apoyarlo. Quien no celebre eso dentro del flamenco es que no es tan flamenco.

“Quien no celebre que hoy hay muchos buenos y buenas cantaoras dentro del flamenco es que no es tan flamenco”

Falla también se quejaba de que el cante jondo se había contaminado por otros estilos. Se ve que por entonces ya había puristas, como también los hay ahora.

Yo entiendo la preocupación por conservar las estructuras más primitivas de nuestro arte, pero el arte no se puede enjaular y debe seguir su curso, a veces más acertado y otras muchas no tanto, pero es necesario y sano que, conservando la tradición, el artista se sienta libre para sacar su propio fuego de su alma.

Usted mismo llevaba tiempo sin grabar un disco de flamenco puro. ¿Siente la necesidad de volver a él de vez en cuando?

Grabé uno en 2018 que estaba dentro de otro con el que celebraba treinta años en la música, pero siento más cercano a mi forma de entender el cante este último. Por supuesto, grabaré más discos de cante y espero que sean en directo porque es donde mejor me expreso.

A Pamplona viene con la guitarra de Jesús Guerrero, con quien ha grabado el disco. ¿Cómo será el concierto?

Así es, el concierto es este disco con la emoción del directo, fue aquí donde adelanté, antes de grabar, algunos bocetos que ya tenía en mi cabeza. He sumado otros poemas que no están grabados y se quedaron en el tintero. Tengo una ilusión tremenda por cantar este disco tan querido por mi allí donde estrené, como digo, alguno de los primeros borradores.

La improvisación está muy presente en el flamenco. ¿Un disco como este, que adapta un poemario, también la permite? ¿O va a tener que ceñirse más al guion?

Permite un poco menos en cuanto a letras porque los poemas tienen su desarrollo, pero yo estoy en continua improvisación a la hora de decirlos porque no siempre los siento de la misma manera, además de que me aburriría y soy enemigo número uno del aburrimiento.