Síguenos en redes sociales:

Tras la música de Hilarión Eslava

El joven músico navarro afincado en Amsterdam Anai Telletxea ha colaborado con los autores de la nueva biografía, y la más completa, del célebre compositor y musicólogo burladés, recuperando varias de sus obras

Tras la música de Hilarión EslavaCedida

Empezó en la música a los 7 años y es nacido en Burlada, así que el nombre de Hilarión Eslava tenía que cruzarse en su camino. Lo que no imaginaba de niño Anai Telletxea (Burlada, 2000) es que acabaría recuperando algunas de las obras de su ilustre paisano y contribuyendo a la difusión de su legado.

Telletxea, afincado desde hace tres años en Amsterdam, donde forma parte de la Academia del JongNBE, grupo de músicos jóvenes del Nederland Blazers Ensemble (ensemble de vientos de los Países Bajos) y, además de interpretar y ofrecer conciertos, da clases en holandés de oboe y de música, ha colaborado en la creación de la nueva biografía de Hilarión Eslava (Burlada, 1807 - Madrid, 1878), la más completa publicada hasta ahora: La música, la vida y la España de Hilarión Eslava, obra del investigador estadounidense Antonio Rufín Aguilar, quien afirma ser el tataranieto del ilustre sacerdote y compositor burladés.

Accesible al público de manera gratuita

Publicada recientemente por el Centro de Documentación Musical de Andalucía (CDMA), esta nueva biografía, accesible al público de manera gratuita a través de la web de dicho centro, parte de “un trabajo muchísimo mayor que los que se habían realizado hasta ahora”.

Tiene 800 páginas y es “una investigación mucho más personal”, con una parte de las raíces del compositor y musicólogo y todo lo recopilado hasta ahora de su legado. Y es que, como apunta Anai Telletxea, “la monografía y la biografía que existían hasta ahora, ambas publicadas en 1978, decían que Eslava tenía poco menos de 200 obras, y en esta última investigación, Antonio Rufín Aguilar y su esposa Becky Rufín recogen más de 400 partituras...”. Una labor de recuperación y difusión que continúa hoy, y que los estadounidenses vuelcan en la web que han creado para el proyecto, hilarioneslava.org.

“La música de Hilarión Eslava es de una gran calidad, y queda muchísima por interpretar y por conocer”

Anai Telletxea . Músico e investigador de la obra de Hilarión Eslava

Con este sitio se topó Anai Telletxea hace años. Descubrió el extenso catálogo de obras de su paisano y vio que incluía varias de oboe y corno inglés cuya existencia desconocía. “Me llamó la atención y escribí a Antonio y Becky ofreciéndome para recuperar esas obras. Desde el principio se vieron súper contentos”, cuenta el músico navarro. Él estudiaba entonces en el Conservatorio Superior de Aragón –adonde pasó tras cursar los 6 años de grado profesional en el Pablo Sarasate de Pamplona y estudiar antes música en la Escuela Hilarión Eslava de Burlada, levantada sobre el solar de la casa natal del compositor, musicólogo y pedagogo–.

Becky y su marido Antonio Rufín -quien asegura ser el tataranieto de Hilarión Eslava-, que están recuperando el legado de Hilarión Eslava, visitaron en 2021 Burlada y el mausoleo del compositor.

“En Aragón decidí hacer mi Trabajo de Fin de Grado (TFG) sobre las obras de oboe y corno inglés de Eslava, así que las recuperé y grabé”, cuenta Anai Telletxea.

Años después, en 2022, viajó a Amsterdam, donde hoy reside. Allí estudió en el Conservatorium van Amsterdam, donde hizo el máster de dos años, con un trabajo final también en torno a Eslava y sus obras de oboe y corno inglés. “Estas piezas tienen acompañamiento orquestal, y yo hice la reducción para piano de todas ellas”, cuenta.

“La historia ha machacado a Hilarión Eslava”

En opinión de Anai Telletxea, “la historia ha machacado a Hilarión Eslava”, en el sentido de que “no ha llegado mucha de su música hasta nuestros días”.

“Fue un compositor muy prolífico, escribió más de 400 obras, pero como explica el autor de esta última biografía, su obra sacra fue prohibida por un Papa por motu propio, porque decían que la música sacra tenía que estar basada en canto gregoriano, y claro, su música era romántica; y encima prohibían las orquestas en las iglesias, así que toda su música sacra era orquestal, quitando la coral..., y no cumplía esos requisitos. De hecho la única obra que consiguió llegar hasta nuestros días, la más conocida, es su Miserere, que en la Catedral de Sevilla sí consiguieron que se mantuviese, pidieron un permiso y se siguió interpretando anualmente hasta nuestros días. Para ellos es como si el compositor fuese sevillano, por eso esta nueva biografía se ha presentado en Andalucía”, apunta Telletxea.

“El mayor problema lo pone la Iglesia. Muchas catedrales, la de Pamplona entre ellas, niegan el acceso al legado de Hilarión Eslava"

Anai Telletxea . Músico e investigador de la obra de Hilarión Eslava

Hilarión Eslava fue maestro de capilla de Burgo de Osma, Pamplona, Sevilla y Madrid, donde también fue maestro de la capilla real de Isabel II, “así que tenía la obligación de componer bastante música para las capillas; pero también compuso tres óperas, fue profesor y director del entonces Real Conservatorio de Música y Declamación, hoy Conservatorio Superior de Música de Madrid, para el que también compuso muchas obras... ”, destaca el joven músico burladés, que “por suerte del destino” dio con los supuestos descendientes de Hilarión Eslava, que viven en Seattle, y se unió a esa labor de recuperación y difusión de la obra de su ilustre paisano. “Ya van más de 200 obras que han encontrado en todo el mundo, desde la Catedral de Chile Amberes a diversas partes de España”, dice Telletxea, apuntando que todavía queda por recuperar.

El obstáculo de la Iglesia

“El mayor problema lo tienen con la Iglesia. Han catalogado más de 400 obras pero no han podido acceder a muchas de ellas porque en muchas catedrales no logran el acceso. A las obras de la Catedral de Pamplona no han podido acceder, las de Burgo de Osma solo pudieron verlas pero nada más, ni siquiera hacerles foto. Están luchando ahora con todo esto, y es una pena. Al final esas obras se las comerán los ratones”, lamenta el músico.

Las catedrales que no permiten el acceso a este legado de Hilarión Eslava argumentan que “esas obras son de su propiedad”. “Supongo que tendrán idea de sacar un rédito económico de esas obras, pero, ¿qué rédito van a sacar de unas obras que no se recuperan y no se ponen en valor?”, se pregunta Telletxea.

Antonio y Becky Rufín, ante el mausoleo y la tumba de Hilarión Eslava.

Los obstáculos no detienen a Antonio y Becky Rufín. “Ellos siguen con esa labor de búsqueda y recuperación. Es interesante, porque de las tres óperas que compuso Eslava, que tuvieron muchísimo éxito, no se conserva ninguna completa, entonces de vez en cuando se va encontrando alguna parte en algún lugar, como ha ocurrido hace muy poco en A Coruña... Así que seguro que hay obras por ahí”.

"Es una pena; si esas partituras no se recuperan y se ponen en valor, acabarán comiéndoselas los ratones"

Anai Telletxea . Músico e investigador de la obra de Hilarión Eslava

En cuanto a la difusión del legado de Hilarión Eslava en su tierra, Navarra, Anai Telletxea cree que queda mucho por hacer. “Suelen interpretarse anualmente en Baluarte un par de obras, su Miserere o la Misa de Difuntos, sobre todo sus piezas sacras; en Burlada existe la Semana de Música Hilarión Eslava, y las corales de allí de vez en cuando cantan algunas de sus obras, pero el repertorio se limita como mucho a diez piezas. Queda muchísimo por interpretar y por conocer de este compositor”, asegura.

De i a d, Antonio Rufín Aguilar, Anai Telletxea y Becky Rufín, en la visita del matrimonio estadounidense a Burlada en octubre de 2021.

Él está intentando contribuir a este reto. “Hice un arreglo para el Alarde de Txistularis este año de un aria de una de sus óperas, con el deseo de dar a conocer diferentes obras de este compositor, porque su música es de muchísima calidad y por desgracia ha caído un poco en el olvido. Por eso decimos que la historia lo ha maltratado”, lamenta Anai Telletxea.

Portada de la nueva biografía, y la más completa, de Hilarión Eslava.

EN CORTO

  • Dos hijos. Miguel Hilarión Eslava Elizondo fue sacerdote y no debería haber tenido hijos, pero parece ser que tuvo dos: Ramón Rufín y Valdés, que sería el bisabuelo de Antonio Rufín Aguilar, y un hermano dos años mayor llamado Federico. Ambos fueron herederos principales en el testamento de Eslava.
  • Visita de Antonio y Becky Rufín a Burlada. En octubre de 2021, Antonio –supuesto tataranieto de Eslava– y Becky Rufín recorrieron los más de 8.000 kilómetros que separan Seattle de Burlada para conocer los lugares relacionados con el que está considerado el padre de la musicología española. Allí, junto con Anai Telletxea, conocieron la Escuela de Música Hilarion Eslava, y el mausoleo del compositor.
  • La biografía más completa. Hasta ahora existían una monografía y una biografía (obra de Leocadio Hernández) de Hilarión Eslava, publicadas en 1978 –en el centenario de su muerte– por Eresbil y la Institución Príncipe de Viana, respectivamente. Pero la que acaba de ver la luz es la investigación más completa.

“En Amsterdam las salas de conciertos se llenan, es una gozada”

Anai Telletxea forma parte en Amsterdam de la Academia del JongNBE, el Ensemble de Vientos de los Países Bajos. “Es como la parte joven de las orquestas, somos un músico por cada instrumento y de la parte de oboe entré yo”, cuenta el músico burladés sobre esta academia de dos años que, de momento, es su “trabajo más seguro” en tierras holandesas, donde, aparte de interpretar conciertos con dicho grupo, con sus propios ensembles o con orquestas con las que puntualmente colabora, da clases de oboe y de música en escuelas de música.

Y las imparte en holandés.

Aprender holandés fue un reto personal. Me da rabia cuando la gente viene a Navarra y no aprecia el euskera, así que tenía esa conciencia al estar en un país nuevo para mí. Aquí todo el mundo sabe inglés, pero si quieres trabajar en la enseñanza, o en cualquier sitio que no sea un bar o unos almacenes, necesitas saber holandés. Es importante, y cada vez está siéndolo más. Se están dando cuenta del problema que tienen, de que la gente de este país ya no habla el idioma. Las universidades no lo exigen, entonces poco a poco están añadiendo más carreras en holandés, y a mí me parecía muy importante el tema de aprenderlo; nos motivamos unos cuantos y terminamos aprendiendo holandés”, cuenta.

“Me da rabia cuando la gente viene a Navarra y no aprecia el euskera, por eso quise aprender holandés”

Anai Telletxea . Músico e investigador de la obra de Hilarión Eslava

En cuanto al movimiento musical en Amsterdam, Telletxea asegura que “es muy diferente, hay muchas pequeñas sociedades que ofrecen sus programas de conciertos, en cuanto a programación y asistencia no hay comparación”, dice pensando en España y, en concreto, en Navarra.

“En Amsterdam, tienes un concierto con un ensemble en una bajera muy pequeña de la ciudad, o en una pequeña sala de cultura, y siempre se acaban llenando. Es una gozada ver tantas salas llenas, aparte de que tienen salas muy importantes, como la Real Sala de Conciertos... Las programaciones, aparte de ser inmensas, muy muy extensas, tienen muchísimo público. Eso se agradece”, dice, reconociendo que la audiencia “suele ser muy mayor, como siempre, y ahí todavía tenemos trabajo, a la hora de acercarnos al público más joven”.

El txistu sonó por primera vez...

El pasado 12 de febrero, Anai Telletxea llevó por primera vez el txistu al Koninklijk Concertgebouw (Real Sala de Conciertos) de Amsterdam. Interpretó los sones de una espatadantza y sorprendió muy gratamente al público asistente.

Te puede interesar:

“Les pareció súper divertido, ver solo una mano tocando con todos esos agujeros y todas esas notas... les parecía magia, y al terminar se acercó bastante gente a preguntar, ¿qué es esto?”, cuenta, apuntando que por otro lado el público de allí “está bastante habituado a escuchar instrumentos de distintos países”.

Con el JongNBE, Telletxea interpreta desde Renacimiento hasta música moderna, pasando por jazz, pop, música folclórica de todas partes del mundo... “Hay mucho interés en conocer la cultura folclórica de cada región, y cuando dije que tocaba el txistu me animaron a introducirlo en el ensemble”. Y así este instrumento sonó allí por primera vez.