En un entorno urbanita, la vegetación entre baldosas, en balcones, en rincones perdidos e incluso en los parques pasa completamente desapercibida ante una población que vive acelerada, que está de paso, que apenas se detiene a contemplar y disfrutar. Para combatir esa ‘ceguera verde’, de la que ya hablaron en 1999 los profesores de biología J.H. Wandersee y E.E. Schussler, la artista pamplonesa Virginia Santos Itoiz ha creado una exposición que, con ese mismo nombre, invita a la reflexión y el replanteamiento de la convivencia entre el ser humano y la naturaleza.
La muestra, que podrá visitarse en el Polvorín de la Ciudadela hasta el 3 de julio, ha sido presentada por el director del área de Cultura, Fiestas, Educación y Deporte, Íñigo Gómez Eguíluz, y la propia artista. Así, la exposición ‘La ceguera verde’, recoge un total de 53 dibujos realizados en grafito sobre papel. La mayoría, 29, son obras en blanco y negro de gran tamaño (de 1x1,4 metros). Es, tal y como explica Santos Itoiz, una decisión pensada la de eliminar el color en la representación vegetal. Frente a una naturaleza que es color y vida, la muestra representa esa misma naturaleza en tonos blancos, negros y grises, como si el cerebro humano hubiera perdido la capacidad de percibir el color verde, la naturaleza de lo vegetal.
Una exposición 'envolvente'
Estas obras de gran tamaño se han instalado en las paredes del Polvorín, de forma lineal, con el objetivo de envolver al visitante. En su ejecución, la artista ha utilizado papel fabriano de grano fino, en un intento de representar la fragilidad de la naturaleza que nos rodea y, al mismo tiempo, la dependencia del ser humano de lo natural, como materia prima. Los dibujos surgen a partir de fotografías tomadas por la artista de plantas encontradas por la ciudad.
A partir de ellas ha realizado composiciones propias, alterando el tamaño de unas plantas sobre otras, pero mostrando al detalle su estructura y sus características. Son, en esencia, una mezcla de arbustos, de ramas, de hojas, de flores y de plantas, que no necesariamente crecen juntas, sino que Virginia Santos Itoiz ha decidido representarlas así. La exposición, con ese juego de escalas, quiere resaltar la importancia de la naturaleza y hacer consciente a la ciudadanía de su existencia.
Junto a esta casi treintena de obras, la muestra incluye también otros 24 dibujos, de menor tamaño (24,7x32,5 cm) realizados en grafito y acuarela sobre papel acuarela. Se trata de una selección de dibujos de plantas, a modo de cuaderno botánico, que se han instalado en vitrinas en el centro de la sala, donde se pueden identificar las plantas que componen el mural de las paredes, con su nombre científico y común además de la geolocalización de las mismas. En esta representación realista de las plantas, Virginia Santos sí ha apostado por darles color, atendiendo a su aspecto real en la naturaleza.
Paseos, fotografías y contemplación
La exposición ‘La ceguera verde’ es, tal y como explica la propia artista, fruto de muchos paseos y fotografías del entorno vegetal urbano de la ciudad a lo largo de tiempo. El proyecto ha cobrado forma lentamente, haciendo una similitud con el crecimiento lento de las plantas, a través de una mezcla arbitraria de pedazos de naturaleza encontrados en esos paseos. Todo ese proceso ha desembocado en una muestra envolvente, en la que las personas visitantes puedan sentir la presencia a veces ignorada de la naturaleza en su día a día, a través de un follaje desbordado representado en dibujos con diferente estado de densidad, en los que se alternan vacíos y blancos con una espesura negra.
Al plasmarlas sobre el papel, Virginia Santos está concediendo la inmortalidad a esas plantas, a las que ya nunca se les caerán las hojas ni se marchitarán. Existirán siempre, pero inertes, creando un jardín gris.
La exposición es a su vez parte de la programación de la tercera edición del festival Arbola que invitará a explorar la cultura arbórea y vegetal en la ciudad en el mes de junio. Como antesala a ello el jueves 22 de mayo la artista realizará una caminata de la mano de Eduardo Barba a las 17 horas que terminará en una visita guiada a la exposición. Por otro lado, el domingo 8 de junio a las 11.30 horas la artista realizará una visita-taller a la exposición en la propia sala.