Como todos los años, y ya van 75, la Coral de Cámara de Pamplona nos remansa con su música, en contraste con la algarabía de las fiestas. En el programa, en torno al núcleo Remacha – Bacarisse – Dúo Vital, -compositores de cabecera de la agrupación-, hay cosas nuevas y un estreno de Teresa Catalán. Comienza el concierto con un Bruckner que, aquí, en la reverberación de la iglesia, suena grande y compacto. En el Locus iste se oyen, poderosos, los graves de bajos, con la respuesta contrastada de tenores a media voz. El matiz en piano final, recogido y de oración. En el Ave María, se logra un hermoso empaste, aunque al principio, salta algo de vibrato en alguna soprano; pero se corrige y el Santa María suena convincente en su austeridad bruckneriana. Me pareció estupenda la idea de dar los tres ciclos de canciones de Remacha: castellanas, vascas y, sobre todo, las galaico-portuguesas. A Don Fernando no hay que olvidarlo nunca. Este corpus compositivo del tudelano no tiene ningún problema para la Coral. A destacar el solo de M. Huarte en Arrorro, de las canciones Castellanas. También los tramos más picados (y pícaros). En el ciclo de las siete canciones vascas, destaca, así mismo, lo más danzable y juguetón. Buena introducción de María A. Montoya en Leihorik leio, y, muy bella la entrada del coro, empastada y redonda. Las galaico portuguesas encierran ese fondo un poco nebuloso que contrasta con lo más suelto. Son canciones, a tramos, muy declamadas, que van cogiendo vuelo en un, bien hecho, regulador que las eleva. De Bacarisse, (Ojos claros), nos quedamos con el romántico pianísimo final de los solistas (Huarte-Hoyos). De Dúo Vital con la que, quizás, es una de las obras más importantes dedicadas a un perro, Perro de aguas –Chipirón: saltarina, llena de gracia, e, incluso, trascendente.
Coral de Cámara de Pamplona
Dirección: David Gálvez Pintado. Solistas: Marta Huarte, Ana Alonso, M. Asun Montoya, David Echeverría, y J. Antonio Hoyos. Programa, obras de Bruckner, Gálvez, Kurtág, Remacha, Bacarisse, Dúo Vital, Teresa Catalán, Aita Donostia, Olaizola, Morondo. Lugar y fecha: Iglesia de San Miguel de Pamplona. 8 de julio de 2025. Lleno (entrada libre). Incidencias: A Teresa Catalán, presente en su estreno, se le impuso el pañuelo de la Coral. Por otra parte, quizás convendría, si no se reparte programa en papel, colgarlo en internet.
Siempre ha sido fundamental, para este coro, adentrarse en la más rabiosa contemporaneidad. Contemporánea es la obra del propio Gálvez, aunque anclada en la tradición: es una conseguida, bonita, y muy agradable de escuchar, armonización sobre Joseph est bién Marié, del libro primero de Navidad de Claude Balbastre (S. XVIII), Huarte y Olaso, se lucen. En contraste, la concentrada y casi una broma musical, Ljubow na mesjaz de Kurtág, muy corta; a este compositor deberíamos escucharle más. Y, sobre todo, el esperado estreno de Teresa Catalán. Sigo a la compositora pamplonesa, últimamente bastante activa, y admiro, entre otras cosas, su orquestación; el dominio de la gran masa instrumental. Ante el coro de cámara, Teresa no renuncia ni a la irrupción de lo más libre y novedoso (el comienzo), ni al entramado armónico que entreteje las voces. Nere maitia, irrumpe con una dura entrada de la soprano (quizás el parto), que nos choca y pone alerta. Luego todo se apacigua, siempre dentro de ese magma de choques armónicos que, sin embargo, se escucha muy bien, aunque se intuye peliagudo de mantener para el coro. Este responde muy bien, y consigue que nos metamos en esa atmósfera donde cabe la lírica, el fraseo cantable, etc. pero sin perder la novedad, en su pleno estilo. A su vez, está en la tradición de sus maestros (Remacha).
Como siempre, el concierto se cierra con el P. Donostia. Olaizola (Haurtxoa Seaskan con M. Asun Montoya), y el Agur de los adioses, de Morondo. Se llenó la iglesia de San Miguel. Entre el público, una señora muy mayor, en silla de ruedas, antigua coralista, supongo, tarareaba algunas canciones en su nube de música: resultaba emocionante. Felices fiestas.