"Dupla ha llegado a un punto al que no creíamos que íbamos a llegar tan pronto"

Beñat Oribe y Gari Uriarte han organizado dos fiestas a la altura para este viernes –desde las 18.00 horas– y sábado –desde las 17.00– en tierras alavesas. Agurain, su casa, su tierra, su primer escenario... es el punto de encuentro para Dupla y el público. Después de años sin parar, que han discurrido también por Japón y Reino Unido, toca cerrar la gira del disco De Un Pueblo Llamado Agurain. Es el momento de tomarse un respiro y descansar.

Fin de fiesta y a lo grande. 

–Estamos muy motivados. También un poco nerviosos porque queremos que todo salga bien, sobre todo lo que es paralelo a nuestros conciertos. Al final, es como nuestra fiesta de cumpleaños.

¿Por qué lo han querido hacer así, dos días y en casa? 

–No podíamos hacerlo de otra forma. Llevamos ya varios años girando sin parar y cuando nos planteamos este final de gira, teníamos claro que tenía que ser en Agurain. A lo que le dimos más vueltas fue a cómo hacerlo.

Casi va a ser como lo de ETS en el BEC, donde Dupla también estuvo... 

–(Risas) No, no. De hecho, te diría que no se va a parecer en nada. Eso es lo que queremos cuidar. Este final solo podía ser aquí y de esta forma. No podía ser ni en un pabellón grande ni nada por el estilo. Esto tenía que ser en Agurain con toda la gente del pueblo. En el BEC tienes una semana para montar la historia. Nosotros aquí llevamos 30 años fantaseando. Eso juega a nuestro favor.

Para hacer todo esto realidad están contando con mucha gente. 

–Entre currelas, gente que viene a colaborar, personas que acuden a actuar... ni sé a cuántos estamos liando. Esto no se hace ni entre dos, ni entre cinco.

Sin parar

Es cerrar un tour largo y exitoso, que les ha llevado además a diferentes países. Una gira agotadora pero muy satisfactoria, ¿verdad? 

–Sí, sí, mucho. La verdad es que hemos llegado a un punto al que no creíamos que íbamos a llegar tan pronto. No es solo cosa de Dupla, es también del actual panorama de la música vasca. Hay muchos grupos haciéndolo muy bien y hay demanda de euskal musika. Es que el público está respondiendo muy bien. Nosotros estamos ahí, en este momento y en este contexto. Seguro que esto pasará y bajará todo, pero es verdad que ese contexto favorable nos ha pillado a nosotros en un buen estado de forma. Eso nos ha permitido hacer cosas muy guapas, viendo, además, que la gente ha respondido. 

¿Y después? ¿Vacaciones? 

–Pues sí. Yo me voy a ir a México de retiro espiritual (risas). De hecho, hacemos esto en Agurain y hemos bloqueado todo. No hay nada, absolutamente nada, en nuestra agenda. Obviamente volveremos, pero es necesario parar. Después, primero nos encontraremos Beñat y yo para volver a hacer canciones, que es algo que ahora está siendo posible entre conciertos, vídeos, entrevistas... Solo queremos volver a juntarnos él y yo para hacer canciones como lo llevamos haciendo toda la vida. Es que no hemos tiempo de calidad para ponernos a ello hasta ahora. 

Junto al público

De estos dos días de fiesta, ¿qué esperan del público? 

–Yo creo que la gente se lo va a pasar bien. No queremos algo muy grande. Igual hay quien espera ver un espectáculo a lo grande, pero nosotros queremos que esto sea algo cercano, en donde la gente esté a gusto. No va a haber fuegos artificiales. Esto es más algo de calor humano, más goxo. Espero que quien venga, se vaya con la impresión de haber vivido algo hecho con cariño.

¿Y ustedes dos, cómo se lo toman? 

–Cuando montas un final de gira así puede picarte la cosa de decir: y si hacemos esto nuevo o lo otro... Son cosas que ni puedes preparar ni ensayar bien. Nosotros sabemos que tenemos un concierto que funciona de puta madre, aunque esté mal que yo lo diga. Pues ya está. Sí habrá alguna colaboración, algún detalle, pero nada más. Sabemos que la máquina del directo de Dupla está bien engrasada, así que no necesitamos hacer grandes cambios para este final. Somos dos personas en el escenario dándole caña. Es lo que sabemos hacer. Eso es Dupla. No vamos a empezar ahora a hacer trucos de magia, a salir desde el suelo o a colgarnos.