¿Cómo surge esta gira? Celebra el 40º aniversario de Duncan Dhu, no está Diego Vasallo y es una gira de Mikel Erentxun.
No es Duncan Dhu porque no está Diego. Voy con mi banda, con la misma con la que presenté mi disco anterior, Septiembre, por lo que suena mucho a mí. La idea era hacer unos cuantos conciertos, descansar de mis canciones, preparar tranquilamente mi nuevo disco y en ese intervalo recuperar el repertorio de Duncan Dhu. Es cierto que, sobre todo en verano y en los festivales,lo han llamado Duncan Dhu. Yo esto no lo podría hacer sin el beneplácito de Diego, y a Diego le importa entre cero y nada que lo llamen Duncan Dhu y no esté él. No hay lucha de egos ni ningún tipo de problema.Cuando tengo yo el control, como es el caso del concierto de Pamplona, se anuncia como un concierto de Mikel Erentxun, y eso que Diego me recomendó que saliera como Duncan Dhu y me quitara de problemas.
Lo que en principio iban a ser unos pocos conciertos se ha alargado, el final de la gira será en enero de 2027, en el Movistar Arena.
Sí. Ayer me confirmaron la gira americana, que va a ser de casi tres meses. El final será en enero del 2027,en Madrid, en el Movistar Arena. Me da un poco de vértigo, pero la verdad es que está siendo increíble.De hecho, se está alargando porque no se puede parar. Estas cosas solo ocurren una vez en la vida.También te digo que echo de menos mi repertorio y mi carrera, que estaba en un momento muy bueno. Paralelamente a esta gira, voy grabando cositas en mi casa, preparando un disco que espero tener listo para mediadosdel año que viene, más o menos.
Revisando los orígenes de Duncan Dhu, que ahora es un grupo histórico, en su momento no parecía estar destinado al éxito: no encajaba con lo que se hacía en su entorno más cercano del País Vasco, el rock radical, ni a nivel nacional, la Movida.
Éramos un verso libre, y a lo mejor ahí radica el éxito. Es difícil analizar el éxito, pero es verdad que hay ciertos ingredientes a tener en cuenta. Uno de ellos precisamente es lo que tú decías, que no nos parecíamos a nadie.En una época como los ochenta, donde todo era color, hombreras, cardados, mucho sinte y mucha caja de ritmos, de repente salió un grupo en blanco y negro, brumoso, que mezclaba el rock’n’roll clásico americano con una temática más romántica, entendiendo por romántico el siglo XIX, los mares del sur y todo eso. Entiendo que eso debía ser atractivo. Y es cierto, dentro de Euskadi éramos el contrapunto; aunque, curiosamente, teníamos una relación buenísima con Kortatu; compartíamos oficina de management y escenario más de una vez.
“Es mi última gran gira. Dos años, más de cien conciertos, muchos internacionales, y una despedida como no hubiera soñado nunca”
Tuvieron muchísimo éxito cuando eran muy jóvenes. ¿Llegaron a perder la cabeza?
Creo que no. Nos ayudó muchísimo el vivir en San Sebastián, ser un grupo de extrarradio, de provincias.Probablemente Madrid nos hubiese quemado, toda la noche madrileña y demás. El mantenernos en una ciudad tan tranquila como San Sebastián y, en mi caso, el seguir estudiando una carrera universitaria. Es decir, llevar una vida paralela, digamos, “normal”. También nuestras familias. Todo eso hizo que no se nos fuera la olla, que hubiese sido lo normal. De repente, con 19 años, eres famoso, tienes dinero, suenas en los bares, sales a la noche y están oyendo tu canción…Se te puede subir a la cabeza muy fácilmente y nosotros tuvimos los pies en el suelo siempre. No hubo un descontrol ytuvimos suerte, porque compañeros nuestros de generación se desviaran del camino, por así decirlo.
Otro aspecto atípico: hicieron toda su carrera en el mismo sello, por entonces independiente. Otros grupos como Loquillo y Trogloditas o Gabinete Caligari saltaron a una multinacional. A Duncan Dhu no le habrían faltado las ofertas. ¿Por qué no lo hicieron?
Por fidelidad. Por amistad hacia esa cúpula, personificada en Alfonso Pérez, que creyó en nosotros al principio. Era un sello minúsculo que no tenía ni sede, Grabaciones Accidentales. Fue absorbido por DRO, y luego DRO fue absorbido por Warner. He sido absorbido dos veces, pero me he mantenido fiel a Grabaciones Accidentales. Yo me sigo considerando un artista de GASA, sigo hablando y decidiendo mi futuro con Alfonso Pérez. Llevo haciéndolo cuarenta años. No se me ocurre, ya a mi edad mucho menos, un cambio de compañía. Pero cuando tuvimos la oportunidad, no lo hicimos.Y lo mismo con el management. Llevamos con Get In desde que se fundó, a principios de los 90, y nos hemos mantenido fieles. Es como entiendo esta profesión, sobre todo si hay amistad y respeto por las dos partes.
Decíamos que Duncan Dhu es un grupo histórico, pero, realmente, el grueso de su producción se hizo en ocho años, desde 1986 hasta 1994.
Sí. Tuvimos una carrera relativamente corta, aunque parezca lo contrario. Cuando celebramos el décimo aniversario, que se convirtió en el disco Teatro Victoria Eugenia, nos parecía que diez años era mucho. Pero es que después de eso hubo muy poco: Colección, Crepúsculo y El duelo. Hicimos muchas cosas, muchos conciertos y muchos discos, pero en muy poco tiempo. Me siento muy orgulloso porque fuimos bastante culo inquietos y no hay dos discos iguales; de disco a disco hay bastantes saltos, algunos más afortunados que otros. No nos conformábamos nunca y siempre mirábamos hacia adelante.
Tuvieron que ser unos años muy intensos, porque en ese tiempo grabaron un montón de discos, giraron por muchos países, hubo viajes, promoción…
Y eso que nos frenaban. Lo de antes es la antítesis de lo de ahora. Ahora grabas un disco, que te cuesta un montón de tiempo, y dura dos semanas. Entonces los discos duraban uno o dos años, y tú querías sacar un disco nuevo y no te dejaba la compañía. ‘Espera, vamos a sacar un quinto single,que está funcionando muy bien’. A Duncan Dhu nos frenaron muchísimo. Si no, hubiera caído algún disco más, seguro.
O sea, que el ritmo no les llegó a agobiar.
Es que éramos bastante prolíficos.Y luego siempre creímos, y yo lo sigo creyendo, en la inmediatez. Las cosas, cuando las trabajas demasiado… Hay gente que está cinco años para hacer un disco y hay gente que lo hace mucho más rápido. Nosotros entonces éramos muy rápidos, yo lo he seguido siendo. Diego, no. Diego ha cogido un ritmo mucho más pausado y se toma las cosas con mucha más calma.Pero a mí me siguen gustando las cosas inmediatas, grabar los discos en muy poco tiempo, prácticamente no ensayar. Me gusta mucho la inmediatez, la sorpresa, el pequeño error, las cosas imperfectas. Tienes una canción, la grabas y ya está;como estés dando muchas vueltas, al final pierdes el hilo.Por eso, a mísiempre me han tenido que frenar, y me siguen frenando. Siempre me recomiendan que pare un poco, que me vendría bien estar un par de años sin tocar y sin grabar, pero no sé hacer eso. En ese sentido, soy como Dylan, tengo que estar tocando y grabando siempre.
Ahora hay artistas que tienen que parar por salud mental. Entiendo entonces que eso nunca le ha pasado en estos más de cuarenta años.
No, al revés, al revés. A ver, todo esto se sustenta en que, gracias a Dios, las musas me siguen visitando y tengo cosas que decir. Si llega un momento en el que ya no me sale nada interesante, entonces claro que tendré que parar. Pero parar por exceso de trabajo, no. Y mira que este año ha sido duro, intenso. Ya tengo una edad, los viajes en furgoneta pesan más. El otro día me decía Diego: ‘Mira, yo esta gira no la quería hacer, pero es que no hubiera podido hacerla aunque hubiese querido’. Ha sido una gira muy intensa hasta para mí, que mira que soy muy echado para adelante, pues ya tengo una edad y una familia, y llevar estos ritmos me puede llegar a cansar. Por eso, en esta gira estoy diciendo que sí a todo porque la veo como mi última gran gira. Van a ser dos años, más de cien conciertos, con un tramo internacional enorme, con una despedida como no hubiera soñado nunca, que será el concierto del Movistar Arena de Madrid, en 2027. En cuanto esto acabe, volveré a mi carrera en solitario, con giras mucho más tranquilas, en salas mucho más pequeñas, con mucha menos presión, en un hábitat natural en el que me encuentro muy a gusto y en el que espero seguir de por vida.
¿Y qué me dice de Diego Vasallo?
Cuando le propuse esta gira, una de las razones para no hacerla fue que estaba muy metido en nuevos proyectos que han resultado ser fantásticos. Tiene un nuevo disco con su nuevo grupo, Løse, que demuestra todo el talento que tiene. Quién hubiera dicho que Diego iba a acabar haciendo esto después de su travesía por el mundo latino, los discos semiacústicos, sin batería... Ahora está más punki que nunca, yendo a conciertos, comprando discos… Está en un momento fantástico. Es un tipo al que admiro y respeto muchísimo.