Pamplona - La clave del programa de Iratxe Celis es la cercanía del equipo de Onda Vasca, ya que Euskadi hoy magazine va a salir a la calle de forma más intensa que la temporada anterior, a lugares como Balmaseda, Arrigorriaga y Gernika.

Segunda temporada en las mañanas de Onda Vasca, supongo que ya no hay nada que la sorprenda.

-Siempre habrá cosas. Hay pocas novedades, aunque sí una importante, no tengo un compañero -Julen Arriandiaga- y también saldremos de la emisora para acercarnos a los lugares en los que hay un evento o una celebración.

Dos años en Onda Vasca, ¿podría hacer su balance particular?

-Cumpliré dos años el 14 de noviembre. El balance es satisfactorio, no me esperaba estar tanto. Yo llegué para cumplir una baja y en este tiempo he tenido la oportunidad de trabajar con diferentes compañeros.

Con Aintzane Juaristi aún sigue.

-No sabes cómo lo agradezco. Es una de las personas con más años en Onda Vasca, y si el año pasado era mi mano derecha, este año es la derecha y la izquierda.

Y sigue su romance radiofónico con Javier Vizcaíno.

-Se perpetúa, ese romance no va a menos. Mi jornada comienza a las diez de la mañana en ese tramo final de Euskadi hoy. Además, es cuando disfruto de esa coralidad, soy la que me mantengo en el segundo plano, pero me voy calentando, y llego a las once de la mañana con el precalentamiento hecho.

¿Pesan mucho esas dos horas en solitario?

-Pesar no es la palabra. Lo noto, sabes que el hecho de que haya menos personas en el equipo supone una carga extra, pero no me preocupa. Lo que sí me preocupa es no perder la frescura que tienes cuando a tu lado hay una persona que te lleva.

¿Huérfana?

-Sería exagerar, diría que noto la diferencia. He hecho radio muchas veces yo sola, pero el vértigo se mantiene y piensas que no puedes ir a menos de lo que anteriormente tenías con tus oyentes.

¿Miedo a perder los referentes anteriores?

-En la temporada pasada tuvimos buenos datos de audiencia. Somos una radio artesana y buscamos la cercanía, por lo que espero no aburrir a nadie en mis largas parrafadas.

Un final de temporada que será muy electoral.

-Eso me preocupa menos, será Vizcaíno el que tenga esa carga y ahí soy oyente.

Así que no va a sufrir daños colaterales por las elecciones.

-Sí que tenemos un plano más de política local y nos podemos ver salpicados, pero no mucho. Lo que nosotros contamos no va tan pegado a los debates que puede haber en política.

¿Le gusta el mundo de la información política o prefiere mantenerlo al margen?

-Prefiero mantenerlo al margen, pero todo depende de por dónde te lleve la profesión. He hecho informativos y me ha tocado cubrir informaciones políticas igual que de otros ámbitos. La política es uno de esos temas, que si me tocara abordarlo, no sabría cómo hacerlo. Soy una persona informada, pero a la hora de hacer periodismo, dame otro tipo.

Periodismo en clave social, ¿no?

-Sí, va en mi ADN, no lo puedo evitar. No sé si periodismo social o periodismo de servicio, a mí lo que me gusta es contar cosas que le resulten útiles al oyente. Algo que a ellos les preocupe y yo me ocupe de ello. No tienen que ser los grandes temas, me gustan las historias personales, me convence el tú a tú con las personas.

Veo que la pasión por los micrófonos sigue en alza.

-Sí. Desde que salí de mi anterior casa estuve año y medio sin estar ante el micrófono.

Supongo que tendría síndrome de abstinencia.

-Yo me dediqué a ser madre, fue maravilloso. Cuando me llamaron de Onda Vasca y regresé al micrófono me di cuenta de que tenía un hambre voraz, me apasiona.