Puede que sepan que la serie de televisión más vista en todo el mundo durante todo el año pasado fue The walking dead. Yo me enteré ayer, aunque si me lo preguntan lo mismo lo hubiera acertado. Esta aventura en la que un pequeño grupo de humanos huye de los constantes ataques de zombis que pululan por el planeta es como universal. El público mundial ha encontrado una metáfora en esta angustia permanente por evitar que les muerdan primero y les devoren después para pasar a ser uno de ellos. La historia de los zombis está en permanente movimiento. De pronto uno se da cuenta de que apenas queda alguno de los personajes originarios. Es lo que le ocurre también a una de las series más vistas aquí: La que se avecina. Está apunto de estrenar los trece capítulos de la décimo segunda temporada y ya están grabando la 12+1 sin que la anterior siquiera se haya estrenado. Algo que antes nunca había pasado porque esta serie es tan regular como tus tripas después de tomar uno esos productos que te mandan al baño como si obedecieras a un reloj. Algunos nos acordamos de los primeros actores que poco a poco han ido desapareciendo y, en su lugar, hay otros que siguen devolviendo la réplica como esos repetidores de ballet que trabajan con las bailarinas hasta que estas se aprenden los pasos. Y si alguien ha querido volver sobre otros pasos ha sido Ryan Murphy, que después de trabajar con las variantes criminales en American Horror Story y American Crime Story, ahora se lanza a hacer lo que se llama una precuela del filme de 1975 (cuarenta y pico años la contemplan) Alguien voló sobre el nido del cuco, donde Jack Nicholson sobrevivió a las maldades de su enfermera. La serie se pregunta por el origen de aquella maldad. La enfermera estará interpretada por Sarah Paulson pero en el reparto también está Sharon Stone. El cine y la televisión confluyen y esta serie puede ser una buen ejemplo para empezar a entenderlo sin resentimientos.