La directora Karyn Kusama ha decidido dar una vuelta de género al prototípico personaje de Hollywood: agente de policía torturado y alcohólico, que vive para el trabajo, su vida personal es un desastre y busca saldar cuentas con su pasado y lo hace con la ayuda de una irreconocible Nicole Kidman.La despampanante actriz australiana se transforma por completo en este thriller policíaco: su rostro, ojeroso y castigado; su cuerpo, pesado; sus movimientos, renqueantes, violentos. Es "Destroyer. Una mujer herida".