donostia - Candela Peña está exultante con su personaje de Candela Montes en Hierro. Es el primer protagonista femenino en una serie de Movistar+ y también el primer papel protagonista de esta actriz en una serie. Pero lo que más le gusta es que representa a una mujer real, una mujer que es madre de un niño con problemas, una mujer que no aparece masculinizada, que es jueza y que no esconde bajo una americana “sus tetas, su culo y su cuerpo de mujer que ha parido”.

Primera serie protagonizada por usted y primera serie protagonizada por una mujer en Movistar...

-Menos mal. Es una de las cosas que más alegría me da, una serie en la que la protagonista única es una mujer. Es un momento de celebración.

¿Ha llegado con retraso?

-Ha llegado, dejémoslo ahí. Además, es un tipo de mujer concreta, un tipo de mujer que nunca se suele contar, me alegra que se vea reflejada en este personaje de la jueza Montes. Me daría igual que fuera una cajera, una policía o una periodista.

¿Refleja la realidad?

-Sí. Hay muchas mujeres que están en los 40, que tienen niños, que tienen algún hijo con problemas y que el marido o la pareja desaparece. Hay muchas mujeres que se ven lidiando con esa familia monoparental, mejor decir monomarental. Hay muchas mujeres en esta situación que no renuncian a su trabajo y a las que conciliarlo todo les cuesta muchísimo.

¿Mujeres encerradas en una cárcel de emociones?

-En cierta manera, pero mujeres que luchan. Mujeres que no tienen tiempo ni para poder echar un polvo o tienen un hijo, como es el caso de la jueza, de Candela Montes, que es un repelente para cualquier relación emocional. La vida no se lo pone fácil a mi personaje, no está dentro del canon, la opinión que tiene molesta al sistema, le castigan? Es como una pieza de Juego de tronos, la destierran a esa isla, un lugar que puede ser muy hostil... Si esa jueza hubiera tenido un dragón, la que habría montado.

Habla de que Candela Montes no se ajusta al canon. ¿A qué canon, al de tener una cara bonita o unas medidas de 90-60-90?

-Más o menos. Si esta serie la hubiera protagonizado otra mujer, una mujer dentro del canon, desde la prensa le hubierais dado otro espacio.

¿Cree que le habrían dado más espacio de ser una protagonista con medidas espectaculares?

-Yo creo que sí. Con un perfil determinado de belleza, seguro que sería portada de todos los medios.

Quizá sería portada de algunos medios, no de todos. No hay que generalizar...

-Mira, la primera mujer que me entrevistó en Canarias me dijo: “Contenta tenías que estar, eres la protagonista, tienes más de 40 años y con tus condiciones”.

¿Condiciones? ¿A qué condiciones se refería?

-Es lo mismo, ahora decimos “¡Qué horror de pregunta!” Pero qué horror es la prensa en general; no toda, obviamente?

¡Menos mal!

-Pero es obvio que algunos medios dan espacio a algunas cosas y a otras no. Yo también soy fan del 90-60-90, a mí me apabulla y me encanta la belleza. Tenemos que convencer a las mujeres que vienen, a las mujeres del futuro, que lo que hay que embellecer es el corazón y la cabeza. Una mujer es más preciosa cuanto más valorada está y cuanto más se la respeta. Que se vean todos los tipos de mujer que hay.

¿A usted se le ve?

-A veces. A Candela Montes sí que se le ve. Pero hay un tipo de mujer a la que no se ve porque no se enseña y estaría muy bien que se mostrara. Yo todo el rato grito por ello, hay guerras que para mí no están perdidas, pienso seguir peleando. La mujer real es la que compra esas revistas en las que yo y muchas como yo no somos portada, es la mujer real la que paga por ver estas plataformas. La mujer que tiene hijos y está sola quiere verse contada también.

¿Qué tiene Candela Peña de Candela Montes? Le han dejado a la protagonista su nombre...

-La serie estaba hecha mucho antes de que yo apareciera o cayera en el proyecto. Esta serie ganó un concurso en Berlín y después se piensa en ella para canales generalistas. Mi perfil no gusta mucho a estos canales, no suelen contar conmigo. En lo que nos parecemos es quizá en la fuerza de ambas. He necesitado mucha fuerza para construir a una jueza que llegaba con tanto arrojo.

¿Un personaje muy intenso?

-Es un personaje que llegaba con mucho enfado. Pero en el enfado no quiero parecerme a ella.

¿No se enfada nunca?

-A veces. Pero no me enfado por las cosas que veo que no salen, las peleo, no creo que me muestre tan cabreada como ella. Tendré algunas cosas de ella o ella de mí, pero no creo que sea un personaje cercano a mí.

¿Cómo ha sido la experiencia de rodar en una isla como El Hierro?

-El Hierro es un sitio de los más espectaculares que conozco. La verdadera protagonista de la serie es la propia isla. Esta serie no se ha escrito para actores, se ha escrito para ese lugar. Quien vea esos paisajes, en su vida verá nada igual. La tierra está abrasada, pero también tiene un verde brumoso; y luego está ese océano Atlántico tan apabullante que te come. Es un sitio muy extraño en su conjunto, los volcanes salen de ese océano. Es impresionante.

Un sito muy aislado.

-Esa característica marca mucho, es una isla pequeña, lo de no poder salir si no coges dos aviones... Es un lugar muy diferente.

¿Qué sintió cuando leyó cómo era la Candela de la serie?

-Mucha alegría. No suelen ofrecernos a las chicas personajes que se sostengan por ellos mismos, sin necesidad de tenerte que enrollar con un señor, casarte con un señor o depender de un señor.

Ha hecho usted mucho cine, ¿le ha dado la espalda la televisión?

-Durante mucho tiempo soy yo la absoluta responsable de no haber hecho televisión. Ha habido momentos en los que solo he querido hacer cine.

Había entendido lo contrario en alguna entrevista.

-Tampoco es que en televisión haya tenido muchas opciones. Pero todo cambia en esta vida, incluso la forma de hacer series, y esta merecía mucho la pena. A lo mejor hay series para las que yo no estaba preparada. Ha llegado el momento. Consideré que este personaje me enriquecía como persona y que podía ofrecer algo a los Coira (José y Jorge, creador y director de Hierro). Ellos son los verdaderos responsables de esta maravillosa Candela. La de la historia, no yo.

Por una vez, no ha tenido pegas...

-Oye, que no soy tan protestona. Lo único que pido es que la jueza Montes se haya acercado lo más posible a lo que ellos soñaban. Que fuera una mujer que al llegar a Hierro no se masculinizara bajo ningún concepto. Candela no esconde bajo una americana sus tetas, su culo y su cuerpo de haber parido.

¿Cuántos años en la profesión?

-Casi 30, no lo quiero ni pensar. Me acabas de deprimir.

No era mi intención. ¿Por qué motivo eligió la interpretación?

-Porque soy la hija del que tenía el bar al lado del cine de mi pueblo. Yo molestaba en el bar y me decían: “Métete en el cine”. Y en el cine me he pasado las tardes y las noches. Estaba con el acomodador, Ramón, me iba arriba, bajaba y estaba en la taquilla o me pasaba el rato hablando con la que estaba en el baño?

¿No iba a ver películas?

-Sí, las veía varias veces. ¿Por qué soy actriz? Mis padres tenían un bar y he crecido con público, nací siendo actriz. No podía ser otra cosa. Bueno, podía haber sido vedette pero está por venir.

¿Nunca se ha arrepentido?

-En absoluto, mi trabajo me ha salvado la vida.

¿Vacaciones?

-Estoy rodando una película, estoy contentísima, en la gloria. ¡Qué coño vacaciones! Yo no quiero vacaciones, lo que quiero es trabajar, los colegios están carísimos.