PAMPLONA- EEUU es un territorio lleno de sensiblidades, donde los debates respecto al racismo, la xenofobia y los abusos policiales a la población afroamericana están a la orden del día. Y, a pocos días de provocarse un tiroteo organizado por un supremacista blanco, la imagen de la detención de Donald Neely en Galveston (Texas) no podía provocar otra reacción que la indignación generalizada por parte de todos los internautas. En la imagen se puede a dos policias locales a caballo mientras llevan a un detenido de raza negra atado con una cuerda, una imagen que evoca directamente a la época de la esclavitud y segregación de la población negra en territorio estadounidense.

Varios políticos y figuras públicas saltaron a la palestra de las redes sociales para condenar este suceso. La primera en hacerlo fue la demócrata Ana Bell, una congresista local afroamericana que, al cercionarse de lo ocurrido, pidió formalmente a las autoridades del distrito una explicación inmediata de los hechos. En el texto, publicado también en twitter, recalca la degradación que supone la conducta de ambos oficiales y exige que los métodos de arresto sean "más humanos, justos y respetuosos".

El jefe de Policía de Galveston, Vernon Hale, no tardó en responder a través de un comunicado. En él, aclara que se trata de un protocolo que se incluye dentro del cuerpo para situaciones concretas y que en el momento no había ningún vehículo disponible para su traslado. No obstante, el jefe concuerda con las críticas en que los agentes "tomaron una mala decisión" y, pese a que en sus actos "no cabía maldad alguna", "el traslado no era el correcto según dicho protocolo". A su vez, Hale ha anunciado cambios en las políticas para eliminar de inmediato dicha práctica y "revisar todos los métodos de la policía montada".

El comunicado finaliza con una disculpa personal hacia el propio recluso por haberle hecho pasar una situación verdaderamente vergonzosa.