PAMPLONA. La historia se repitió una vez más y un rival del San Antonio volvió a salir escaldado de su visita al Universitario. Ayer le tocó al Arrate cumplir ese guión que hasta el momento sólo el Barcelona se ha saltado habría que recordar cómo ganó y dejarse en Pamplona dos puntos que colocan matemáticamente al equipo navarro en la Copa del Rey. Los guipuzcoanos, un rival rocoso a más no poder, dieron guerra durante 45 minutos, pero acabaron mordiendo el polvo ante el empuje final del San Antonio.
Y si hay que señalar a un culpable de que finalmente los puntos se quedasen en casa, ayer ése no pudo ser otro que Niko Mindegia. Pese a lo abultado del resultado final, lo cierto es que el equipo navarro sufrió de lo lindo para superar la defensa guipuzcoana. Durante la primera mitad Mindegia fue el único capaz de superar la retaguardia del Arrate. El despliegue del central navarro mantuvo al equipo vivo durante la primera mitad ante un Arrate implacable en defensa y con Tokic a un nivel excepcional. El San Antonio, que se fue con la mínima renta al descanso gracias al brío de Gedeón otro de los destacados, no pudo despegarse del Arrate hasta el comienzo de la segunda mitad.
Tras el descanso, en 11 minutos de gracia, el equipo navarro buscó alternativas en defensa, empezó a encontrar el camino para perforar la portería de Voncina y endosó un parcial de 7-1 a los guipuzcoanos (22-17, min 41.). El Arrate reaccionó echando el resto y se volvió a meter en el partido con un parcial de 0-3 (22-20, min 45.). El equipo guipuzcoano no volvería a ver tan cerca al San Antonio.
Tirando ahora también del gran rendimiento por los extremos de Urdiales y Aguirrezabalaga, los de Apezetxea se dispararon en el marcador. En nueve minutos el partido estaba roto (28-22, min 54.) y los dos puntos en el bolsillo. Y con este último triunfo el equipo sella su presencia en la Copa y se coloca con los mismos puntos que en la jornada 15 del pasado año. Quién lo iba a decir.