PAMPLONA. El conjunto ascendido este año a ASOBAL llega al encuentro con las bajas seguras de los lesionados Maxi Cancio y Pocholo, y la duda del pivote Ion Latorre, aquejado de un esguince de tobillo que no termina de recuperar, y cuyo concurso no se decidirá hasta el último momento.
El técnico verdiblanco, Aitor Etxaburu, tiene claro que no será un partido fácil, pero confía en que el ambiente que se ha generado en torno a este histórico duelo y el apoyo de su afición en las gradas del universiario puedan ayudarles a lograr un triunfo que sería un paso de gigante en su lucha por la permanencia.
"Estos partidos son una bendición, sobre todo para el jugador, ya que tienen un factor anímico añadido muy complicado de conseguir por la exigencia de la competición. Nosotros estamos disfrutando de un ambiente fenomenal en nuestra pista y este derbi es una oportunidad de trasladarlo al universitario", ha declarado Etxaburu.
"Sabemos que es un momento histórico y nos sentimos muy orgullosos de ser los cabezas visibles del Anaitasuna y afortunados de representarlo en ASOBAL. La afición debe ser consciente de ello y vamos a ver si les podemos ofrecer un buen partido y llevarnos los dos puntos", ha comentado.
Aunque el Amaya Sport San Antonio afronta el duelo con ausencias importantes en su primera línea, el entrenador del Helvetia no se confía: "El San Antonio es un grandísimo rival, juegan en casa y, aunque pueda faltarle algún jugador, siguen siendo los favoritos".
"Se trata de un bloque experto y duro, con una grandísima defensa. En ataque combinan muy bien el juego táctico y disciplinado con la velocidad y un juego mucho más directo. Vamos con muchísimo respeto porque tienen jugadores potentes y expertos, pero también con muchas ganas de hacerles frente y lograr dos puntos que nos darían mucha moral", ha insistido Etxaburu.