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"La escalada es más que un deporte"

La apertura de una vía en la Torre Marboré le ha valido el reconocimiento de la Federación Española, que este sábado le entregará el premio al mejor escalador en pared en una cita a la que no podrá asistir el otro navarro premiado, Mikel Zabalza, por encontrarse en el Polo Sur

"La escalada es más que un deporte"

pamplona. Para este pamplonés de 31 años que se gana la vida como técnico de mantenimiento de las estaciones meteorológicas la escalada se ha convertido en una forma de vida y aunque no le guste demasiado reconocerlo, se ha convertido en uno de los referentes nacionales en la modalidad por abrir vías como la ruta Agur eta ohore (300 m, 8a).

¿Cómo le ha sentado el premio?

Por una parte alegría, porque se ha reconocido el trabajo que hicimos en la Marboré, pero también me ha dejado un sabor agridulce porque no soy nada partidario que se den este tipo de premios.

¿Podría explicarlo?

Porque fomenta que algunos vayan a buscar este tipo de premios en vez practicar el alpinismo por el propio disfrute que ofrece. No creo que sea ésta la mejor forma de dar a conocer estas actividades.

¿Lo dice por el matiz competitivo que ofrecen estos premios?

No, ya que no creo que haya competitividad por ningún sitio. Cuando vas a abrir una vía con tu amigo no hay nada de competitivo, no lo veo por ningún sitio. Otra cosa son las candidaturas, porque pienso que más que ayudar perjudican al propio premio, ya que puede haber caso en que para que quede bien por el papel le puedes poner una dificultad por encima de la que tiene.

¿Pero no presentó usted, junto a su compañero de escalada Zabala, la candidatura previa para poder optar a este premio?

Sí. Lo hicimos el último día después de recibir un mensaje de la federación en el que nos decían que les parecía interesante lo que habíamos hecho en la Torre Marboré. Lo hablamos y le comenté que si quería nos podíamos presentar, pero que a mí no me interesaba. Al final mi compañero presentó la candidatura, pero un poco empujado por la propia federación.

¿Desde cuando tenía en mente llevar a cabo la citada escalada?

La verdad es que fue hace dos años, después de que me hubieran hablado de esta zona y cuando la vi me quedé impresionado, alucinado, como mi compañero Antton Zabala. Era una pared muy grande que apenas tenía vías. Vimos varias posibles, entre ellas la agur eta ohore que abrimos luego nosotros, y nos quedamos con el gusanillo en el estómago. Pero es una pared a la que no se puede ir en cualquier época del año, ni cuando hay nieve encima ni cuando la pared está mojada por el deshielo. Fuimos a finales de julio para abrir cinco largos, luego volvimos para hacer el resto desde abajo y el 27 de agosto la encadené.

¿Cómo la definiría?

No tiene mucho que ver con las paredes de Etxauri. Primero, porque para llevar a Marboré hay una caminata de tres horas, está a 3.000 metros y en una cara norte. Tuvimos que llevarnos bastante equipamiento. No hay un camino marcado y la dificultad mayor era al principio, aunque había que terminarla.

¿Les obsequió la pared con alguna sorpresa inesperada?

Recuerdo que en el quinto largo vimos una vía a nuestra izquierda que se acercaba hacia donde estábamos, pero lo hablamos y no pasó nada más. Sorpresas positivas hubo muchas, la roca era muy, muy buena. Fue un placer, la verdad, aunque en el penúltimo tramo estaba mojado y fue un poco más difícil.

¿Qué tal funcionó la pareja?

Muy bien. Antton es un escalador de mucho nivel. Igual en este tipo de vías tengo yo más experiencia, pero nos hemos compenetrado perfectamente. Además, creo que las condiciones especiales de la vía nos vinieron bien.

¿Cómo lleva el hecho de estar considerado como uno de los referentes en la escalada?

Creo que eso son más cosas de los periodistas (se ríe), porque un día uno puede escalar más que tú y al día siguiente que sea al revés. No es como la pelota, no compito contra nadie. Hay muchas vías alpinas que a mí no me atraen tanto, pero Mikel o Unai (Mendía) sí les gustan y estoy segurísimo de que son mejores que yo, y en otras puede que yo sea mejor.

El listón lo tienen puesto muy alto los escaladores navarros.

Ahora hay mucha más gente. Hace años en Etxauri nos juntábamos unos pocos amigos y ahora hay mucha gente que ni conoces. Puede que sea la evolución de esta actividad de la escalada, que a mí no me gusta llamar deporte.

¿Por qué?

Porque es una actividad física, pero con un componente psicológico muy importante. Para mí es más que un deporte, que no se puede comparar ni con el fútbol, el tenis o la pelota. Si vas a escalar alguien tiene que leer la vía, ver por dónde ir y luego abrirla. No creo que eso pase en el resto de los deportes.

¿Cómo contempla la decisión del COI de preseleccionar a la escalada como deporte olímpico?

En la de competición sí, pero en el resto no creo.