"Perder fue un palo, pero es importante haber vuelto a semifinales porque venía de estar fuera del mapa"
El chantreano Mikel Idoate (Pamplona, 1989) ya se ha repuesto de su derrota ante Retegi Bi en las semifinales del mano a mano y ahora prepara un verano ilusionante
Pamplona - Mikel Idoate regresó ayer al escenario del crimen. El chantreano estuvo en el frontón Labrit, donde eligió material para el partido por el tercer puesto que disputará el próximo sábado contra Mikel Urrutikoetxea. El delantero de Asegarce volvió al lugar en el que perdió, por tercera vez en su carrera, la opción de alcanzar la final del Manomanista de la LEP.M. Con la derrota ante Julen Retegi ya casi digerida, Idoate hace balance y se muestra ilusionado ante un verano que se le aparece ajetreado: por los exámenes de Derecho (le quedan una decena de asignaturas para licenciarse) y por su participación en la Feria de San Fermín.
Se le vio muy hundido tras perder el sábado en semifinales ante Julen Retegi. ¿Se ha recuperado ya?
-Ahora estoy bien. Lo pienso y me da pena, pero el palo que tuve el sábado ya ha pasado. Al final fue un partido muy exigente, Julen jugó muy bien, mereció la victoria y por eso ganó, pero a uno le duelen las derrotas. A pesar de que racionalizas las cosas y piensas que solo es un deporte, hay algo por dentro que te hace estar jodido y mal. Después del partido, los primeros cinco minutos fueron de mucho enfado, pero después me hundí. Es uno de esos días que tocas fondo, pero, gracias al apoyo de la gente, valoro lo que tengo y la verdad es que lo vivido el sábado en el Labrit fue algo espectacular.
Su hermano Jon ejerció de botillero durante el partido y luego se convirtió en el hombro sobre el que usted pudo llorar...
-Tener al lado a una de las personas o a la persona más importante de tu vida siempre es importante. Además, cuando terminó el partido, mis amigos y mi novia estaban fuera del frontón, me apoyaron, me llevaron a cenar por ahí y, aunque no estaba para muchas celebraciones, se portaron muy bien conmigo y se lo agradeceré de por vida. Están siempre ahí, pero no solo en los momentos buenos, también en los malos. Gracias a ellos valoro lo que tengo. Te hacen ver lo importante, y es que he estado otra vez en las semifinales del mano a mano. Su apoyo y su ánimo resultó determinante.
"Orgullo de la Chantrea", le gritaron desde la grada. ¿Qué significa eso para usted?
-Tengo que agradecer públicamente a toda la gente que vino al frontón. Ya dije en las redes sociales que lo vivido fue increíble, que no se me va a olvidar nunca y fue una de esas cosas que todo el mundo tendría que tener derecho a vivir al menos una vez en la vida.
¿Fue la derrota más dura que ha sufrido?
-No lo sé. He tenido más derrotas duras. Cuando uno se toma todo esto muy en serio y va al 200% a por el partido, cuando pierde, vive la sensación que tuve yo. Quieres ganar y, cuando ves que te derrotan, te llevas un palo duro. Luego ves las cosas de otra manera y valoras que has llegado a semifinales, algo que no pude conseguir el año pasado. Llegar a una final del Manomanista tiene que ser algo increíble y todos los pelotaris sueñan con ese momento. Por eso sufres, por tenerlo tan cerca y ver que se escapa.
Es la tercera vez que pierde una semifinal del mano a mano. ¿Fue más dura la derrota por este motivo?
-Sabía que era difícil, que Julen estaba muy fuerte y que iba a ser muy complicado, pero siempre tienes esa ilusión de decir: "Este año sí". Jugar una final tiene que ser algo increíble. Por eso, cuando lo das todo y te ves impotente, te llevas un palo.
¿Volverá el año que viene?
-No lo sé. Estar en semifinales es algo muy difícil y por eso también es un palo perder, porque sé lo que cuesta llegar a semifinales. Cualquiera te puede ganar, el nivel es muy parejo, los partidos se deciden por pequeños detalles y es muy difícil estar ahí arriba. Por eso, cuando tienes esa posibilidad, piensas que igual puede ser la última y por eso hay que intentar darlo todo. Sin embargo, creo que he hecho un gran campeonato. Para mí es muy importante haber llegado a semifinales porque vengo de no jugar el Parejas, de alguna lesión y de haber estado un poquito fuera del mapa.
¿Es un marrón tener que jugar el partido por el tercer puesto?
-No se puede hablar de marrón. Hay que animar a la gente a que venga a ver el partido. Tanto Mikel (Urrutikoetxea) como yo vamos a dar todo y puede ser un partido muy interesante. No sé cómo estaré ni cómo voy a responder, pero que nadie tenga dudas de que voy a dar todo.
Su buena actuación en el mano a mano también le ha servido para ganarse una plaza en el Torneo de San Fermín. ¿Satisfecho?
-Sí, entrar en esta feria es importante, sobre todo para los navarros y para los de Pamplona porque se juega en casa. Hay un ambiente espectacular y me hace muchísima ilusión jugar el torneo. Espero que todo salga bien, que pueda jugar a gusto, que pueda dar el nivel y que pueda disfrutar en la cancha, que es lo más importante. Pero ahora mismo, a falta de dos semanas, es una alegría tremenda poder jugar la Feria de San Fermín. Supone mucho para mí.
En invierno tuvo pocas oportunidades de jugar y ahora muchas. ¿Ni tanto ni tan poco?
-No, no. Es bonito. Cuando me quedé fuera del Parejas, creía que podía tener un sitio ahí, pero los pelotaris que entraron también se lo merecían y también tenían que entrar. Lo malo del Parejas es que solo hay cuatro puestos de delantero por empresa, está todo muy igualado y el que se queda fuera siempre se lleva un palo. Pero esto es así y lo admitimos. Mikel (Urrutikoetxea) entró y llegó a semifinales; Pablito sé lo que juega: Oinatz también; y qué decir de Aimar. La empresa tiene que decidir y, cuando te quedas fuera, sabes que cualquiera podía haber entrado y que los que están es porque se lo merecen. Pero ahora llega lo bonito para mí, el competir. Para un deportista, es importante verse entre los mejores.
¿Es el premio a su trabajo?
-Sí. Lo único que podemos hacer es entrenar y trabajar todos los días. Hay días que te salen bien las cosas y días que te salen mal. Cuando sale mal, sufres. Y cuando sale bien, hay que disfrutarlo porque ahora tengo por delante un mes bastante bonito. He estado otra vez en semifinales del mano a mano y quiero disfrutar de esto al máximo porque sé que los momentos duros también van a volver.
¿Cómo ve la final?
-A ver cómo está la mano de Juan (Martínez de Irujo). Lo está pasando mal, lleva mucho tiempo sufriendo y habrá que ver cómo está esa mano. Por su parte, Julen (Retegi) ha hecho un campeonato espectacular. Empezó casi desde abajo, ha jugado tres partidos muy buenos y le veo muy bien preparado, sobre todo psicológica y mentalmente. A priori, veo un partido muy igualado.
Habla de la fortaleza mental de Julen Retegi. ¿Qué opina de su capacidad física?
-Lleva varios años jugando muy bien. Es un grandísimo manomanista, es un campeonato que le gusta muchísimo, lo prepara a conciencia, le gusta competir y está ahí por méritos propios. Le conozco, sé lo que ha trabajado y se lo merece. Le felicito.
Para terminar: ¿Ha visto en vídeo el partido que perdió contra Julen Retegi?
-Ni lo he visto ni creo que lo vuelva a ver.
¿Ni para corregir errores?
-De momento, no. Dentro de dos años, ya veremos. Por ejemplo, tampoco he visto el partido que perdí contra Irujo en Eibar hace dos años. Son heridas que es mejor cerrarlas. Al final, hay otros partidos que se pueden ver para corregir errores. A veces, ver una derrota puede llegar a hacerte daño.
¿Se aprende de los errores?
-Eso dicen. Es un dicho muy bueno, pero yo prefiero decir que aprendo mejor de las victorias (risas). Aquí se aprende trabajando y entrenando cada día, de los técnicos y de los compañeros. De las derrotas aprendes a superarte, sobre todo cuando recibes un palo. Aprendes a levantarte y también a racionalizar un poco porque, al final, esto es un deporte. Pero lo que está claro es que, si no trabajas, no aprendes nada.