pamplona - Comenzó siendo una más, pero con el paso del tiempo Erika Vázquez se ha hecho con un nombre en el mundo del fútbol. Para ella, el deporte lo es todo y no solo en el terreno de juego, también en las aulas. A sus 31 años, la navarra ha pasado por los mejores clubes, ha sido 42 veces internacional absoluta y es licenciada en Ciencias de la actividad física y el deporte por la Universidad del País Vasco.
Son muchos años los que lleva fuera de casa. ¿Se considera ya bilbaína?
-No sé si me considero o no, pero está claro que me fui de casa muy joven. Este es el noveno año en Bilbao con un kitkat en Barcelona y sigo considerándome navarrica, pero al final, sí que considero esto como mi casa.
¿Se le ha pegado algo?
-Mi madre dice que sí. Mis amigos también lo dicen, pero yo no me noto mucho. Aunque después de tanto tiempo fuera de casa, es lógico. Menos el euskera, que me apunté una vez y es muy difícil de aprender, creo que algo se me habrá quedado seguro.
Tampoco ha cambiado en exceso. Sigue estando en el norte, con el mismo tiempo y costumbres...
-Sí, cuando realmente me di cuenta de que me había ido lejos fue en Barcelona, porque aquello sí que era diferente. El clima, la gente... y echaba mucho de menos esto (por Bilbao). Pero estando aquí estoy a hora y media de mi casa, el club siempre me ha arropado y valorado mucho y siempre me he sentido como si estuviese en casa.
Es una mujer con mucho recorrido. ¿Qué le han aportado esas vivencias?
-Mucho. El ser humano se hace a base de experiencias. Cuando tienes 19 años, salir por primera vez de tu casa te hace crecer y madurar y aprendes a sacarte las castañas del fuego tú misma. No hay nadie que pueda guiarte. La experiencia de venir a Bilbao fue más fácil, porque conocía a todas las compañeras del equipo. Pero Barcelona sí que me hizo crecer; conoces a otra gente, de diferentes sitios, compartes muchos momentos... Y me llamó mucho la atención la experiencia a nivel profesional, porque fue una oportunidad única poder trabajar allí.
¿Echa de menos su tierra?
-A Pamplona la echo mucho de menos. Pero tampoco estoy mucho tiempo sin ir. Normalmente, si no tengo ninguna concentración, suelo ir como mínimo una vez cada dos semanas. Esto es grande, hay zonas que ni conozco. Sin embargo, Pamplona es más recogida, tienes todo cerca y es más acogedora. Siempre es especial la sensación que tengo cuando vuelvo.
¿Vio la película Ocho apellidos vascos
-Sí. Me gusto mucho.
¿Le pareció que se reflejan bien las dos partes?
-Me pareció graciosa porque tengo familia andaluza por parte de madre y había muchas cosas que conocía. De pequeña he veraneado allí y conozco las dos partes. Creo que se refleja muy bien. Igual hay gente que viendo solo una parte puede ofenderse, pero conociendo las dos, es muy real y divertida.
¿Qué quería ser de pequeña?
-Siempre quería ser guitarrista. No sé porqué porque nunca he tocado la guitarra, pero me dio por ahí. Si no hubiese sido futbolista, creo que me hubiese dedicado a algún deporte. Hice judo, gimnasia rítmica... tenía claro que quería hacer algo relacionado con el deporte. Siempre digo que el fútbol me ha dado las mejores cosas.
¿Le gustaría que su hija fuera futbolista?
-Lo que ella elija. Mis padres siempre me han apoyado en lo que quería hacer y yo haría lo mismo. A pesar de ser un deporte de chicos, siempre he tenido su apoyo y yo creo que haría lo mismo. Sí que me gustaría que se educase con el deporte, porque al final, mucho de lo que soy es gracias a él. Y como solemos decir los deportistas, el deporte es nuestra vida.
¿Qué le pareció el nombramiento de Gala León como nueva capitana de la Copa Davis?
-Me parece muy bien. Al final yo soy mujer y ¿por qué no va a estar una chica ahí si está capacitada? Lo que pasa que es lo de siempre, parece que las mujeres tenemos que demostrar mucho más que los hombres.
¿Y cree que son justas las críticas a Iker Casillas?
-No, pero es normal que se hable de él, siendo un futbolista tan importante. Igual no está pasando por su mejor momento, pero es obvio que no juega él solo. Creo que son rachas, lo mismo que un delantero, pero tampoco hay que darle tanto importancia como la que se le está dando.
Para el clasificatorio del Mundial usaron en Twitter #Soñarengrande
-Sí. Para poder conseguir cosas tienes que soñarlo. Uno tiene que ser consciente de que si se quiere algo, tiene que luchar por ello y marcarse unas metas que sirvan de motivación para conseguirlo.
¿Y suele cumplir todos?
-Todo depende de los sueños y metas que te pongas. Está claro que tienen que ser alcanzables. Si te propones objetivos realizables, ¿por qué no? Trabajando las cosas llegan y hasta ahora, creo que he ido cumpliendo los que me he marcado.
¿Es una persona con inquietudes en la vida?
-Soy bastante perfeccionista. Me conformo con poco y siempre busco más. Intento ver cómo puedo mejorar para ser mejor en todo.
¿En los estudios también lo era?
-(Risas) Sí. Cuando hago una cosa, me gusta hacerla bien, porque para hacerla a medias, prefiero no hacerla. Soy muy exigente conmigo misma y todavía más cuando trabajo con más gente.
¿Sacaba buenas notas?
-No era de las malas malas, porque no suspendía, pero hasta que pasé Bachiller sacaba lo justo para aprobar. No me gustaba lo que estudiaba y lo hacía de memoria. Se me olvidaba todo para el día siguiente, pero yo solo quería aprobar. En el momento en el que empecé a estudiar lo que me gustaba -Módulo de actividades físico deportivas-, hacía cosas que me interesaban y entonces sí que quería estudiarlo y sacaba buenas notas.
En la misma red social publicó una foto en la que salía montada en un kart. ¿Le gusta el mundo del motor?
-No me gusta demasiado, pero fue una actividad de grupo que hicimos con el equipo. Nunca había montado en uno y me gustó mucho sorprendentemente, porque hicimos la típica carrera y para esas cosas soy muy picona. Pero por ejemplo, la Fórmula Uno no me llama nada y tampoco la sigo.
¿Le reconocen por la calle?
-Sí. Normalmente quedo a tomar algo con gente del equipo, entonces si reconocen a una, reconocen a todas. Ha habido veces que tomando algo ha venido la típica niña o niño a pedirnos autógrafos.
¿Guarda alguna anécdota?
-Sí. Me acuerdo de que estaba de vacaciones en DisneyLand París con una compañera comiéndome un perrito caliente y de repente, vino una niña para pedirnos un autógrafo. Me quedé sorprendida porque estaba convencida de que nos había tenido que confundir con alguien. Luego supimos que era una chica que jugaba en un equipo de fútbol de Vizcaya y que nos había reconocido. Había unos al lado que se quedaron sorprendidos porque pensaron que éramos súper famosas (risas). Me quedé hasta cortada porque aquí te lo esperas, pero allí, estando en París, en DisneyLand...
¿Cómo se ve dentro de unos años?
-Soy de las personas que le gusta vivir el día a día. Eso de pensar y de querer saber cómo estaré en un tiempo, no va conmigo. Me gusta vivir el presente, porque al final, es lo que tenemos. Lo que vaya llegando, llegará.
¿Volverá a Pamplona?
-No lo sé. No tengo nada seguro. Creo que lo más importante es el trabajo, así que estaré donde pueda tenerlo, donde sea feliz y esté bien. Todavía no sé qué me va a deparar el futuro.