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Borja Virto: “No suelo votar; este año igual sí para que no salga Podemos”

Su deporte siempre ha estado relacionado con la gente poderosa, pero Borja Virto demuestra en las distancias cortas que esa creencia es solo un mito. Con humildad y trabajo ha ido ascendiendo hasta debutar como profesional en Europa

Borja Virto: “No suelo votar; este año igual sí para que no salga Podemos”PATXI CASCANTE

pamplona - Con 18 años hizo las maletas para apostar por un sueño que ha logrado cumplir: ser profesional del golf. Por el camino ha tenido que renunciar a varios aspectos de su vida como la compañía de los suyos, su ciudad y los estudios.

Su deporte siempre ha estado relacionado con el dinero y las clases altas.

-Sí. Creo que sí que ha sido un deporte elitista, en el pasado sobre todo. Hoy en día, mucho menos. Ahora cualquiera puede jugar a golf y en cualquier campo. Te compras un palo, o te lo dejan incluso, y una ficha, que vale un euro o euro y medio, y tienes 50 bolas para jugar. Empezar así es fácil. Lo que sí que es más caro es viajar. Competir sí que exige cierto nivel económico, aunque yo tuve suerte de poder entrar en un equipo desde que era pequeño.

¿Y ha habido algún cambio con el paso de los años en ese aspecto?

-Ha ido poco a poco, sí. Cuando empecé se veía que ya empezaba a poder jugar cualquiera. Pamplona es una ciudad pequeña, pero en otras poblaciones existen incluso campos públicos. Hoy en día no solo juega gente de mucho dinero, de hecho algún compañero mío viene de familias que lo están pasando mal económicamente, pero han empezado a jugar a golf en sus casas y luego tienen la suerte de entrar en el equipo nacional y con eso van tirando.

¿Le han puesto alguna vez esa etiqueta de niño pijo?

-No he sufrido bullying ni nada de eso, a tanto no ha llegado la cosa (risas). Supongo que tirando a pijo me considerarían por eso de que he jugado a golf, pero tampoco he tenido problemas en ese aspecto.

¿Su deporte exige saber idiomas?

-Sí. Se viaja mucho y es una disciplina en el que estás solo. En un equipo de fútbol eso no pasa, porque como viajas con el equipo, el entrenador es el que se encarga de comunicarse con otra gente. Pero en mi caso, soy yo el que se va solo a Italia, Inglaterra o donde sea y tuve que aprender a desenvolverme solo desde muy pequeño. Me acuerdo de que con 16 años perdí un avión en Amsterdam volviendo de Inglaterra y tuve que ir solo a cambiarme el vuelo. Con situaciones de ese estilo, uno aprende.

¿Y cuántos sabe?

-Estudié inglés y francés en el colegio. Francés llegué a hablar bien, pero ya se me ha olvidado todo y el inglés, habiendo estado en Estados Unidos, muy bien. No tengo ningún problema con el idioma. En Sudáfrica por ejemplo mi caddie era sudafricano y hablábamos todo en inglés y nos entendíamos bien.

¿Qué les diría a los que dicen que el golf no es un deporte?

-Que lo prueben (risas). Cada vez que he ido con algún amigo a jugar, no habremos estado más de una hora y al día siguiente todos, sin ninguna excepción, han tenido agujetas. Con mi primo mismo estuve hace poco y tuvo agujetas. ¡Y eso que ha sido pelotari y juega a fútbol!.

Entonces, requiere estar en buena forma.

-Hay de todo. Y después están las excepciones como Miguel Ángel Jiménez, que es un jugador español muy conocido por el puro y el vino. Físicamente está muy bien para sus 50 años, aunque eso es muy raro porque creo que será el único que pueda permitírselo en todo el mundo. Estar bien físicamente ayuda mucho. Además, ahora están haciendo los campos muy largos, se juegan muchas semanas seguidas y se requiere estar bien físicamente, aunque sea solo para prevenir lesiones.

¿Y qué diría del ajedrez?

-Es distinto. Ahí sí que no hay nada de esfuerzo físico, es todo muy mental, pero tampoco sabría decir si es o no un deporte. Es complicado.

¿Es necesario llevar una dieta?

-Siempre viene bien cuidarse, pero no es un requisito indispensable. Nos intentamos controlar un poco, pero no es como un tío que corre maratones, que se tiene que alimentar mejor. Requiere más preparación la mente que el físico. Es mi opinión.

¿Y cómo se ejercita la mente?

-Más que un tema de preparación, yo creo que es algo se lleva. Quien no vale para competir es muy difícil que aprenda a hacerlo. Puedes intentar perfeccionarlo con distintas técnicas, pero de entrada tienes que tener una mentalidad muy fuerte. Después existen diferentes técnicas o posibilidad de trabajarla con psicólogos.

Su primera experiencia fuera de casa la tuvo cuando se marchó a Estados Unidos. ¿Cómo la recuerda?

-Me fui solo y al principio se me hizo un poco difícil. Manejaba el idioma, pero llegué a una ciudad nueva y hacía mucho frío. Al principio me costó un poco, pero luego me adapté bastante bien, estuve a gusto e hice amigos. Fue una experiencia muy buena, pero empecé a estar cansado de los estudios porque no me gustaba nada lo que hacía y el golf no me estaba yendo tampoco demasiado bien. Por intentar acabar los estudios, alargué el volver a casa, pero creo que en el fondo la cosa fue a peor. Al final volví y dejé los estudios porque era muy difícil compaginar las dos cosas.

Fue allí con una beca. Ahora hubiera sido más complicado que se la dieran...

-Hoy en día está todo algo más complicado. En Navarra sigue habiendo ayudas, pero antes había más. A algún jugador de la Universidad Pública les pagaban campeonatos. Ahora ha habido recortes en todo y es normal que en las becas también los haya habido. En Estados Unidos es muy diferente, la importancia que le dan al deporte es increíble. Allí están mucho más avanzados en eso.

¿Es necesario salir a Estados Unidos para triunfar como deportista?

-Si quieres estudiar y jugar, necesitas irte a Estados Unidos. Si te quedas aquí y estudias, o pierdes todo el golf porque no tienes tiempo o puede que no consigas acabar la carrera. Creo que en España es imposible hacer las dos cosas al mismo tiempo.

¿Es cierto que la comida basura forma allí parte de su cultura?

-Hay mucha costumbre, sí. Por norma general comen muy mal. Allí me malacostumbré un poco y tuve una época muy mala de beber un refresco parecido a la Coca-Cola que tenía muchísimo azúcar. Comía en el comedor de la universidad y todos los días tomaba eso, al final creo que crea adicción. Hasta que un día me dije “esto no puede ser” y volví a beber agua. Después pizzas, hamburguesas... comen a todas horas, pero creo que es porque tienen un ritmo de vida muy rápido. Yo casi no tenía tiempo ni para cocinar. A las seis de la mañana iba al gimnasio, a las ocho a clase, salía a las doce y tenía que ir a entrenar después. Entonces me cogía un sandwich o algo rápido y me lo comía de camino al entrenamiento. No tenía otra opción.

¿Qué come en sus viajes?

-En Sudáfrica había carne de ñu para comer. Siempre ves cosas un poco típicas de cada zona, pero si quieres ir a lo seguro, ensalada, pasta o arroz, eso siempre lo tienes. Normalmente hacen lo básico.

¿Tienen tiempo para hacer turismo?

-A veces sí. Y cuando podemos vamos porque viene bien para desconectar. En Bélgica hice un poco de turismo y esta vez en Sudáfrica, al fallar el corte, tenía el sábado y domingo libres y me fui de Safari. Estuvo muy chulo.

¿Con qué aventura se queda?

-Con el último viaje, el de Sudáfrica. Ahora que he subido de categoría se nota muchísimo. Los sitios son mucho mejores.

¿Guarda alguna anécdota?

-Una vez me tuve que meter en un lago para pegarle a una bola. Me tuve que quitar los zapatos y la camiseta, me remangué hasta las rodillas y cuando le pegué a la bola me salpiqué entero (risas). También recuerdo una vez en un viaje que perdí la maleta. Estaba acostumbrado a viajar en un avión pequeño en el que dejas la maleta fuera, entonces vi muchas fuera y dejé también la mía pensando que era eso, pero no. Resulta que eran para facturar y como dejé la mía ahí, sin etiqueta, me la perdieron.

¿Se considera supersticioso?

-En mi deporte estamos todos locos. Cada uno tiene manías. Yo el número de la bola que utilizo es del día que estoy jugando y con la ropa que me pongo soy también un poco supersticioso. El último día de este torneo me tocó ropa amarilla, no lo veía muy claro y jugué mal. Mi número favorito es el 13 y creo que lo elegí porque normalmente a nadie le gusta (risas).

¿Qué ha sido lo más raro que ha visto hacer?

-A alguien que no juega con tiss amarillos porque con ese color no puede jugar y tiene que coger otro diferente.

¿Cómo se lleva el estar tan lejos de casa?

-Creo que lo llevo bastante bien. Igual algo peor en el tema de mi novia, aunque hablamos bastante cuando estoy fuera e intentamos que venga a algún torneo.

Y si no me equivoco es también su caddie.

-Sí, las veces que viene me lleva los palos. Vamos muy a gusto, pero a veces podría haber tortas (risas). Está bien mientras no venga a muchos torneos, porque si viniese a muchos no sé cómo podría acabar la cosa. El golf saca lo peor de uno. Si tienes días malos, es muy frustrante. Haces muy mala leche y alguna vez lo pago con ella.

¿Qué les pediría a los Reyes Magos?

-Que me vaya bien este año y que pueda mantener la tarjeta. Eso sería un buen regalo.

Y hablando de Reyes... ¿Vio el discurso navideño de Felipe VI?

-No lo vi.

¿Cómo ve a la nueva monarquía?

-Este rey me cae bien. Parece un tío bastante correcto y creo que tenemos buen rey.

Este año el mensaje navideño se centró en la corrupción. ¿Qué opina de este tema?

-Me parece muy bien que hiciera hincapié en este tema porque es una vergüenza. No me gusta ni la política ni ningún político.

¿Suele votar?

-No, nunca he votado. Aunque igual este año voto para que no gane Podemos.

Parece que es un partido que trae aire fresco...

-No creo que sea así. Yo creo que la gente está rebotada por todo lo que ha pasado y ahora quieren votarles a ellos. Pero esos son muy peligrosos (risas).

¿La actualidad la sigue?

-Poco. Además, las cosas que ponen en España, no van mucho conmigo. La telebasura como Gran Hermano, Mujeres y Hombres y Viceversa y Adán y Eva da bastante pena.

Empezó a estudiar Business. ¿Tiene en mente montar algún negocio?

-No. Toda la vida había estudiado Ciencias en el colegio, pero pensé que Business sería más fácil de llevar que una Ingeniería. Y creo que elegirla fue un error porque no me gustaba nada la Economía. Si volviese a tener la oportunidad de elegir, cambiaría de opción.

Cambiando de tema. Publicó en su cuenta de Twitter una foto de un avión con la siguiente frase: “Tras unos meses evitándote, para ir a Escocia no me libro #pórtatebienpequeño”. Les tiene mucho miedo por lo que se ve.

-Sí, pero no me queda otra que aguantarme. De pequeño no tenía miedo, pero me salió de repente, a raíz de un amigo más miedoso y del avión de Spanair que se cayó en Madrid. Arriba no estoy tan mal, eso es lo bueno, pero en el despegue lo paso fatal. Intento relajarme, respirar y pensar en cosas buenas. Pero como tengo miedo, agrando todo e igual ha habido quince veces en las que pensaba que me mataba de verdad. De decir “me ha tocado, ya está, nos estamos cayendo”.

Utiliza bastante las redes sociales...

-Twitter intento usarlo un poco por si hay alguien interesado en lo que hago; Facebook no lo uso casi nada y las fotos que tengo es porque me han etiquetado los amigos. Y Tuenti tuve en su época (risas).

¿Podría vivir sin ellas?

-Sí, perfectamente. De hecho a veces me da pereza meterme, pero intento obligarme porque si no, no haría nada. Diría que soy bastante anti redes sociales.

¿Con qué recuerdo se queda de 2014?

-Ha sido un año muy bueno profesionalmente y lo demás también me ha ido muy bien: familia, novia...

¿Qué espera de este nuevo año?

-Que me vaya igual de bien. Poder mantener la tarjeta y seguir jugando. Este va a ser un año bastante importante. Ahora hasta mayo no juego nada en Europa, me voy a Sudáfrica, Qatar, Tailandia, India, China... Acabas un poco cansado, pero es una experiencia que muy poca gente puede permitirse.