donostia - El martes y en la jornada de ayer llegaron a la costa guipuzcoana olas de las que en contadas ocasiones se suelen ver en nuestro litoral, una ocasión perfecta para que los surfistas disfrutaran de buenas cabalgadas subidos a sus tablas. Una de esas olas grandes se dio en Amuitz, enclave ubicado en el Cabo de Higer, en Hondarribia, donde “llegaron a entrar fácilmente series de entre seis y siete metros”, según comentó a este periódico Mikel Aguirre, uno de los surfistas que se atrevió a entrar al agua. Este es un lugar que llevan frecuentando los últimos cuatro inviernos, que cada vez conocen mejor y eso es muy importante para sentirse cómodos. “El entorno no es peligroso, pero meterte a olas con esas masas de agua lo hace peligroso”, añadió el hondarribiarra.

A lo que no están acostumbrados es a olas de este calibre, por eso todos los surfistas que el martes se encontraban en Amuitz destacaron una serie por encima de cualquier otra. La primera ola de esta serie la describe, en la página web margruesa.com, el zarauztarra Indar Unanue de la siguiente manera: “Ha venido una serie gigante que nos ha barrido a todos. Lo peor no ha sido esa ola, sino las seis o siete olas gigantes que nos hemos comido después”. Mikel Aguirre, por su parte, relató que él se salvó de esta serie porque “en la anterior había cogido una ola y en ese momento me encontraba fuera de la rompiente; por suerte estaba en zona segura”.

Para hacernos una idea de la fuerza con la que el mar azotó la costa, el hondarribiarra señaló que “había unos diez surfistas en la zona del line up (donde se coge la ola) y más o menos la serie les arrastró entre 500 y 700 metros desde la primera hasta la séptima ola que tuvo”.

Para Aguirre, la marejada de estos días ha sido “la más grande en la que he surfeado” y también es “la más grande que he podido ver en persona. Las dimensiones de las olas eran enormes”.

Los surfistas locales por fin tuvieron las olas que llevaban todo este tiempo deseando. “No ha sido un invierno para tirar cohetes, llevábamos todo el invierno esperando. Normalmente para estas fechas suelen entrar tres o cuatro marejadas buenas, aunque no se asemejen a lo del martes”, indicó el surfista de Hondarribia al hablar de las condiciones climatológicas y marítimas que se han dado esta semana para que se produzcan estas olas. Durante este invierno ha habido borrascas, pero el mar no ha acompañado. En opinión de Aguirre, “las olas llegaban con mucha orientación del oeste, y no del noroeste, más directas a nuestra costa. Las marejadas grandes han sido en Portugal, Galicia y Francia”. En este caso la previsión de que una borrasca llegase a Gipuzkoa empezó a darse la semana pasada, pero el hondarribiarra explicó que “cuando la previsión es a largo plazo muchas veces se va desinflando y no suele llegar tan fuerte como se dice inicialmente”. Por estas fechas los surfistas suelen dar la temporada de olas grandes por finalizada, aunque Aguirre espera que “este no sea el último regalo, porque a veces a mediados de marzo llegan buenas olas”.