Para muchos, el alpinismo es una afición. Para otros, una pasión. Pero para Apa Sherpa, el alpinismo es su profesión y el Himalaya su oficina de trabajo. Para este hombre nacido en Nepal (Khumbu, 1961), la montaña fue la única válvula de escape, el único sendero que podía tomar para escapar de la pobreza cuando, con apenas 12 años, falleció su padre. Por aquel entonces, su sueño de niño era la Medicina, escapar de su remota aldea ayudando a sanar a los demás. Sin embargo, la desgracia se cruzó en su camino y tuvo que abandonar la escuela para convertirse primero en porteador de grupos de trekking, luego en el cocinero de expediciones y, con el paso del tiempo, en el jefe de los sherpas. Así pues, pisó la cima del Everest por primera vez en 1990, al cuarto intento, y a partir de entonces, coronó la cima más alta del mundo en 21 ocasiones, siendo el primer hombre en conseguir tal número. Después le siguieron nombres como Phurba Tashi Sherpa o Kami Rita Sherpa, que igualaron sus registros, pero Apa Sherpa decidió no volver a intentar pisar el techo del mundo: “Le prometí a mi mujer que la vigésimo primera ascensión sería la última y mantengo mi palabra. Tengo que tener a mi familia contenta y 21 es un buen número”. Así que ahora, este nepalí ha creado su propia fundación para ayudar a jóvenes en su misma situación y se dedica a dar charlas y mostrar su película al mundo. Por ello, su cortrometraje Loved by all, the story of Apa Sherpa se estrenó ayer en el Bilbao Mendi Film y podrá visualizarse hoy en la Sala BBK de la capital vizcaína, a las 17.30 y 19.00 horas.

De esta forma, para Apa Sherpa el alpinismo siempre fue un empleo. Un medio para ganarse la vida, sin el barniz de la gloria ni el fulgor de la vanidad: “Yo no escalo por un récord, eso viene adherido a mi trabajo. Si el grupo no está en buena forma, incluso aunque estemos a cien metros de la cima, yo también me vuelvo con ellos”, asegura el sherpa. “No me gusta dejar al escalador solo. Yo escalo por los clientes”, explicó cuando había conseguido ya su decimocuarto ascenso al Everest. Sin embargo, aunque esa montaña fuera su mero escenario de trabajo, Apa Sherpa no tuvo más remedio que rendirse a la realidad y sorprenderse ante la belleza del mundo visto desde tan arriba: “La primera vez que escalé el Everest sentí que estaba en el cielo. ¡Estaba tan contento! Cuando era joven todo el mundo hablaba sobre el Everest, así que estaba muy excitado por estar finalmente allí”.

Así, desde que escaló la montaña más alta del mundo en 1990, Apa Sherpa repitió éxito prácticamente cada año hasta 2011, cuando se despidió para siempre del Everest, a excepción de 1996 y 2001, primaveras en las que decidió tomarse un descanso, aunque en 1992 alcanzó la cima dos veces. Es decir, justo la temporada en la que ocurrió el desastre del Everest, aquel 1996 en el que ocho personas quedaron atrapadas en una tormenta de nieve y el año se cerró con doce fallecidos, Apa Sherpa optó por quedarse en casa, al calor del hogar, lejos del peligro y la incertidumbre que anida en el gigantesco Everest. “Dios y mi mujer me salvaron. Me iba a unir a una expedición de Rob Hall. Ya había subido el Everest tres veces con él, pero mi mujer me dijo que no fuera, que tenía que ayudarle con la casa. Así que, ahora, cuando doy conferencias, siempre digo: A veces tienes que hacer lo que te dice tu mujer”, bromea.

Eco-Everest Apa Sherpa dedicó sus últimos años en activo a preservar el escenario que le había dado de comer a él y a su familia. Así pues, el nepalí se unió en 2008 a la expedición Eco-Everest, un proyecto formado por Dawa Steven Sherpa y la agencia Asian Trekking cuyo objetivo era limpiar la montaña más alta del mundo de basura y residuos mientras intentaban concienciar al planeta de las nefastas consecuencias del cambio climático. El mismo Apa Sherpa reconoció el gran cambio que habían sufrido las paredes y las rutas del Everest desde que él lo ascendiera por primera vez en 1990; por lo que se congratuló de haber sido partícipe de un proyecto ecológico que, aunque él abandonara en 2011 a los 51 años, había recogido 13.500 kilos de basura de las vertientes de la montaña más alta del mundo.

Nombre: Apa Sherpa.

Lugar y año de nacimiento: Thame, Nepal, 1960.

Infancia: Su sueño de ser médico se truncó por el fallecimiento de su padre, lo que le obligó a hacerse cargo de su familia y unir su destino a la montaña.

Trayectoria: Tras cuatro intentos fallidos, coronó por primera vez el Everest en 1990 y encadenó 21 ascensos hasta mayo de 2011, acumulando un ascenso por año, excepto en las primaveras de 1996 y 2000, en las que decidió no subir. En 1992 subió dos veces.

Mendi Film: Loved by all, the story of Apa Sherpa’ podrá visualizarse hoy en la Sala BBK, a las 17.30 y 19.00 horas.