Los Pou conquistan Marruecos
alpinismo | la nueva vía abierta, ‘agur’, tiene una longitud de 400 metros y una dificultad de 8º grado
Vitoria - Si hace muy poco tiempo los hermanos Pou sorprendieron con sus escaladas en hielo en Noruega, ahora vuelven a cambiar de registro y abren una nueva vía de dificultad en Marruecos, concretamente en la zona de Taghia, en el Atlas. A lo largo de veinte días han peleado con un clima hostil que les deparó continuas nevadas y que muchas jornadas no les permitió trabajar en la nueva ruta todo lo que les habría gustado. El pueblo Bereber de Taghia se encuentra a una altura de 2.000 metros y hace de punto de partida para la pared de Taradrate -donde Iker y Eneko han establecido su nueva vía-, que comienza a unos 2.400 metros y finaliza a una altura de 2.800 rodeada de preciosas montañas de hasta 3.400.
Además del mal tiempo, el apartado físico también ha jugado un papel importante en esta aventura, ya que con mochilas de más de 20 kilos las casi tres horas que hay hasta la base de la pared se hicieron muy duras en los cuatro días efectivos que les costó realizar la apertura. Para no tener que hacer este recorrido constantemente y paliar el desgaste físico, los vitorianos vivaquearon en varias ocasiones a pie de pared en una pequeña cueva, parapetados con sacos y esterillas.
A pesar de que la intención de los Pou era abrir una línea asequible a futuros escaladores, la nueva vía tiene una altura de 400 metros y una dificultad de 8º grado, con lo que probablemente no serán muchos los pretendientes a repetirla. “Queríamos dejar una clásica que acabase siendo famosa por su calidad y que se repitiese mucho pero nos encontramos paños muy verticales que nos acabaron dando secciones muy complicadas”, reconocen.
La roca caliza de la pared es excepcional, prácticamente al mismo nivel de calidad que la del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes) en Asturias, considerada como una de las mejores paredes de roca caliza del mundo y la montaña más querida de los vitorianos. La apertura se realizó de una manera intachable. Desde abajo, escalando en libre, utilizando friends donde se podía asegurar con material flotante y emplazando parabolts -colgados de los ganchos- solo en los lugares imprescindibles. Un estilo que requiere de mucha fuerza, tanto física como psicológica, ya que al no utilizar ningún tipo de trampa se lleva al cuerpo y a la mente a su máxima exigencia.
La vía cuenta con diez largos, a cuarenta metros cada uno, con la posibilidad de escalar con una sola cuerda de ochenta. La media es de cuatro parabolts (seguros fijos) por tirada, con lo que en muchos lugares las caídas potenciales pueden ser muy largas e incluso peligrosas. A pesar de todo, los Pou se valieron de su experiencia en este tipo de aperturas para firmar otra de muchísima calidad que, en homenaje a Borja Ayed -amigo madrileño fallecido este invierno en los Pirineos a causa de una avalancha-, bautizaron como Agur.- DNA