arguedas - Mientras la radio a las 8 de la mañana pronosticaba que iba a ser “el día más caluroso del año”, en Arguedas 1.400 bikers parecían estar viviendo una realidad paralela porque toda la Bardena amaneció cubierta de densas nubes que resguardaron a los participantes de la XXI Extreme Bardenas, al menos durante las dos primeras horas. Finalmente, el calor no llegó a tanto y las nubes impidieron que se llegaran siquiera a los 28 grados para cuando había llegado el primero (a las 12.06 horas), el valtierrano del Club Ciclista Arguedano Iñaki Maeztu Zapatería, de 42 años, que supo hacer frente al polvo que atenazó las bicis en la zona conocida como Las Bodegas. Una trampa donde las máquinas se atascan en bancos de arena fina que creaban una nube tan densa que impedía la visión y atascaba y secaba las cadenas. Su empuje le valió ser el primero en una prueba que no es de carácter competitivo pero donde la rivalidad convirtió a la Extreme de 2018 en la más rápida y una de las más duras que se recuerda, pese a la ausencia de calor y que era más corta que otros años (94 kilómetros).

el desarrollo Antes de iniciarse la prueba, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Arguedas, y antiguo organizador de la prueba, Manuel Domínguez, leyó un comunicado en el que se dirigió al presidente de Bardenas, José María Agramonte, para recriminarle la cantidad de impedimentos y problemas que han puesto a la organización para poder celebrar la prueba. “Señor presidente, solo le pido por un día al año que colabore con Arguedas y le recuerdo que el turismo deportivo trae también riqueza a la comarca”, indicó Domínguez entre el aplauso de los 1.400 bikers asistentes.

Con unos 18 grados, el cielo cubierto y un gran ambiente, la Extreme salió de Arguedas para llegar a la vecina Valtierra y después comenzar el pelotón a adentrarse por el comunal de este municipio cercano. Tras pasar cerca de los términos de Valcaldera, Calamocha y Landazuría, una enorme hilera multicolor empezó a desperdigarse y en las primeras cuestas abajo apareció el protagonista del día que ya no dejó de serlo durante los 94 kilómetros: el polvo. Pero no fue un polvo normal y fugaz, eran nubes espesas que se metían en las gargantas y demacraban los rostros de los bikers que, pese a ello, iniciaron las primeros 20 kilómetros más rápidos que se recuerdan. En esas circunstancias, quienes mejor se conocen el terreno fueron también quienes mejor se enfrentaron al monstruo y los locales de Valtierra y Arguedas coparon muchos de los 50 primeros puestos.

Tras el paso por campos cosechados donde el pelotón se cruzaba con enormes máquinas, se llegó a zonas que aún no conocían el paso de los bikers como Los Tamarices, obligados también con el continuo cambio de recorrido (en más de cinco ocasiones) que les impusieron desde Bardenas. El fuerte ritmo del coche cabecero y la decisión de no detener la marcha en el primer avituallamiento, disparó la prueba y partió el pelotón de tal forma que desgastó a los más débiles y ya nunca se pudo reunir, realizando juntos un grupo de entre 200 y 300 corredores buena parte de los 94 kilómetros. Las Tres Mugas, Raso Javiela, Castildetierra y Las Cortinas adentraron ya a la Extreme en su terreno natural, rodeados de los perfiles más característicos del desierto ribero como La Ralla, El Rallón, Piskerra y casetas donde se podían leer algunas pancartas de ánimo como la que rezaba “Aupa Ángela; aúpa Yugo”, para dos jóvenes bikers arguedanas que se estrenaban. Entonces el sol comenzó a aparecer ya con fuerza.

Una vez atravesado El Paso, se levantó la veda y la carrera marchó libre para quienes la quisieran disputar. Se inició entonces una prueba diferente, mucho más dura al llegar a la zona de Las Bodegas, donde se multiplicaron las caídas y averías, dado que los corredores entraban en unos barrancos sin ver nada ni saber por dónde podían salir. De las primeras rectas vertiginosas tras aquel infierno, cerca de los terrenos de Landazuría, salió un grupo entre los que marchaban los que serían tres primeros, los dos valtierranos Iñaki Meztu Zapatería (Club Ciclista Arguedas, 3 horas, 36 minutos y 11 segundos) y Javier Guillorme Montori (22 años del Iturroz Club Deportivo, 3 horas 37 minutos y 25 segundos) y el gijonés Luis Moro González (Ciclotecnia, de 28 años, 3 horas 37 minutos y 55 segundos). Ninguno de los tres se había destacado en los primeros 56 kilómetros, guardando fuerzas y estrategia para las partes finales.

En la parte final de la subida al Yugo (a 6 kilómetros de meta) cientos de personas aguardaban el paso de los bikers y al ver que el primero era del club organizador, Club Ciclista Arguedano, los ánimos se dispararon. Pese a que era más corta que otros años, las condiciones del terreno y la elevada velocidad marcaron la dureza y el incremento de caídas con respecto a otros años.

Club más numeroso. La Peña Azagresa (14 ciclistas) empató con el club Porti Mayor de Fustiñana (14 ciclistas) pero al entrar antes en la línea se llevaron el premio.

Más veteranos. Joaquín Íñigo Álava (74 años, Barcelona) y Gurutze Fernández Múgica (59 años).

Más jóvenes. Álvaro Munilla Cabeza (16 años) y Ángela Alfaro Galarreta (Arguedas 20 años).

Heridos. Tres trasladados al Hospital Reina Sofía por caídas, con contusiones, golpes, fracturas y raspazos. Uno con una brecha en la cabeza.

1.335

Son los bikers que cruzaron la línea de meta, de los 1.400 que salieron. De ellos 60 eran mujeres. De los 1.505 inscritos, 493 venían de Navarra, 373 de Gipuzkoa, 286 de Bizkaia, 100 de Álava. El último llegó a las 15.28 minutos, Jon Revilla (6h. 58 minutos).