donostia - Orio cerró el círculo de un verano redondo con su primera Concha. Su primera vez, después de muchos intentos. El de la Txiki es el premio a una fe inquebrantable. A diez años remando y remando, empujando desde atrás para verse por delante y de qué manera. Ayer, las aguiluchas, lejos de defender su renta, atacaron desde el inicio en busca de la bandera. Desde el lado opuesto del transcurrir amarillo, las chicas de Donostia Arraun Lagunak padecieron la calle 1 y no pudieron estar en la pelea. De arranque, se dejaron tres segundos en la salida. Una penalización que fue el inicio de una regata aciaga para las remeras que entrenan Patxi Olabe y Ekain Iriarte. Su cuarto puesto en la jornada de ayer, sin embargo, no empaña un verano que anima a la Lugañene a pensar en grande.

La alegría en la bandera femenina bogó por la calle 4. Por la parte más alejada del Aquarium partió Orio, pero también Hondarribia en la primera tanda. La Ama Guadalupekoa ganó kilos de confianza con un segundo puesto en la general del día que supo a mucho en la tripulación verde en un día tan especial para ellas. Hibaika y San Juan, por su parte, no pudieron aprovechar la oportunidad de remar con las mejores en la tanda de honor. Quintas y séptimas de la jornada, rojinegras y harroxas fueron, eso sí, mejores que la otra representante de la Liga ETE, Zumaia, que no ha soltado su mejor remada en esta Concha.

La Telmo Deun deberá mejorar sus prestaciones en el play-off de la Liga EuskoTren para poder optar a batirse en duelo en 2020 con una trainera del nivel de Orio. La Txiki mostró ayer por qué es una digna sucesora de San Juan en el palmarés donostiarra. Las aguiluchas dominaron todas las facetas de la regata. Con su explosivo arranque, consiguieron una renta inicial de tres segundos sobre el trío perseguidor cuando aún no se habían cumplido dos minutos de regata.

En ciaboga, las diferencias de la cabeza ya eran de ocho segundos sobre Donostia Arraun Lagunak y de diez segundos sobre Hibaika. Con la mitad de distancia que los chicos para recorrer, resultaba difícil que nadie pudiera sorprender a las oriotarras.

El popare sirvió para que la Lugañene se escapara de la Madalen y para que San Juan atacara el sexto puesto de la regata que, a mitad de camino, era de las gallegas de Náutico de Riveira. Las batelerak, con un buen número de debutantes en la olimpiada, no pudieron esta vez conseguir la remada que les llevó hasta los puestos de honor el pasado domingo. Las coruñesas mejoraron en cinco segundos el tiempo de las rosas, que tampoco fueron rival para Hibaika.

festín de hondarribia El GPS pronto mostró que los cronos de la cabeza de la primera tanda, que a muchos nos habían parecido de lo más dignos, eran más que eso. Más que dignos, fueron destacables. El de la ya mentada Hondarribia, por supuesto, pero también el de Donostiarra, que fue tercera en la regata y que superó incluso a la otra trainera local. La Torrekua I se llevó el derbi de la capital por primera vez este verano gracias a un gran primer largo. Las 18 centésimas que separaron a los dos botes fueron fraguados en los primeros cinco minutos de la regata.

La salida de donostiarras y hondarribiarras por las calles 2 y 4, respectivamente, fue de aúpa. Con Riveira entre medias, los dos botes, que se conocen hasta el milímetro después de un verano de ardua y diaria batalla en la elite, se marcaban a cada palada. Así llegaron a la ciaboga, a la par. Una igualdad que se rompió a la altura de la isla. Entonces, las verdes, patroneadas por la supercampeona en La Concha Nerea Pérez, se fueron hacia delante sin mirar ya nunca más a los lados.

“Hemos conseguido hacer, por fin, una regata completa de inicio a fin”, explicaba después un feliz Iker Cortés, técnico de la Ama Guadalupekoa. De hecho, el fin fue lo más elogiable de Hondarribia, que en esa txanpa final le endosó cuatro segundos y medio a su rival donostiarra. Náutico llegó en solitario en tercer lugar, con Zumaia a casi 20 segundos.