Nerea Pena: “Sólo siento felicidad, porque es una medalla inesperada”
en casa familiares y amigos arropan a la navarra en su regreso a pamplona, tras ser subcampeona del mundo
pamplona - Agotada, pero enormemente feliz. Nerea Pena llegaba así ayer al Aeropuerto de Pamplona, pasadas las 23.00 horas, y era recibida por familiares y amigos que quisieron arropar a la subcampeona del Mundo de balonmano. Ahora toca descansar, disfrutar de unos días con los suyos, y saborear una medalla de plata “completamente inesperada”, según dijo, pero muy merecida.
La primera línea navarra viajaba en el último vuelo entre Madrid y Pamplona, después de un intenso día en el que las Guerreras volvieron a cumplir con innumerables compromisos. Entre ellos, la visita a la sede de Seguros Helvetia, patrocinador de la Federación Española de Balonmano. Después de todos estos actos, la navarra se subía al avión que le traía de nuevo a casa.
En el Aeropuerto de Pamplona le esperaban sus padres, Carlos Pena y Hortensia Abaurrea, junto con su hermana y también jugadora de balonmano Miren, que el día anterior arropaban a Nerea en Madrid. También recibió a la pamplonesa su primo Mikel Abaurrea; y su amigo Kike Puy, quien acudía con su hijo Álex. El pequeño lucía orgulloso una camiseta de la jugadora del Siófok húngaro.
La casualidad quiso que Nerea Pena compartiese vuelo con un grupo de jugadoras del Loyola, equipo en el que la primera línea navarra comenzó a jugar al balonmano, quienes regresaban de un intercambio escolar. No dudaron en sacarse fotos con ella, hacerse selfies y pedirle autógrafos. También algunos padres quisieron posar con la subcampeona del Mundo.
días ajetreados Las jugadoras de la selección española han vivido unos días muy intensos, también emocionalmente, después de colgarse el domingo la medalla de plata en el torneo celebrado en Japón. Perdieron ante Países Bajos, tras un polémico final, y aunque no pudieron obtener por tanto plaza olímpica, se muestran muy satisfechas con esta plata y con el objetivo principal de este Mundial, clasificarse para el Preolímpico.
Nerea Pena reconocía ayer tras aterrizar sentirse “muy contenta”. “Ha sido un éxito impresionante. No esperábamos para nada traer esta medalla a casa. El final fue el que fue y al principio te quedas con una sensación amarga. Pero en cuanto nos pusieron la plata al cuello empezamos a disfrutarla, a celebrarla. Es un éxito para recordar que va a quedar en la historia”, explicaba. La navarra insistía: “Yo sólo siento felicidad, porque es una medalla completamente inesperada. Nuestro objetivo era luchar por el Preolímpico y no sólo lo conseguimos rápido, sino que además pudimos jugar la final del Campeonato. Para nosotras eso ha sido algo impresionante y a mí particularmente me han venido muchos recuerdos”.
Pena disfrutará de unos días en Navarra, junto a su familia, hasta el 25, cuando regrese a Hungría.