Desde el julio de 2025 está en vigor la señal S-991c, incorporada por la Dirección General de Tráfico para advertir de los semáforos que cuentan con cámara de control del rojo. Se trata de un pictograma específico que alerta al conductor de la presencia de los conocidos como sistemas “foto-rojo”, diseñados para sancionar a quienes cruzan en rojo. La infracción sigue considerándose grave y conlleva una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carné. La implantación será progresiva, ya que la sustitución de señales se coordinará con los ciclos de mantenimiento en vías urbanas e interurbanas.
Cómo funcionan los radares de semáforo
Los dispositivos no controlan la velocidad, sino el respeto al semáforo. Funcionan con dos cámaras: la primera fotografía al vehículo cuando rebasa la línea de detención y la segunda cuando termina de atravesar el cruce. Para que haya sanción deben cumplirse ambas pruebas y quedar identificada la matrícula con claridad. En cuanto a las luces, la norma establece que el rojo implica parada obligatoria; el ámbar fijo también obliga a detenerse, salvo que hacerlo genere un riesgo evidente, mientras que el ámbar intermitente únicamente exige extremar la precaución. Saltarse cualquiera de estas señales se traduce en la sanción ya señalada.
Por qué se implanta esta medida
La DGT justifica la creación de esta señal en la necesidad de mejorar la seguridad vial en intersecciones, donde los accidentes por no respetar el semáforo suelen ser graves. Con la S-991c se busca dar mayor transparencia al conductor, unificar criterios en todo el Estado y advertir de la presencia de controles automáticos. Los municipios que ya cuentan con cámaras están empezando a instalar la señal para homogeneizar la información. La institución subraya que la novedad no cambia la norma: lo que cambia es la claridad con la que se comunica al conductor que la intersección está vigilada, reforzando la prevención y el respeto a las señales.
Un problema grave
El control de los semáforos en rojo se ha convertido en una de las prioridades de la DGT en los últimos años. Según datos del Anuario Estadístico de 2023, las infracciones relacionadas con no respetar señales de tráfico, entre ellas los semáforos, han aumentado en un 22,5 % respecto al año anterior. Aunque la DGT no publica cifras desglosadas por tipo de sanción, sí se sabe que en total se tramitaron más de 5,2 millones de denuncias de tráfico en todo el Estado, una media de casi 14.000 al día. Buena parte de ellas corresponden a infracciones captadas por sistemas automáticos como los radares fijos y los conocidos foto-rojo, instalados en cruces urbanos para detectar a los conductores que se saltan el semáforo.
Estos dispositivos ya operan en decenas de municipios y forman parte de la estrategia para reducir la siniestralidad en entornos urbanos, donde los atropellos en pasos de peatones siguen siendo una de las principales causas de accidentes graves. En ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, su uso se ha multiplicado y se prevé que la nueva señal refuerce el efecto disuasorio de estas cámaras, que en algunos puntos han logrado reducir las infracciones hasta en un 40 % en los primeros meses de instalación, según datos municipales.