“Esto es un canadiense y un coreano que...”. Así podría empezar cualquier clásico chiste humorístico, pero la realidad, por muy perpleja que sea, supera a cualquier comentario cómico y en Lourdes, la verdad, gracia precisamente no les hace. El técnico, Javier Serrano, lleva tiempo sin poder contar con dos de sus jugadores, por cuestiones internacionales. Ellos son Rutabayiro -el canadiense-, y Siyul Kim -el coreano-.

El caso de Rutabayiro es más complejo que el de Siyul Kim, porque se encuentra en Canadá, a donde fue a tramitar sus papeles, esperando a que la incidencia de casos de covid se reduzca por debajo de los 150 casos por cada 100.000 habitantes.

“El caso de este chico”, rememora el técnico de cuadro ribero, Javier Serrano, “es que para que pudiera jugar en Tercera División nos pedían -la Federación- que tuviera un NIE o un visado de trabajo”. Rutabayiro ya realizó la pretemporada con el Lourdes, equipo al que llegó procedente del Almuñécar de la Primera División andaluza “pero a diez días de que comenzara la competición tuvo que marcharse”. “Había alguna fórmula para la gente joven de Canadá pudiera venir a España a trabajar por una relación de los países”, agrega Serrano, que apunta que el jugador se tuvo que ir a Canadá “a arreglar los papeles, porque es una acción que tienes que hacer en tu lugar de origen”.

A pesar de ello, el Lourdes intentó “de todas las formas posibles”, que “pudiera jugar sin necesidad de marcharse porque (y entiéndase la expresión sin ánimo de ofensa ninguna) es solo firmar un papel”. De hecho, si el jugador compitiera en “categoría Autonómica, podría haber jugado tranquilamente. Este chico jugó en el Almuñécar en la Primera División Andaluza. Pero al ser la Tercera División necesita documentación”, matiza el técnico.

El Lourdes se enteró a la hora de tramitar las fichas de los jugadores porque desde la Federación se denegó la del jugador canadiense. Una vez el conjunto tudelano conoció el motivo del rechazo, se puso en contacto tanto con el consulado como con extranjería, pero insisten en que la única manera de que pudiera jugar era yendo a Canadá a arreglar los papeles de manera presencial. El jugador, apunta Serrano, “encontró un vuelo asequible para marcharse y solucionarlo. Al llegar, además, le obligan a pasar 14 días de cuarentena”. Una vez se cumplen esos días, Rutabayiro solicita una cita en el Consulado y consigue solucionar su asunto pero en ese momento los positvos por coronavirus comienzan a subir en Canadá.

“Cuando comienzan a subir los casos aquí en España empiezan a restringir el país y cerrar fronteras con otros países a partir del pasado 19 de octubre. Dentro de esa lista de países con los que había restricciones, uno de ellos era Canadá”, agrega Serrano.

En Tudela choca, además, no el hecho de que para regresar tenga que traer consigo una prueba PCR, sino que sin un “visado de trabajo pueda venir tres meses a entrenar, pero no a jugar. El jugador lo que no quiere es venir esos tres meses para luego tener que volverse a renovar el visado.

Rutabayiro, admite Serrano, “encontró trabajo en una academia en Tudela, pero no les sirve para dejarle volver porque consideran que ser profesor no es una profesión esencial y como el virus tenía una incidencia superior a 150 casos por cada 100.000 habitantes, las restricciones mantenían, por lo que solo podía venir a España a trabajar si era considerado un trabajador esencial”.

A este asunto, comenta Serrano, “le añaden que los atletas son considerados trabajadores esenciales. La idea del club es, por tanto, intentar utilizar el estatus de la Tercera como categoría nacional para que pudiera venir, al igual que ha sucedido entre las autonomías. El club manda una carta al Consulado pero la respuesta es negativa, porque debe demostrar que va a tener un contrato profesional, con un salario que le permita vivir. Cosa que el club no se puede permitir, no va a tirar la casa por la ventana porque es inasumible”.

“La ficha estaba solicitada. Están viendo a ver si bajan los casos pero la cifra estancada en 240 casos varias semanas. La Federación no puede entrar porque es un tema de Ministerios”, zanja por un lado el técnico.

Siyul, a evitar ser un desertor. Por otro lado, Siyul Kim es de Corea del Sur, “tiene aquí su trabajo, porque es traductor en una empresa coreana de Tudela”, comienza situando en contexto el técnico del Lourdes. “Le llamaron a mediados de diciembre que era urgente que se fuera para allá porque tenía que hacer un reconocimiento médico. Además, también pasó cuarentena en un búnker al llegar allá”, añade.

La situación de Siyul es más sencilla de que llegue a buen puerto, porque según valora Javier Serrano, “en el momento que le hagan un reconocimiento vuelve a España. Allá parece que el servicio militar es medio obligatorio, pero con el jugador existe una barrera lingüística. El caso, a grandes rasgos, es que se tenía que ir a hacer un reconocimiento médico para no ser un desertor”, concluye Javier Serrano, que desvela que no habría problema en que regresase en febrero, si se diera el caso, porque tiene su propia ficha”.