s la gran cita del deporte mundial. El gran evento donde confluyen multitud de disciplinas. De atletas. De participantes. De sueños. En apenas un mes, el 23 de julio, se encenderá la llama olímpica en Tokio (Japón) y permanecerá así, prendida, hasta el 8 de agosto. Ya sólo vivir unos Juegos es el anhelo y la ilusión de muchos deportistas. Y en la ciudad nipona no faltarán algunos procedentes de esta tierra.A pesar de ser una comunidad pequeña, Navarra contará con su parcela de representación en Tokio. Deportes como el golf, el taekwondo, el béisbol, el balonmano, el waterpolo y con casi toda seguridad el atletismo posibilitarán que deportistas navarros puedan estar presentes en los Juegos y algunos, además, con opciones muy reales de medalla.

La primera en lograr su pasaporte olímpico a nivel individual fue la golfista Carlota Ciganda. La navarra, de 31 años y actualmente en el puesto 30 del ranking mundial, competirá por segunda vez en una cita olímpica tras acudir a la de Río de Janeiro en 2016. Sus buenas actuaciones en el circuito de la LPGA y su regularidad permitirán a Ciganda aspirar a un metal en Tokio.

En el plano individual, también hay otras dos plazas aseguradas. No como deportistas activos, sino como jueces. Es el caso de Paula Remírez, árbitra de taekwondo; y de Pablo Carpio, presidente de la Federación Navarra de Béisbol, quien estará presente en Tokio como Director de Anotación -juez de estadística- de la competición.

Los deportes acuáticos también servirán de trampolín para los representantes navarros. En waterpolo, Alberto Munárriz tiene todas las papeletas de disputar sus segundos Juegos, después de debutar en Brasil hace cinco años y obtener un séptimo puesto. El internacional navarro, de 27 años y jugador del C.N. At. Barceloneta, es uno de los habituales en las convocatorias de la selección española.

El abanico de candidatos navarros para los Juegos de Tokio es especialmente amplio en balonmano. Guerreras e Hispanostienen su billete para esta cita y, aunque todavía se desconoce la lista de convocados -más restringida que en otros torneos internacionales- en ambos casos hay opciones. La más clara, sin duda, en el lado de las chicas. Nerea Pena es uno de los pilares básicos de la selección que dirige Carlos Viver, referente ofensivo en su primera línea y una de las jugadoras veteranas de un grupo en plena reconversión. La pamplonesa, de 31 años, tiene hambre de medalla. Estuvo presente también en Río de Janeiro, pero no pudo colgarse el bronce en Londres en 2012, ya que una grave lesión se lo impidió. Así que Pena -quien acaba de ser reconocida con la Medalla e Insignia de Oro al Mérito Deportivo por la Federación Española de Balonmano- no quiere que se le escape esta oportunidad.

La jugadora navarra, a expensas de que se haga pública la lista para Tokio, está ya inmersa en la preparación de los Juegos con las Guerreras. Acaba de terminar una primera etapa en Andorra, donde volverá del 27 de junio al 4 de julio para la puesta a punto definitiva. Allí estará también otra navarra, Lysa Tchaptchet. La pivote de Villava-Atarrabia, de 19 años, debutó en noviembre con la absoluta y, aunque ha gozado de la confianza de Viver en diversas convocatorias -jugó el Europeo de Dinamarca en diciembre-, su presencia en Tokio no es tan segura, a priori, como la de su paisana, ya que tiene por delante a pesos pesados como Ainhoa Hernández o Eli Cesáreo. Habrá que ver.

En cuanto a los chicos, son tres las opciones de contar con representación navarra en Tokio. Eduardo Gurbindo, Iosu Goñi y Sergey Hernández están ahora mismo en Pontevedra con los Hispanos preparando la cita olímpica. Gurbindo, que la temporada que viene cambiará el Nantes por el Vardar macedonio, aseguraba hace unos días en una entrevista a este periódico que iba a hacer todo lo posible por estar presente en los Juegos, si bien lo veía "muy difícil". El navarro, que en enero regresaba a las pistas tras superar una grave lesión de rodilla, comparte el lateral derecho con Álex Dujshebaev y Jorge Maqueda, que han sido los habituales en los últimos torneos internacionales. No obstante, Gurbindo es un jugador que gusta mucho al seleccionador, Jordi Ribera, y podría tomar la delantera. Por su parte, Iosu Goñi también ha sido del agrado del técnico en las últimas citas, jugando menos de lo deseado, si bien España tiene en el lateral izquierdo la baja de Dani Dujshebaev por lesión, circunstancia que podría beneficiarle. El que menos opciones tiene de ir a Tokio, en principio, es el portero Sergey Hernández, que cuenta por delante con dos grandes como Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales.

Donde habrá que estar muy atentos es en el atletismo. Ningún navarro tiene la mínima olímpica para ir a Japón, pero sí firmes posibilidades de amarrar el billete vía ranking. Sergio Fernández, tras superar sus problemas físicos, está completando muy buenos entrenamientos para estar en Tokio y competir en 400 metros valla. Ahora mismo, ocupa la posición 17 de los 40 atletas que pueden ir por esta vía, lo que le asegura prácticamente su participación. Algo parecido le ocurre a Asier Martínez en 110 m. vallas. A sólo dos centésimas de la mínima olímpica, su presencia en Tokio se puede hacer realidad gracias también al ranking, donde ahora mismo ocupa el puesto 22 de 40. Y, finalmente, de quien habrá que estar muy pendiente también es de Adrián Vallés. El pertiguista pamplonés es el 32 de los, precisamente, 32 atletas que se pueden plantar en Tokio.

Asimismo, aún queda por dilucidar que pasará en otras disciplinas como el fútbol. Ahí, el jugador de Osasuna Jon Moncayola podría tener su oportunidad de disfrutar de unos Juegos Olímpicos, después de que no pudiese participar en la Eurocopa sub 21 tras haber dado positivo en covid.

Presencia asegurada. Otra cita clave dentro del olimpismo se producirá del 24 de agosto al 5 de septiembre, también en Tokio. Se trata de los Juegos Paralímpicos y ahí Navarra contará igualmente con representación. Hasta la fecha, tiene tres plazas aseguradas en esta cita. La primera, la de Beatriz Zudaire, que acudirá con la selección española de baloncesto en silla de ruedas. La segunda, la de Izaskun Osés. La atleta, que ya triunfó en los Juegos de Río de Janeiro de 2016, se proclamó a principios de este mes subcampeona de Europa en 1.500 metros lisos en la T13 en Polonia. Y, la tercera de las plazas, la del ciclista aragonés Eduardo Santas, que compite con licencia navarra. Estos tres deportistas ya tienen en el bolsillo su pasaporte a Tokio, pero puede que no sean los únicos navarros. Aún están pendientes de clasificación Iván Salguero en natación y Mari Carmen Rubio en tiro con arco.

Con plaza fija. Tienen asegurada su presencia en Tokio Carlota Ciganda (golf) y los árbitros Pablo Carpio (béisbol) y Paula Remírez (taekwondo). Con casi toda seguridad, el waterpolo contará con Alberto Munárriz y el balonmano con Nerea Pena, habituales en las convocatorias.

Atletismo. Todo apunta a que atletas como Sergio Fernández (400 vallas) o Asier Martínez (110 vallas) podrán estar presentes en los Juegos vía ranking.

Moncayola. El jugador de Osasuna podría acudir con la selección española de fútbol.