- La presencia de Navarra sobredimensiona el trazado de la Itzulia. Le otorga más vuelo. En la pasada edición, no tocó el Viejo Reino, pero en esta ocasión recupera su estampa. La Comunidad foral estará en la hoja de ruta de la prueba en 2022. La última aparición de Navarra en la Itzulia se remonta a 2019, cuando Gorraiz recibió al pelotón en una etapa conquistada por Alaphilippe tras emplearse a fondo en los tramos de sterrato, la novedad de aquella edición. Con anterioridad, en 2018, Lodosa estuvo presente en el recorrido con una contrarreloj situada en la cuarta etapa. En 2017, la salida de la Itzulia se produjo desde Pamplona, todo un acontecimiento. Se desconocen los detalles de la etapa navarra de la próxima edición de la Itzulia, pero el hecho de que la carrera recale en el territorio foral es una buena noticia y concede más calado a la competición.

Contraviniendo una de las leyes matemáticas más universales, el orden de los factores sí altera el producto. Al menos así ocurre en la Itzulia, que se disputará entre el próximo 4 y el 9 de abril si la pandemia no obliga a un cambio de planes. Por eso, la carrera repetirá el patrón de las últimas ediciones y apostará por situar la contrarreloj el primer día de competición para que la carrera esté llena de vida desde el comienzo y los ciclistas tengan que pelear por cada segundo sin descanso con terreno suficiente para voltear el examen inaugural con el reloj. Con la medida se trata de paliar el antiguo modelo que situaba la contrarreloj el último día. Ese patrón provocaba que la carrera fuera más frenada porque todo se jugaba al final. Imperaba el cálculo. Los organizadores de la Itzulia revertieron esa idea. Querían electrificar una prueba que incitaba al tedio. Para contrarrestar esa sensación, los promotores de la carrera le dieron la vuelta. Voltearon la Itzulia. Todo un acierto.

El reloj daría cuerda a la carrera en la primera etapa. En 2019 Zumarraga anunció la Itzulia con una crono y en 2021 el testigo lo tomó Bilbao después de que la edición de 2020 quedara en suspenso por la pandemia. El hilo conductor de la Itzulia continuará con Hondarribia, que será el punto de ignición de la carrera según ha podido saber este periódico. En la localidad guipuzcoana, la cita más importante del calendario vasco, alzará el telón con una contrarreloj individual corta, emparentada con los prólogos, por la localidad costera guipuzcoana.

Hondarribia repite de esta manera en el perfil de la Itzulia. En 2021 acogió el final de la nerviosa cuarta etapa de la prueba vasca. Ion Izagirre festejó la victoria en un apretadísimo esprint con Pello Bilbao en el reducido grupo de fugados que alcanzó la meta. Tras aplaudir la llegada, Hondarribia arengó la salida de la jornada del día siguiente, que unió la localidad guipuzcoana con Ondarroa. En esta ocasión, la carrera vasca, perteneciente al calendario del WorlTour, acampará en Hondarribia para desplegarse durante seis días a través de la cartografía de Hego Euskal Herria, uno de los objetivos de los promotores de la Itzulia, deseosos el esqueleto de la carrera alcanzara Navarra, un hito que perseguían desde la organización después de que no lograran introducir el sistema nervioso de la Itzulia el pasado año en tierras navarras.

Otra de las certezas que ha podido constatar este diario es la disputa de una etapa que discurrirá por territorio alavés y que unirá Laudio con Amurrio. En esa estapa se espera un terreno hostil y rampas del 20% en uno de los puntos calientes de la jornada. Después de la exitosa etapa que arrancó en Amurrio y finalizó en Ermualde (Laudio) en 2021, donde Primoz Roglic y Tadej Pogacar, que venció en la cima laudiotarra, se midieron cara a cara, el sentido de la etapa, en esta ocasión, se realizará a la inversa, aunque aún se desconoce el recorrido exacto por el que discurrirá el pelotón de la prueba. La jornada partirá de Laudio y concluirá en Amurrio. En Araba también se espera una de las salidas clásicas de la Itzulia, la de Gasteiz, una constante de la prueba.

El final de la Itzulia se concretará en Eibar, que remata la carrera de manera consecutiva desde 2016, con la salvedad de la edición de 2020, que tuvo que suspenderse por la incidencia del coronavirus. En 2016 y 2017, sendas cronos resolvieron la prueba, pero después se optó por etapas en línea, como en esta ocasión.