2022 comenzó para Maitane Melero (20/2/1983) de la mejor manera posible. Tras su victoria en la San SilvestreSan Silvestre de Pamplona, la atleta participó el pasado fin de semana en la carrera de 10 kilómetros en ruta de Valencia. Con un tiempo de 32:47 consiguió la mejor marca navarrra y la octava mejor nacional, en su segunda toma de contacto con el asfalto.

Para este año, Melero se ha propuesto dos grandes retos: Participar en el Campeonato de España de 10k en pista que se celebrará en Coimbra (Portugal) el 9 de abril y realizar un medio maratón, objetivo que lleva persiguiendo varios meses y que se puede hacer realidad el próximo 30 de enero en Sevilla.

¿Con qué sensaciones ha comenzado esta temporada?

-La he empezado muy bien, con la carrera de 10 kilómetros en ruta de Valencia donde conseguí una marca bastante buena. Bajar de 33 minutos (32:47) es algo que me da cierta confianza y motivación para los próximos objetivos.

Está en plena adaptación de pista a ruta y ha comenzado de la mejor manera posible.

-Pues sí. La distancia de 10 kilómetros me gusta y ya había corrido unas cuantas carreras en pista. Estoy acostumbrada a la distancia, pero no al terreno, al asfalto. La adaptación llevará su tiempo, pero el primer contacto ha sido muy positivo.

¿Qué factores están influyendo en ese cambio de terreno?

-El apoyo en la zancada es lo más importante. Siempre me he adaptado muy bien a los clavos y al tartán. Hay gente que dice que es más difícil la pista. Hasta ahora, el contacto con el asfalto me parecía muy agresivo. A esto se suma las nuevas zapatillas de placa de carbono que hay en la actualidad. No me he hecho a ellas todavía, para nada. Me he sentido cómoda, pero tengo que acostumbrarme a las zapatillas, al asfalto y a cambiar la zancada. También a la distancia. Si quiero intentar el medio maratón, ahí la zancada tiene que ser muy económica, nada que ver con los 5.000 o 10.000 en pista.

El tema del calzado tiene cierta polémica en el atletismo. ¿Por qué?

-Hay estudios que dicen que te da una ventaja a la hora de hacer ciertos tiempos. Parece que está demostrado que los músculos se fatigan menos, ya que estas zapatillas te ayudan a correr de una forma diferente. Además, las plataformas que llevan te amplían la zancada. Parece que mejoran sustancialmente los tiempos y cuanto más largas son las distancias, mejor. En ruta están permitidas, pero en pista no.

Esta polémica ha pasado en otros deportes como puede ser en la natación y la cuestión de los bañadores. ¿Es parte del deporte o es una ayuda innecesaria?

-Creo que es una evolución. Mientras todos podamos tener esas zapatillas, no supone problema. Antes, en pista, se corría con unas de clavos que no tienen nada que ver con las que se usan ahora. O incluso las zapatillas ligeras, de suela, han ido cambiando. Es una evolución natural de lo que es la tecnología del deporte. Es lógico que se vaya avanzando para facilitar a los corredores.

Sus dos grandes objetivos para esta temporada son el Campeonato de España de 10 kilómetros y realizar su primer medio maratón.

-Quiero cambiar a ruta. En 2021 acabé muy cansada, e incluso muy quemada con la pista. Ha sido un año psicológicamente, a nivel deportivo, bastante intenso. He tenido que gestionar muchas situaciones que no han sido agradables. Necesitaba un cambio de aires y he visto en la ruta esa vía para oxigenar y seguir disfrutando de este deporte.

No obstante, el campeonato de 10 kilómetros es de pista.

-Sí. En 10.000 hacen una carrera única en el Campeonato de España, no como en otras pruebas como, por ejemplo, en 1.500 o 5.000, que hay un montón de oportunidades a largo del año. En 10k solo hay una. Este año se celebra el 9 de abril en Coimbra (Portugal) y se organiza junto a Portugal. Se llama el Campeonato Ibérico. Tengo ganas de ir a la prueba, es una distancia que me gusta y que quiero hacer. Lo que no tengo tan claro es que vaya a participar en otras distancias.

¿Qué provocó esa fatiga psicológica en 2021?

-Fue un caos, una locura. Han sido dos años, no solo 2021, muy intensos, con muchos contratiempos y reinvenciones. Ha sido el año de la adaptación constante. No se podía planificar nada y había que ir cambiando y adaptándose a las circunstancias en cada momento. He intentado seguir adelante con todo: familia, deporte y trabajo. En 2021 se ha sumado el tema de los Juegos Olímpicos aplazados, muy duro por la clasificación. De pasar a tener en 2020 la situación, más o menos de cara, que luego nunca se sabe lo que podría haber pasado, a que de la noche al día cambiase y me viese fuera por diferentes motivos.

¿Fue la no participación en Tokio la espina que se le quedó clavada el año pasado?

-Si, pero más que los Juegos Olímpicos en sí, ha sido el tema de la clasificación. De alguna manera he visto la cara fea del deporte. Ha habido muchos intereses por querer ir a los Juegos, por parte de atletas, de muchos responsables y de personas que han estado organizando carreras. Son muchos temas que te van mermando poco a poco y que he gestionado de la mejor manera posible. Distintas situaciones que han hecho mella en mí y que han influido para que, anímicamente, no llegue al 100% a las carreras, y ahí tienes que llegar con todo.

En estas situaciones, ¿la fortaleza mental es tan importante como la física?

-E incluso más. El porcentaje ha sido un 70/30. Es importantísimo.

¿Cómo se entrena esa faceta?

-En mi caso ha sido a base de las circunstancias de la vida que me han tocado ir viviendo. Un aprendizaje continuo para gestionar en base a intentar ver las cosas que no me gustan y aquellas que no tengo planificadas, asimilarlas y sacar la parte positiva, darles la vuelta. Si no, me volvería loca.

¿Puede ser, ese aspecto, la gran evolución que ha tenido en su carrera?

-La parte psicológica empecé a cambiarla hace seis años, a partir de que fui madre. Antes lo tenía todo relativamente fácil para entrenar. Tenía el trabajo y luego tiempo para mí. En el momento que nació mi hijo, la situación cambió. He tenido menos momentos para entrenar, pero siempre he sacado, de esas situaciones que no controlas, oportunidades para seguir adelante. Me ha ido enriqueciendo a nivel mental, luego eso se traslada al nivel físico. Ha supuesto un plus de confianza para mí y para decir: "Si puedo, ¿por qué no debería de sacarlo adelante?".

Al ser un deporte individual, esa responsabilidad aumenta y, aunque lo lleve todo muy bien preparado, luego puede fallar.

-Hay muchos momentos de esos que hay que gestionar. Me he llevado muchos disgustos, pero son parte del deporte. Hay que aceptarlos y seguir para adelante. No me puedo quedar hundida en el momento que las cosas no salen como yo quiero. Al revés, puedo decir: "Hoy estoy de bajón, pero a partir de mañana para arriba". Analizar lo que ha pasado y ver qué se puede sacar en positivo.

¿Qué gran sueño tiene para 2022?

-Correr un medio maratón, que por una u otra cosa no hay manera (ríe). Mi objetivo sería hacer el medio maratón, por lo menos hacerlo. Luego ya, si consigo una buena marca sería genial. Aunque no sé qué tiempo puedo lograr, no tengo ni idea al no haber corrido nunca. Llevo años intentando hacerlo pero se resiste. Me apetece y espero que haya suerte.

¿Qué fecha se pone para el medio maratón?

-Espero correr el 30 de enero en Sevilla. Me quitaron el Campeonato de España del 20 de febrero y se cambió a octubre. En vez de ir al Campeonato de España de Cross voy a ir al medio maratón. No es seguro, está en el aire, pero pienso que iré. Me encuentro bien y Valencia me ha dado un plus. Es la oportunidad de probar.

¿Ha pensado en participar en algo a nivel europeo?

-Tampoco quiero darlo por supuesto ni confiarme, pero si se da la oportunidad me gustaría. Con la marca que hice en Valencia en el 10k y con el sistema por puntos me parece que podría estar cerca. Si hago un buen 10.000 en el Campeonato de España, puedo tener opciones de ir al Campeonato de Europa. Por marcas, estaré ahí, pero hay que contar con que hay rivales y clasifican solo tres atletas españolas. Están llegando muchas chicas jóvenes que van a dar competencia. Pero si me muevo en torno a la marca de Valencia, tengo opciones. En Berlín, en 2018, la mínima era 33:20 y en Valencia hice 32:47 en ruta. Este año, con el sistema de puntos, han bajado la mínima a 32:20, pero con el sistema mixto hay opciones. Lo pelearé.

Entonces, ¿si se da la opción participará en el Europeo?

-En 10.000 en pista la idea es sacar unos buenos puntos y conseguir una gran marca. A ver hasta dónde puedo llegar. La opción más accesible que tengo para ir al Campeonato de Europa es el 10.000. Las siguientes pruebas son el maratón o el 5.000, donde no me veo con tantos recursos. El maratón ni me lo planteo.

¿En qué momento está de su carrera?

-En 2020 y 2021 se encadenaron una operación de menisco, tres semanas de confinamiento, un Campeonato de pista cubierta que salvé, aún no sé ni cómo, la fractura de la sacra, otra fractura por estrés y la pandemia. Después de todo eso pensé que no levantaba cabeza. Fueron meses complicados de gestionar. Desde septiembre estoy entrenando con continuidad. Verme bien en carreras como la de Valencia, encontrar otra vez sensaciones y ganar en confianza y motivación para pelear por los objetivos es algo grandísimo. Todavía falta, pero veo que voy por el buen camino. También cuento con la suerte de estar asesorada por un equipo muy bueno. Esteban Gorostiaga en el CEIMD (Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte) y Sagrario Izquierdo, que me está ayudando mucho en la preparación física. El medio maratón o correr en ruta son disciplinas que no había preparado hasta ahora y ella tiene más experiencia.

¿Cómo de importante es esa ayuda?

-Es fundamental tener a alguien con quien poder hablar y que te oriente. No soy preparadora física, tengo mi trabajo en el sector eólico y, aunque tenga mucha experiencia corriendo, hay cosas que necesitan de ayuda externa. Esteban Gorostiaga lleva muchos años trabajando conmigo y es una figura básica en mi preparación y por los consejos que da. Y luego, a Sagrario Izquierdo la tengo de preparadora y también de psicóloga (ríe). Es muy importante, cuando tienes una cosa para contar, poder hablar con alguien que te entienda.

En este deporte también hay que diferenciar entre los logros personales y lo que son las victorias y los podios.

-He aprendido a mirar dentro de mí. Saber cuál es mi objetivo y lo que he conseguido. Si lo he dado todo en la carrera, me da igual que me ganen o que no. Si he hecho todo lo que tenía que hacer y he corrido bien para conseguir un resultado, me tengo que quedar conforme porque lo he dado todo. Otra cosa es que no lo dé. Me he quedado peor por no pasar esa barrera del sufrimiento que por no clasificar. Me deja muy mal cuerpo.

¿Ha vuelto a compaginar el trabajo con el atletismo?

-Sí, volví en 2020. Cogí la excedencia cuando llegó la pandemia, en el peor momento. Estoy super contenta de tener mi trabajo. Tiene su parte positiva porque sé quién me da de comer y a quién rendir cuentas. A nivel psicológico me libera de presión para buscar resultados que otros atletas sí que necesitan. Voy a las carreras a disfrutar y me da un plus. Luego está la parte negativa de trabajar 7 u 8 horas al día. No descanso igual ni llevo la vida de un atleta profesional. Me comparo con mis rivales y no tengo nada que ver a lo que cuestión de ritmo de vida se refiere. Ha sido un acierto volver al trabajo, porque con tanto tiempo libre no sabía qué hacer. No valgo para eso. Cuando estaba a tiempo completo con la familia y el deporte pensaba demasiado en el deporte y eso no puede ser bueno. Necesitaba evadirme con otras cosas.

A nivel organizativo, en los campeonatos y carreras, ¿qué cosas se pueden mejorar para no caer en los errores de estos años?

-La Federación de Atletismo es una de las que han sabido adaptarse, en estas circunstancias, de una forma muy positiva. A nivel organizativo se han hecho las cosas muy bien. Otra cosa es, como llevamos reclamando desde hace mucho tiempo, a nivel de instalaciones. En Navarra, con la climatología que tenemos, hacen falta unas instalaciones mejores o, simplemente, unas instalaciones. Haría falta compromiso por parte de la Administración. Se nos prometió en su día e incluso hubo alguna partida destinada, pero seguimos igual que hace años.

A nivel deportivo, no obstante, Navarra está en un gran momento.

-Es una pasada lo que hay en Navarra en la actualidad. No sé si la gente llega a ser consciente del nivel que hay. Atletas muy jóvenes y muy prometedores que están a un nivel altísimo. Esto es fruto de que, por parte de la Federación, se está trabajando y se están haciendo las cosas bien, eso hay que decirlo. También hay unos preparadores físicos muy buenos. Pero son los atletas los que tienen un gran potencial que se está trabajando desde la base y no tan base. Llega una remesa de jóvenes que nos están dando, y nos van a dar, muy buenos momentos.