El monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que en Australia logró, hace dos domingos, su segunda victoria en las tres primeras carreras de la temporada, llega líder del Mundial de Fórmula 1 a Europa; donde en Imola (Italia) se disputará el Gran Premio de la Emilia Romagna: la primera prueba de este año en la que la calificación se decidirá a través de una carrera sprint. Un modelo estrenado el curso pasado y que en esta ocasión reparte un botín mucho mayor.

Leclerc ganó en Melbourne -donde, tras trompear, se retiró en la tercera vuelta su compañero español Carlos Sainz- por delante del mexicano Sergio Pérez (Red Bull) y del inglés George Russell (Mercedes). El monegasco se impuso en una carrera que abandonó -por segunda vez en lo que va de certamen- el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), último campeón del mundo; y ahora encabeza el Mundial con 71 puntos, 34 más que Russell y con 38 sobre su colega madrileño, cuya renovación con la 'Scuderia', hasta 2024, se anunció este jueves. Por lo que, pase lo que pase en Imola, el piloto del principado de la Costa Azul llegará líder a la siguiente carrera, el segundo domingo de mayo, en la debutante Miami (EEUU).

El formato de calificación a través de una carrera sprint se estrenó la pasada temporada, en la que Verstappen ganó la de Silverstone (Inglaterra), sede del Gran Premio de Gran Bretaña; y el finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo), de aquella aún en Mercedes, las otras dos: en Monza (Italia) e Interlagos (Brasil) -de la que acabó siendo descalificado, por lo que la 'pole' en Sao Paulo la ocuparía 'Mad Max'-.

Este curso volverá a haber tres pruebas sprint (cada una, de aproximadamente un tercio de la distancia de la principal), que ordenarán las parrillas de tres Grandes Premios; junto a la de este fin de semana, también las habrá en el Red Bull Ring de Spielberg, sede del Gran Premio de Austria; y, de nuevo, en el Autódromo José Carlos Pace de Sao Paulo, en Brasil.

Pero además de diseñar la parrilla de salida de la carrera principal, la novedad esta campaña es que, en lugar de otorgar puntos extra a los tres primeros (que el año pasado eran tres, dos y uno, respectivamente), serán los ocho primeros los que reciban puntuación añadida: el ganador sumará ocho puntos; el segundo, siete; el tercero, seis; y así sucesivamente hasta el octavo, que se apuntará uno.

En los Grandes Premios que se desarrollen con este formato, empezando por el de este fin de semana, el viernes se mantiene el primer entrenamiento libre, pero la sesión vespertina será una 'pre-calificación'. Al estilo de las calificaciones habituales. Con las tres rondas eliminatorias (Q1, Q2 y Q3), que configurarán la formación de salida de la prueba sprint, que se disputará el sábado, horas después del segundo ensayo libre. Y que diseñará, a su vez, la parrilla de la carrera dominical.

Y aunque el histórico feudo ferrarista es Monza, sede habitual del Gran Premio de Italia, Leclerc y Sainz correrán este fin de semana 'en casa', arropados por decenas de miles de 'tifosi' que acudirán al Autódromo Enzo e Dino Ferrari. Una pista mítica, de 4.909 metros y 19 curvas -nueve de ellas a la derecha-, a la que el domingo está previsto que se den 63 vueltas, para completar un recorrido de 309 kilómetros.

A partir de este viernes, en seco se rodará con neumáticos de la gama de compuestos intermedia: los C2 (duro, reconocible por la raya blanca), C3 (medio, raya amarilla) y C4 (blando, roja). En un circuito histórico, que albergó en 26 ocasiones -entre 1981 y 2006- el Gran Premio de San Marino y en el que se accidentó fatalmente, el 1 de mayo de 1994, el brasileño Ayrton Senna, triple campeón del mundo y uno de los grandes mitos de la F1.

En Imola nadie ganó tantas veces (siete) como el alemán Michael Schumacher. Cuyo récord de siete títulos mundiales igualó hace dos años el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) -quinto en el Mundial, con 28 puntos: dos menos que 'Checo'. Al que destronó el año pasado Verstappen: ganador en Arabia Saudí, la única carrera que acabó, y que es sexto, con 25 unidades, en el campeonato.

Con el Kaiser -cuyo reinado acabaría poniendo fin- protagonizó espectaculares batallas en Imola el español Fernando Alonso (Alpine). El doble campeón mundial asturiano obtuvo una de sus 32 victorias en la categoría reina -las 32 que cuenta España a lo largo de toda su historia- en Imola. En 2005, el año de su primer título; que revalidaría al siguiente, de nuevo con Renault.

Ese curso fue el último que Imola había albergado una carrera de F1 hasta que fue 'repescada' para configurar, en 2020, el calendario del Mundial de la pandemia del covid-19, ya como Gran Premio de la Emilia Romagna.

Hamilton fue el primero en ganar ese Gran Premio, que el año pasado se anotó Verstappen.

Sainz, de 27 años, segundo en Baréin y tercero en Arabia; y que este jueves confirmó que seguirá siendo piloto Ferrari hasta al menos 2024, intentará resarcirse de su abandono en Australia en Imola, donde Ferrari entra también como líder del Mundial de constructores, con 104 puntos, 39 más que una Mercedes con menor potencial que el que la llevó a dominar los pasados ocho campeonatos por equipos; y con 49 de ventaja sobre Red Bull, que también debe afinar si no quiere perder demasiado espacio.

Alonso no ha tenido nada de suerte en las primeras tres carreras, especialmente en las dos últimas. En las que, a pesar del buen ritmo que tenía su Alpine, tuvo que abandonar por un problema de motor, en Yeda; y sólo pudo ser decimoséptimo -con una entrada contraria a sus intereses de un coche de seguridad y la excesiva degradación, después, de sus neumáticos- en Melbourne. Por lo que, al haber acabado noveno en Bahrein, el genial piloto asturiano de momento suma sólo dos puntos y ocupa la decimocuarta plaza en el certamen.