Mucho tendrán que enderezar el rumbo Iñaki Artola, suplente del lesionado Unai Laso, y Jon Mariezkurrena ante Altuna III-Rezusta en la final de San Fermín de este jueves. Este martes lograron el pase a la final, pero las dudas asaetean su combinación. Queda lejos la versión que en la primera jornada arrasó con Joseba Ezkurdia y Julen Martija, campeones del Parejas de 2020, por 5-22. Ante Erik Jaka y Aitor Aranguren, sustituto de Jon Ander Albisu, con problemas en la mano derecha, no sacaron todo el potencial que llevan dentro. Sufrieron. Mucho. Más de lo que nadie esperaba.

Más aún cuando las apuestas se cantaban en las tablas de contracancha muy favorables para sus intereses: 100 a 60. Eso para alcanzar el cartón 22. Para llegar al décimo, el que les daba el tique a la final, parecía que el trabajo era mucho más sencillo. Error. Jaka, especialmente ambicioso en los cuadros alegres, y Aranguren vendieron caro su pellejo. Necesitaban vencer por 22-9 o más. Lo suyo sí que era una utopía. Artola-Mariezkurrena II acabaron ganando 20-22, sí; pero con serias dificultades y sin la fluidez de su primera comparecencia. Todos los días no son fiesta. Este jueves puede cambiar el viento, quién sabe. 

Los fantasmas del naufragio surgieron con el 9-2 inicial. No es la primera vez que un objetivo tan cercano acaba escapándose como arena entre los dedos. Un ejemplo: leyendas como Martínez de Irujo-Barriola, que tenían que hacer 17 tantos para meterse en las semifinales del Parejas de 2015, acabaron perdiendo 11-22 ante un soberbio Oinatz y Untoria, que actuó de suplente de Aretxabaleta. Los de Asegarce terminaron con la txapela.

Dudas con el 9-2

Entonces: el tembleque. La final de San Fermín: tan cerca y tan lejos. Un hatajo de nervios. Mariezkurrena aterrizó errático, desdibujado. Pudo recomponerse, por suerte. Acabó con cinco tantos en su hoja de resultados. Artola tampoco pudo meter mano a Jaka en ese primer tramo. Pimienta. 

El martes se registró el séptimo lleno consecutivo en San Fermín. Iñaki Porto

Con todo, una vez que el partido avanzó y los azules bajaron las pulsaciones, recompusieron su situación. Aranguren lo sufrió en sus carnes. A base de remar, de agarrarse a la cancha, oficio, Artola-Mariezkurrena se acercaron 10-5 y 11-6. El objetivo a cuatro pulgadas. Los guipuzcoanos se fueron al primer descanso largo con 12-6 a favor en el marcador. 

Tacada de once tantos

Fue entonces cuando se desataron Iñaki y Jon. Tacada de once tantos. Fue a partir de sumar el décimo cartón cuando suspiraron y se quitaron la presión. Estaban dentro. Con la final ya en el bolsillo mejoraron sus prestaciones. Manejaron distancias amplias: 12-17 y 16-21. Jaka, un funambulista, quiso su tajada de San Fermín y acabó poniendo en graves aprietos el triunfo. Con el 20-21, resolvió el entuerto un remate de Artola.