Osasuna puede seguir presumiendo de ser el mejor equipo de la Liga como local. Al menos en lo que a puntos se refiere, pues ha sumado 10 de 12 posibles y los 9 últimos merced a tres victorias consecutivas (1-0 al Mallorca, 3-2 al Celta y 2-1 a Las Palmas) tras el empate en la jornada inaugural del campeonato contra el Leganés en Pamplona (1-1). Sin embargo, de lo que no puede presumir el conjunto navarro es de buen juego, al menos en lo que se refiere al choque de este sábado, pues Las Palmas se mostró infinitamente superior en casi todas las facetas, menos en la de la efectividad. Y es que los rojillos tiraron de pegada para llevarse el triunfo que menos han merecido en lo que va de temporada.
Que Osasuna no jugó bien lo reconoció hasta su propio entrenador, un Vicente Moreno que no escuchó los pitos que dedicó un amplio sector de la grada al desempeño de su equipo. Le preguntaron por este asunto en conferencia de prensa al técnico valenciano y su respuesta pareció sincera, pero lo cierto es que se percibió un relativo malestar de gran parte de la hinchada con el juego del conjunto navarro, sobre todo en los primeros 15 minutos de la segunda mitad. Fue ahí donde peor estuvo un Osasuna cuyos jugadores tuvieron que escuchar desde un sector de la afición que le echaran más testiculina para acabar con el dominio de Las Palmas, que no se tradujo en goles por las intervenciones de Sergio Herrera, otra vez salvador con sus paradas, y la mala puntería de los futbolistas del cuadro canario.
Fue un chispazo de Aimar el que sirvió para elevar a tres el número de victorias de Osasuna en El Sadar en este tramo inicial de la temporada, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que, sin ir más lejos, el curso pasado fueron seis las que consiguió el cuadro rojillo en casa en el computo global de la campaña. El centrocampista de Arazuri, casi desaparecido durante la primera hora de partido, aprovechó una maravillosa asistencia de Rubén García tras un robo de balón de Jesús Areso para anotar de disparo cruzado con la pierna izquierda su primer gol del curso, aunque, eso sí, el canterano ya había tenido influencia en un par de tantos en compromisos precedentes y que no habían llevado su firma por un escaso margen.
Osasuna sigue siendo el mejor local de la Liga, aunque con una pequeña trampa: sus perseguidores llevan menos partidos en casa. Eso sí, de momento no conoce la derrota en El Sadar, escenario en el que acumula tres victorias seguidas. Poca broma.