Cuando la proeza del Atlético de Madrid y Marcos Llorente causaba frustración en Anfield, Virgil Van Dijk se elevó por encima de Robin Le Normand, conectó el cabezazo ganador en el minuto 92 y arruinó la reacción del equipo rojiblanco, desfigurado por dos goles en los primeros cinco minutos, superviviente todo el primer tiempo, capaz después de igualar un 2-0 y doblegado de repente a última hora.
La reacción del Atlético de Madrid en Anfield
En cuanto se quitó los complejos en el segundo tiempo, el equipo de Simeone sí compitió de verdad con el equipo que más ha invertido en fichajes, con un conjunto temible, contra el que recuperó el aspecto instante a instante. Insuficiente.
El 1-0 en contra fue mala suerte. El 2-0 ya no lo fue. Todo en 5 minutos y 34 segundos. Sin embargo, el Atlético añoraba el descanso, al que se fue, de repente, más vivo que nunca por el 2-1 de Llorente.
A falta de media hora se llegó con todo más parejo y con un golpe de suerte del Atlético: no suele fallar Salah, menos aún solo. Dio en el palo.
Sería Llorente, de nuevo, como en aquel 2-3 en Anfield en 2020, quien se vistió de héroe para el empate, que golpeó de forma decisiva en Mac Allister y que supuso el 2-2. Otra proeza, hasta que en una secuencia continua de saques de esquina Van Dijk conectó un cabezazo demoledor.