El Kulturgunea de Tafalla acogió en la tarde del pasado martes, organizado por la Peña Sport como acto enmarcado dentro de la celebración de su centenario, una charla sobre el futbol femenino. Una charla que abordó, entre otros temas, el camino recorrido hasta llegar a la situación actual, los hitos que han marcado ese viaje o los desafíos que todavía quedan a través de cinco testimonios tafalleses muy ligados al club azulón. En concreto, participaron Ana Paz Aulló, jugadora en la primera temporada del equipo femenino en el año 1992; Leo Jiménez, primera goleadora de la Peña Femenino en el 92; Rafa del Amo, presidente de la Federación Navarra de Fútbol y Presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino; Javi Lerga, actual técnico del Athletic Club femenino; y Julia Arrula, portera tafallesa que actualmente milita en la primera división con la Real Sociedad.

El coloquio comenzó de la mano de Ana Paz, quién recordó que todo empezó en la temporada 1992-93, cuando, inspiradas por lo que ya comenzaba a asomar en Pamplona, se acercaron a la Peña Sport para pedir un espacio en el club. “Tuvimos mucha suerte, nos dijeron que sí. Empezamos a entrenar con todas las dificultades que tienes cuando empiezas en algo que no está pensado. No teníamos sitio fijo donde entrenar, a veces lo hacíamos bajo la lluvia o incluso con nieve. Pero la ilusión era tan grande que daba igual”, relató. En aquellos primeros partidos, la precariedad era evidente: viajes en coches particulares, rivales escasos que obligaban a jugar varias veces contra los mismos equipos, y una mezcla de jugadoras adolescentes con mujeres de más de 30 años. Sin embargo, la ilusión se imponía a las carencias.

Leo Jiménez, autora del primer gol del equipo femenino de la Peña Sport, recordaba entre sonrisas y cierta nostalgia ese debut en Barañáin contra el Lagunak. “Entré en la segunda parte y fui con todo. Marqué un gol, fue la ilusión de mi vida. En el segundo partido, en Tafalla, también fui con todo… y me lesioné la rodilla. Se me truncó la carrera, pero haber podido jugar ya fue un sueño hecho realidad”.

Para muchas, el mayor obstáculo no estaba en el campo, sino en casa. “Mis padres no querían que jugara, me decían: ‘Imagínate que te pasa algo’”, confesaba Leo. Esa oposición contrasta con la realidad actual, donde cada vez más familias animan a sus hijas a perseguir sus sueños deportivos.

De la precariedad a la estructura federativa

La charla permitió recordar cómo, en paralelo a aquellas pioneras, Rafa del Amo fue uno de los primeros dirigentes que apostó de manera decidida por el fútbol femenino. “Estas mujeres han pasado lo peor: peores horarios, peores campos, padres que no dejaban jugar. Ellas fueron las pioneras, y eso es lo bonito, ver cómo de su sufrimiento hemos llegado a la ilusión que hoy tenemos con jugadoras como Julia”. Rafa dio el salto a la Federación Española en un momento en que hablar de fútbol femenino en Madrid era casi tabú. Desde el Comité Nacional de Fútbol Femenino ha impulsado un cambio estructural: de apenas dos millones de presupuesto en 2015 a 27 millones en la actualidad, con la creación de categorías, mejoras salariales y visibilidad en televisión. “En Tafalla fuimos pioneros, y esa experiencia me hizo entender que había que apostar fuerte. Hoy Navarra cuenta con casi 3.000 licencias femeninas, una cifra impensable hace tres décadas”.

El testigo de aquellas pioneras lo ha recogido Julia Arrula, portera de la Real Sociedad en la Liga F y referente de la nueva generación de futbolistas tafallesas. Julia explicó cómo sus primeros pasos fueron en el colegio, luego en el Tafa y la Fundación Osasuna, hasta llegar a la Peña Sport en categoría regional. “Fue en la tecnificación de la Real cuando me di cuenta de que podía dedicarme a esto. Desde entonces he madurado mucho, no solo como jugadora, también como persona”.

Charla sobre fútbol femenino en Tafalla. Saioa Martínez

En ese sentido, el contraste con la historia de Leo es evidente: donde antes había prohibiciones familiares, ahora hay padres que animan y acompañan. Donde antes había que improvisar entrenamientos en cualquier campo, hoy hay estructuras sólidas y profesionales que permiten a jugadoras como Julia llegar a la élite.

Vivir del fútbol: un sueño alcanzable

Otra de las cuestiones debatidas fue la profesionalización. Javi Lerga, técnico tafallés del Athletic Club femenino en la actualidad, subrayó que el gran avance es que ahora sí se puede vivir del fútbol. “Cada una tiene su plan de vida, pero cuando sientes que puedes vivir del fútbol, como es el caso de Julia, entiendes la importancia de todo el camino previo. Antes era impensable. Lo más gratificante es que ellas sí pueden vivir del fútbol y eso es una buena noticia. Ojalá llegue también a otros deportes”.

Julia coincidía en esa visión, destacando el papel de referentes como Alexia Putellas o Aitana Bonmatí: “Ellas han hecho grande al fútbol femenino. Cada paso, por pequeño que parezca, es importante. Nosotras seguimos sufriendo, pero menos que las pioneras. Y lo fundamental es que ahora las niñas pueden decir: ‘Sí que puedo llegar’”.

En ese sentido, el papel de la Selección Española femenina marcó otro de los grandes bloques de la charla. Rafa recordó cómo, al llegar a la Federación, allá por el 2016, las jugadoras ni siquiera llevaban su nombre en la camiseta y cobraban apenas 20 euros de dieta al día por concentración. “En tres meses conseguí que fueran 120 euros. Para mí era como haber perdido una partida, pero para ellas fue un triunfo. El contraste con los chicos era brutal. Y ni siquiera había ropa diseñada para mujeres, llevaban la de los hombres”.

La creación de un departamento propio para el fútbol femenino, el aumento de presupuesto y la apuesta por televisar partidos fueron claves. “Si algo no se ve, no existe. Cuando logramos que TVE diera un España-Azerbaiyán en horario de prime time fue un antes y un después. Pero era el paso que necesitábamos dar. os títulos de la selección y los Balones de Oro de nuestras jugadoras son fruto de esa transformación”.

Retos pendientes

A pesar de los avances, el futuro plantea retos importantes. Javi Lerga apuntó a la necesidad de un compromiso real por parte de clubes y patrocinadores: “Muchos equipos mantienen secciones femeninas porque socialmente está mal visto eliminarlas, pero no hay una apuesta decidida. El apoyo debe ser convencido, no solo por quedar bien”.

Rafa del Amo coincidió: “Los clubes no se lo creen al 100%, y la afición tampoco. Llenar estadios sigue siendo difícil, salvo excepciones como el Barça. En los grandes torneos internacionales la gente responde, pero falta el día a día. Ahí está el gran reto: que el fútbol femenino se viva con naturalidad también en los domingos de liga”.

Las palabras de las cinco voces reunidas resumen lo que significa este recorrido: la ilusión de las pioneras, la visión de los dirigentes, la profesionalización de las jugadoras y los desafíos aún pendientes. Si algo quedó claro en Tafalla es que el fútbol femenino ya no tiene marcha atrás. El reto ahora es consolidar lo logrado, seguir derribando barreras y asegurar que las niñas que hoy empiezan a dar patadas a un balón lo hagan con las mismas oportunidades y reconocimiento que sus compañeros.