contaba Félix Monreal, adjunto a la dirección de DIARIO DE NOTICIAS y autor del libro del Centenario de Osasuna, que “la Liga fue una hija indeseada, fruto de un matrimonio por obligación; un compromiso a regañadientes entre clubes que no veían ningún futuro a la recién nacida competición, un gasto más para unas economías cortas de fondos, repudiada por los aficionados y a la que la prensa auguraba una corta vida. 90 años después, la difunta goza de una salud de hierro”. Era el arranque de un reportaje que hace algo más de seis años y medio servía para conmemorar el 90 aniversario del debut de Osasuna en la Liga, que se produjo el 17 de febrero de 1929. Fue en Zaragoza contra el equipo local, que ganó 2-1 un partido correspondiente a la Segunda División. Entre una cosa y otra, los rojillos tardaron aún seis años más en alcanzar la máxima categoría, en la que se estrenaron encajando una severa goleada del Betis en Sevilla (5-1) de la que hoy se cumplen otros 90 años.
No resultó sencillo el trayecto de Osasuna hasta ganarse el derecho a catar la Primera División, pues, tras estrenarse en la Segunda, renunció a la categoría para luego volver y lograr el primero de sus hasta ahora ocho ascensos a la élite en 1935. Lo consiguió después de una campaña en la que superó un montón de vicisitudes, tanto económicas como deportivas. Por citar un par de ejemplos que recordaba Monreal en su artículo conmemorativo del 75 aniversario de ese primer ascenso rojillo: que Emilio Urdíroz se volvió a sentar en el banquillo como técnico rojillo, aunque en un momento dado tuvo que regresar al verde por la lesión de uno de sus pupilos, mientras que el histórico goleador Julián Vergara tuvo sus más y sus menos con la directiva a cuenta de su salario, aunque este problema no fue óbice para que marcara un buen puñado de tantos, incluidos los tres del partido contra el Murcia en el que Osasuna selló el primer ascenso a Primera de su historia.
Pero el sueño se tornó en pesadilla. Los rojillos tan sólo duraron un curso en la élite y la campaña comenzó el 10 de noviembre de 1935, es decir, tal día como hoy de hace ya 90 años, con una sonrojante goleada en el Patronato Obrero de Sevilla, donde el Betis se había proclamado unos meses antes campeón de Liga. El cuadro hispalense inició la defensa de su histórico título con un 5-1 a los rojillos, que sufrieron un escarnio en su debut en Primera.
Emilio Urdíroz alineó aquel día a Zarraonandia, Muguiro, Iturralde, Tell, Cuqui Bienzobas, Garizurieta, a su hermano Martín, a Catachú, Insausti, Vergara y Paco Bienzobas, autor del tanto del honor de un Osasuna al que goleó por partida triple un tal Francisco González Rodríguez, más conocido como Paquirri antes incluso de que naciera el torero. l
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