pamplona - El Helvetia Anaitasuna ya tiene en Pamplona a su gladiador argentino. A su chico de oro. Guillermo Fischer aterrizó ayer en Madrid de madrugada, llegó a la capital navarra pasadas las 15.30 h y, tras su presentación oficial, se puso a las órdenes de Iñaki Aniz. A principios de semana, se proclamaba en Perú campeón de los Juegos Panamericanos con Argentina -tras vencer en la final a la Chile de Mateo Garralda- y ahora le toca cambiar de chip, centrarse en su nuevo equipo y en la preparación de cara a la próxima temporada. Casi un mes de trabajo por delante y, sobre todo, mucha “motivación”.

Fischer, de 23 años, llega al Helvetia para reforzar el lateral izquierdo. Su potencial físico, con sus 2,01 metros de altura, le permite destacar en el lanzamiento exterior, si bien es un jugador que puede aportar además solidez defensiva. Procede del Teucro gallego y ha firmado con Anaitasuna por dos temporadas.

El joven argentino viene a Pamplona con una importante credencial por delante: el oro en los Panamericanos de Perú, que le permite además a Argentina tener ya el billete asegurado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Un título que, según advirtió ayer, no le suma presión alguna a lo que se espera de él en el conjunto navarro: “Vengo de ganar un Panamericano, que es importantísimo. Estoy muy contento por ello. Eso hace que venga motivado para encarar esta nueva etapa, pero no siento mayor presión. Sé que soy un jugador en progresión y debo crecer todavía. Tengo bastante por mejorar. Pero la presión sigue siendo la misma”.

Guillermo Fischer es un jugador que llevaba en el punto de mira del Helvetia Anaitasuna hace tiempo. Sus cualidades, su potencial, su polivalencia de juego llamaron la atención de los dirigentes y cuerpo técnico del equipo navarro, que finalmente se pudo hacer con sus servicios. El lateral argentino, según explicó ayer, valoró sobre todo “la interesante propuesta deportiva” planteada por la entidad pamplonesa. “Me dijeron que el objetivo era la clasificación europea y creo que es un objetivo grande. Es algo que a mí me motiva”, aseguró.

El lateral argentino, que coincidirá en su nuevo equipo con su compatriota y también refuerzo Franco Gavidia, se define como un jugador “que puede aportar al equipo lanzamiento exterior. Y también en defensa”.

Sin tiempo casi para asentarse en su nuevo destino, Fischer se incorporó ayer por la tarde al entrenamiento de su equipo y conoció a los que serán sus compañeros. “Espero adaptarme lo antes posible al sistema de juego. Dentro de un mes arranca la competición y no queda demasiado tiempo para ponernos en marcha”, resaltó. Una Liga Asobal que conoce bien, puesto que procede del Teucro. “Es dura y hay que estar al cien por cien porque, si no, se puede perder contra cualquier equipo”, advirtió un Fischer “motivado”.

El argentino estuvo acompañado en su presentación por Javi Gracia, responsable de balonmano de Anaitasuna. El dirigente le calificó como un “jugador en progresión”, que “es consciente de que tiene que progresar mucho, pero seguro que nos da muy buena temporada”. Además, Gracia resaltó que “es un buen chico”, que “encaja muy bien en el Helvetia Anaitasuna de la temporada 2019-2020”.

Guillermo Fischer es el último de los refuerzos en llegar y presentarse con su nueva camiseta, tras el retorno del Henrik Nordlander y las incorporaciones de Anderson Mollino, Leandro Semedo, Franco Gavidia y Martín Ganuza. Faltaría por unirse al nuevo plantel Ander Izquierdo, central procedente del filial, que actualmente disputa con los Hispanos juveniles el Mundial de Macedonia.

Fecha y lugar de nacimiento. Oberá Misiones (Argentina), el 18/07/96.

Demarcación. Lateral izquierdo.

Altura y peso. 2,01 metros y 101 kg.

Trayectoria. Empezó con 7 años en la Escuela Naciones Unidas. De ahí pasó a la ASBAL (Asociación Sureña de Balonmano) y posteriormente al S.A.G Lomas. El pasado año fichó por el Teucro, equipo del que procede.