El Helvetia Anaitasuna retorna este miércoles a la Liga Sacyr Asobal después de 19 días en los que la competición se detuvo por la disputa de la Copa del Rey y por los compromisos internacionales. Esta vez a los navarros les toca viajar lejos, a Pontevedra, para enfrentarse al colista de la clasificación, el Dicsa Modular Cisne, cuya necesidad por eludir el descenso le convierte en un rival peligroso y más jugando en su casa. Ante su afición. El partido, de la jornada 23, será a las 20.00 horas en el Pabellón Municipal dos Deportes.

Sin duda, será un encuentro especial para Quique Domínguez, técnico del Helvetia, por el hecho de regresar a su ciudad natal y por medirse además a un equipo en el que juega su sobrino, Carlos Álvarez, quien no pudo estar presente en el choque de la primera vuelta jugado en Pamplona. En aquella ocasión, Anaitasuna se impuso al conjunto de Javier Fernández Jabato por 26-21, en lo que supuso además la primera victoria liguera de la temporada.

Ahora, el objetivo de los navarros es sumar dos puntos que le permitan continuar al acecho de la zona noble de la tabla, donde actualmente son novenos. Ganar supondría dar el primer golpe sobre la mesa en una semana con doble compromiso liguero -el sábado recibe en su feudo al Cangas, también de la parte baja- y, además, el equipo rompería por fin la maldición que sufre lejos de su pista este año, donde aún no conoce la victoria -perdió frente al Barcelona y contra el Bidasoa-. La dinámica en casa es bien distinta.

Aitor García, que continúa con su recuperación, es la única baja de Quique Domínguez para enfrentarse a un Cisne al que le está tocando luchar contra las adversidades. El equipo gallego viene de un confinamiento -el segundo esta temporada- por un brote de covid, lo que le llevó a tomar una decisión para evitar un tercero: entrenar con mascarilla. En estos momentos necesita los puntos como el respirar, ya que se encuentra a cinco de la salvación, y eso que aún tiene tres encuentros aplazados por disputar: ante Ademar, Cangas y Granollers. El duelo contra el Helvetia supondrá, además, el debut en partido oficial de su nuevo fichaje, el lateral izquierdo brasileño Guilherme Valadao.

"NOS VIENE UNA SEMANA IMPORTANTE" Quique Domínguez vivirá este miércoles un partido especial en un pabellón que conoce muy bien, el de su ciudad natal. “Vuelvo a mi casa. Habrá gente a la que conozco mucho y siempre es bonito regresar”, afirmó antes de partir a tierras gallegas. El técnico del Helvetia advirtió además de que se avecina una semana “importante”, con los dos encuentros, frente a Cisne primero y Cangas el sábado. Respecto al rival de este miércoles, avisó de que se van a encontrar “un equipo tremendamente luchador”. “Es cierto que van últimos, pero compiten muy bien y será duró”. Y añadió: “Estamos con ganas de ser nosotros, pero somos conscientes de que Cisne nos va crear problemas en un partido que será difícil”.

DOBLE COMPROMISO Después del parón en la Liga Sacyr Asobal, motivado por la Copa del Rey y los encuentros de la selección, el Helvetia regresa a las pistas esta semana con un doble compromiso. Por un lado, el que jugará este miércoles en Pontevedra contra el Dicsa Modular Cisne. Por otro, el que le espera el sábado en casa, en Pamplona, frente al Villa de Aranda de Julen Elustondo. Dos enfrentamientos ante rivales de la zona baja de la clasificación, contra los que el equipo navarro tratará de sumar cuatro puntos muy valiosos de cara a sus aspiraciones en la parte alta de la clasificación.