La pivote navarra Lysa Tchaptchet, de 19 años, deja el Elche, en el que ha jugado en las dos últimas temporadas, para militar en el Vipers Kristiansand de Noruega, último vencedor de la Champions femenina de balonmano en el que coincidirá con otra internacional navarra, Nerea Pena.

Tchaptchet -que nació en Camerún y a los 5 años se asentó con su familia en Villava, donde se estrenó en el balonmano en el Beti Onak- viajará este jueves a Kristiansand (en el sur de Noruega y quinta ciudad más grande del país, con 88.000 habitantes) para incorporarse a los entrenamientos.

La navarra, cada vez más asidua en las convocatorias de la selección española absoluta (jugó con las Guerreras el Europeo de 2020, ha disputado los recientes partidos de clasificación para el Europeo 2022 y trabaja para participar en el Mundial 2021, que será en España), comentaba a este periódico:

"Cuando me llegó la oferta del Vipers me lo pensé mucho, porque no quería perjudicar al Elche, que es mi segunda casa, pero el propio club me animó a ir, porque es una oferta irrechazable. Ni en mis mayores sueños imaginaba que pudiera acabar en un equipo como el Vipers".

"El Elche se ha portado muy bien conmigo", añadía la navarra. "Me recibieron con los brazos abiertos, me han tratado siempre muy bien y ahora me han despedido animándome a aprovechar esta gran oportunidad".

En concreto, el Elche emitía el miércoles un comunicado oficial en el que decía: "Solo tenemos palabras de agradecimiento hacia Lysa Tchaptchet, pues desde su llegada de Beti Onak nos ha hecho disfrutar en cada uno de los encuentros. Recordarle que el CB Elche será su casa siempre para aquello que necesite y desearle la mayor de las suertes en su próxima etapa. Gracias Lysa".

El reto del Vipers

"He hablado estos días con Nerea y me ha dicho que jugar en el Vipers es un cambio muy grande respecto a cualquier equipo español, porque es muy profesional y se trata de currar, currar y currar. Experiencias como éstas hay que vivirlas al 120%, y más en mi caso, porque he fichado solo por un año y tengo que trabajar para demostrar mi calidad, hacerme un huequito y ganarme la renovación", explicaba.

Tchaptchet considera que su paso por el Elche, uno de los equipos punteros de la Liga Guerreras, le ha servido para mejorar. "Sí. He ido mejorando física, técnica y mentalmente. Hay mucho por mejorar, por supuesto, pero veo que poco a poco voy avanzando, tanto en defensa como en ataque. Confieso que me gusta más defender, pero, bueno, también motiva jugar a veces en ataque y marcar algún golito...".

Su fichaje por el Vipers (por cierto, Víboras en castellano) se une a su presencia cada vez mayor en la selección absoluta, en la que por su juventud está llamada a tener una larga trayectoria. "Es un año muy importante para las Guerreras, porque el Mundial es en España, y hay una gran ilusión de lograr un buen resultado. Trabajo con la ilusión de que me convoquen para jugarlo... y para que mi familia pueda ir a verme, porque con la covid no han podido verme en todo este tiempo, porque todos los partidos eran a puerta cerrada".

Tchaptchet viaja este jueves a Noruega y confiesa que el apuro de ir a un país diferente y a un equipo diferente será mucho más fácil por la presencia en el equipo de Nerea Pena, navarra como ella y compañera en las Guerreras. "Sí, claro, me va a ayudar mucho que Nerea esté allí".

La amplia diáspora navarra

La débil situación económica del balonmano español -especialmente del masculino- ha provocado la emigración masiva a otros países europeos de gran parte de la elite. En el caso de Navarra, la lista de jugadores en el extranjero es muy amplia: Nerea Pena y Lysa Tchaptchet (Vipers noruego), Niko Mindegia (Wisla polaco), Eduardo Gurbindo (Dinamo rumano), Iosu Goñi (Chambery francés) y Sergey Hernández (Benfica portugués), además de los técnicos Mateo Garralda, actual seleccionador de Chile, y Fernando Gurich, director deportivo en la Federación de Eslovaquia.